El otoño muestra su reflejo multicolor y pleno de
gamas, mientras el aire anuncia los primeros fríos. Y las hojas caen
preparándose para morir y resurgir en nuevos retoños en la primavera. Así es
nuestra vida … pequeñas muertes y nuevos renacimientos … viejas desilusiones
que dejarán paso a nuevos sueños … viejos pesares que mutarán en alegrías … Y
sobre todo el amor …
Y dejemos las reflexiones para comenzar un nuevo
viaje, enlazando fronteras y amigos …
La
locomotora dejó ver su humito, la campana sonó y ¡partimos!. Como al trencito
le gusta viajar nos subimos a un avión para arribar a nuestro primer destino: CUBA. Allí nos aguardaba un nuevo
pasajero: ANDRÉS CASANOVA. Poeta y novelista
cubano. Las Tunas (Cuba) 1949.
Escritor también de guiones, para la radio y el cine cubanos. Miembro de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC). Seleccionado al premio artístico-literario Catania
Duomo 1995 auspiciado por la Academia Ferdinandea de Ciencias, Letras y Artes
de Italia. El “International Biographical Centre” de Cambridge lo reseña como
uno de los escritores cubanos más relevantes. Miembro del Consejo de
Consultores del Instituto Biográfico Americano (ABI) con sede en Carolina del
Norte, Estados Unidos. Sus textos han sido publicados en revistas literarias de
varios países. En abril de 2005 participó activamente en la fundación y
desarrollo del desaparecido “Grupo
Literario Internacional Ficcioneros”, junto al también escritor cubano Raúl
Aguiar. En la actualidad reside en Cuba. En 2011 su novela "Onán en busca de la mujer perfecta" resultó finalista
del II Pemio Incontinentes de Novela Erótica que convoca Ediciones Irreverentes
con la colaboración del programa Sexto Continente de Radio Exterior de España y
Cambio 16. Este mismo año, su novela "La
muerte de un tumbador" (escrita en coautoría con el cubano Giraldo
Aice) fue finalista del I Premio de Novela Breve Oscar Wilde que convoca la
misma editorial. LIBROS: Poesía:
Incluido en la antología: "Poesía
Cubana Hoy", Editorial Grupo Cero, Madrid,1995. "Cuaderno de poesía", Editorial Sornabique, Béjar
(Salamanca),1996. "A través del
tiempo", Ediciones ALAN, Barcelona,1996. "De Cuba te cuento", Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico,
2002. Novelas: "Hoy es lunes" (Editorial Letras Cubanas, 1995); "Tormenta tropical de verano" (Editorial Sanlope, Las
Tunas, Cuba, 2000; Ediciones Coyoacán, México, 2003; Editorial Emooby,
Portugal, 2011); "Las trágicas
pasiones de Cándida Moreno" (Editorial Sanlope, 2001; Editorial
Emooby, Portugal, 2011); "La jaula
de los goces" (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2001; Editorial
Emooby, Portugal, 2011); "La fiebre
del atún" (Editorial Oriente, 2005); "Las nubes de algodón" (Editorial Sanlope, 2005); "No somos aquellos niños" (Editorial
Sanlope, 2007); "Atrapados por el
vicio" (Editorial Emooby, Portugal, 2011); "Fiesta con Havana Club" (Editorial Amarante, Salamanca -
España, 2011). Relatos: "El reloj, ese asesino" (Editorial Sanlope, 1991); "Pequeñas
historias memorables" (Sanlope-Publicigraf, 1994; Editorial Emooby,
Portugal, 2011); "Ángel el desalmado
y otras historias" (Trazos literarios, España, 1995). Les traigo hoy
sus poemas para que disfruten
E Mail:
casanova@tunet.cult.cu
ABANDONO
-
De madrugada, mirando hacia el poder de las
estrellas,
pensando si podré con mis vacíosde sentirme en medio de la nada,
cruel abandono que inscribo en mis teoremas,
esos que ya no sirven de lanzas contra del humo
ni de padecer unas deidades
que cada noche disfrazada de traiciones,
nos conminan a saltar aquellos muros
y cantar veleidades que no llevan
la impronta del que muere en sus historias.
Entonces qué saber de las marismas
sino el candor de sus mentiras
y la triste soledad del que no tiene
siquiera un pedazo de soneto
con que guardar el vino de la gloria.
DISTELIA Y EL AMOR
Los senos de Distelia
amamantan pérdidas y soledades;
los muslos de Distelia
se mueven al compás de las marismas;
los labios de Distelia
besan de manera tan feroz
que la muerte en sus brazos
es similar a ser alimentado por sus senos.
FLOR AMARILLA
Flor amarilla, tren de cordura
país de armar lámparas y botes,
y sobre todo pobres enriquecidos gracias a sus pérdidas.
A todo se renuncia
cuando las flores ya no son amarillas,
aunque jamás a la lumbre y al sol
si profetizan el futuro.
CONFESIÓN AMOROSA
Si dejara de amarte
cada vez que desechas mis poemas;
si me echara a llorar
en los momentos que te reverdece la conciencia
y volteas las calles de mis nubes;
si renunciara a ti
perdería todos mis bolsillos.
ANUNCIO DEL PAN
-
En el retiro de mi voz
enteramente desahuciado por gallos y estorninosvoy caminando a través de olvidos
vilezas
falsos recuerdos
extremidades;
y por supuesto desinencias que borran las victorias.
van los maderos golpeando mentiras y cobardías,
lección de patriotismo más que de simple política electorera.
MUROS
Obstáculos con que construir pirámides energéticas
que nos devuelvan la condición humana
--el uso del cerebro,
la función de la mano,
el fin de la historia
como una verdad subversiva
de los odiadores--.
Cantar sin candor alguno es nuestra estirpe
de poetas sin fronteras tan absurdas
como esos muros levantados por los muros.
Por tanta muridad
vamos transidos de los llantos.
MATASUEÑOS
Entro a la tarde ilusionado
con resolver cada gotera de mis sonetos
y también los salideros de rimas y sinalefas.
Una y otra vez me levanto de madrugada,
pregunto dónde puede obtenerse
el cemento de acabar con el llanto de mis mascotas.
Marco en la fila interminable,
transcurren horas líquidas y sufrientes;
la funcionaria de atender planillas muerde mis ilusiones.
Grito cada verdad aunque no soy escuchado.
del libro inédito “CONFESIONES DE
Nos despedimos de
Andrés y nos acercamos a la bella costa cubana, pues otra nueva pasajera nos
esperaba: MÓNICA RAMOS PÉREZ. Nacida
en GIBARA, pueblo de la costa norte
oriental de CUBA, rodeado por
arrecifes y playas. Licenciada en Comunicación Social, Auxiliar Pedagógica y se
desempeña como Promotora Cultural de la Biblioteca Municipal
“Armando Leyva Balaguer” de su localidad. Más de diez años se mantuvo
escribiendo los guiones del programa radial infantil “El pescador de sueño” que sale al aire en Gibara. Es parte del
taller y la peña literaria que se desarrolla en su villa desde hace varios
años. Recibe el primer premio en diversos certámenes literarios en su pueblo,
se puede hacer mención a los obtenidos durante las Semanas de la Cultura 2013 (en décima),
2014 (narrativa) y en el Concurso de Poesía Venturosa García (2014). Ha sido
antologada en países como Argentina, España, Japón. Finalista en el V
Certamen Internacional de Poesía Fantástica Minatura 2013, en España (“Gaudeamus”). Distinción Especial en el
Primer Certamen Internacional de Literatura Infantil, en Argentina (“¿Dónde está doña Primavera?”). Primer
Premio en Cuento Breve (“La enredadera”)
y Tercer Premio en Poesía (“Biografía de
Instinto”) en el 13º Certamen Internacional de Poesía y Cuento Breve Mis
Escritos, Argentina. Segundo Premio en el II Concurso Internacional de Haiku Samurai Hasekura,
en Tokio. En el año 2014 vio la luz su
libro de narrativa “El polvo que
cubre el piano”, de Ediciones Mis Escritos. En la actualidad se mantiene
trabajando intensamente en diversos proyectos literarios y en la promoción de
la literatura de su querido pueblo Gibara. Nos trae hoy sus poemas, reflexivos
y nacidos del corazón.
E Mail: bp_gibara@baibrama.cult.cu
BIOGRAFÍA DE INSTINTO
Nació un día cualquieraen un lugar remoto de un año casi olvidado.
y el señor Instinto quedó preso.
Quién imaginaba consecuencias absurdas
en tiempos de humedecer sábanas hambrientas
gastadas por el roce de tanto cuerpo solitario
de tanta mocedad oliendo a inocencia.
Y allá fue detrás del llamado de la carne
Instinto en puro vuelo
tatuando en su cabeza
la imagen de unas pestañas.
No fue fácil. Lo admitía. Mas abandonó al silencio
para dar paso al gemido de esas pupilas delirantes.
Entonces hundió su mano en los encuentros
y el suspiro se hizo gente y la voz grito.
Con la camisa abierta cara al céfiro
y a través del tacto la palabra efímera
se trasmutó la adolescencia en lluvia.
Así vivió Instinto
como para contarle a todos los milenios
su andar por estas tierras.
Hoy todavía con fiebre sobre la dermis
camina su sombra
cargando en la memoria una mirada que por instinto
lo llevó a emerger en el abismo de los deseos.
De “En alas de un sueño”, Ediciones Mis Escritos
Tal vez
ninguno escucha mis reclamos
ninguno solloza
ninguno canta
ninguno sacude sus labios
ante mis vocablos que gritan
desde mi garganta
al viento.
Quizás ninguno (a)
en su vigilia espaciosa
descubre que esos vocablos
que gritan
desde mi garganta
al viento
le otorgan mi vida a alguien.
Todavía
ninguno tal vez
no piensa
no sabe.
De Antología 2013 Poesía, Editorial Red Literaria
“ESTA BENDITA AGUA”
“En el mar halla el agua su paraíso ansiado”.
Miguel Hernández
Esta bendita agua va con prisa
no me mira
no me dialoga
no se contiene.
En su camino va descubriendo
aletas
piedras
lamas
y ambiciona
en su urgencia
alcanzar al río.
Ahora lo conquista
pero no se conforma.
Esta bendita agua va con prisa
en su urgencia
debe alcanzar al océano.
De Antología 2013 Poesía, Editorial Red Literaria
PROLE
Les enseño a mis hijos
a leer corazones
ese oficio tan arcaico
devenido de
les explico además
que tanteen a los ojos
espejos del cinismo
mas
ellos trazan sus senderos
y obvian corazones y ojos
tornando a mi alborada
con frío agudo en sus pechos.
De En alas de un sueño 2014, Ediciones Mis Escritos
AUGURIO
Aún no he muerto
y respiro
y hablo
y me expando
y presiento causas y orígenes
y la muerte me espera
y me llama
me circunda
con su escalofriante hoz
y yo firme
a veces por inercia
y otras
por razones propias
pero no me he muerto
y esto no es un don divino ni reto
pues confieso que me tambaleo
tal vez por audacia
o porque mi ataúd
aún no se fabrica.
De En alas de un sueño 2014, Ediciones Mis Escritos
No tenía el trencito ganas de irse pero … otras
amigas aguardaban. Y fue así que aterrizó en la provincia de SANTA FE para
recibir a IME BIASSONI, Juglar.
Nacida en Villa Trinidad (prov. de Santa Fe) reside en CERES (prov. de SANTA FE). Fundadora del Conservatorio "Luz y
Lorca" y creadora de los nuevos "Juglares". Presidente de la Sociedad Argentina
de Artes, Letras y Ciencias, Filial Ceres. Embajadora Cultural Internacional de
SALAC. Miembro Fundador de “Naciones Unidas en las Letras” Colombia. Miembro de
"World Congress of Poets". Ambassadeurs de la Paix – Suisse / France. Miembro Honorario de AIELC- Asociación Israelí de Escritores en Lengua
Castellana. Delegada
honoraria y embajadora de la paz de IFLAC en Ceres, Santa Fe. Delegada Cultural
de la UHE. Miembro
de "Poetas del Mundo"
Miembro de REMES "Red Mundial de Escritores en Español". Miembro de SVAI Sociedad Venezolana de Arte Internacional. Nominada a Personalidad Destacada en 100 años de Historia de Villa Carlos Paz, en categoría cultura, por el Centro de Estudios Genealógicos e Históricos. Jurado en asuntos literarios y pictóricos. EX-presidente de la "Casa del Poeta Peruano Internacional en Argentina" Como vemos, una gran actividad despliega esta dama quien nos trae hoy sus poemas plenos de emoción.
E Mail: luzylorca@hotmail.comMiembro de REMES "Red Mundial de Escritores en Español". Miembro de SVAI Sociedad Venezolana de Arte Internacional. Nominada a Personalidad Destacada en 100 años de Historia de Villa Carlos Paz, en categoría cultura, por el Centro de Estudios Genealógicos e Históricos. Jurado en asuntos literarios y pictóricos. EX-presidente de la "Casa del Poeta Peruano Internacional en Argentina" Como vemos, una gran actividad despliega esta dama quien nos trae hoy sus poemas plenos de emoción.
FLORECER
Las cavernas están quietas
sin el ardor de corales
y se desviste la sangre
cuando el sabor del beso se cuela
porque amanece más tarde.
Si ves al futuro
dile que no venga
que demore sus pasos
yo aquí, pequeña
obrera de la poesía
vestida de poemas
tengo hechicerías puestas
en el rincón de la fantasía.
Quiero dilatar
el aliento que luce el bosque
cuando su guitarra viva
derrama música latente.
Cuando el polen de tu mirar
envuelve mi ser
porque ha caído en mi mano
una lira de sueños
selva de palabras
para dejarlas crecer
y que se fundan en latidos
para vivir años
cantando al amor
en permanente florecer.
SER MUJER
Estoy tejiendo velos
velos para cubrir los rostros
de quienes me enseñaron a tejer.
Agradezco a Dios
ser mujer,
agradezco al diablo
ser respaldo de silla.
Soy culpable
lo permití.
Me abro en avenida
abrazo nueva fuerza
y camino adelante,
no más historias...
no como manzanas
no quiero saber de serpientes
y no todo está dicho.
La pena de silencios
me suma nueva vida,
no estaré en la cocina
y cantaré en coro
lo que fue callado.
Despertaré sordinas
sin matracas de circos,
viviré sin velos,
hoy, soy mujer!
CANTA
Para el silencio
una palabra
para el fuego
bebida de estrellas.
Canta porque es bella
por abrazar al amor
por su búsqueda
de paz y armonía
por un nuevo sol.
Canta, canta
lloviendo mensajes
hablando al mundo
con el decir que danza
y no tiene cerrojos.
Habla en mi ser
me acaricia y escucha
en días y noches se eleva
soberana y etérea
con el duende de su música.
Sus pasos firmes
dialogan en juglarías
se acercan a los silencios
y su espada
es siempre la palabra.
Condena violaciones
y también genocidios
es amiga del viento
duerme en mi casa
y con pasión arde.
Sus manos son aladas
la viste el rojo amor
los puntos cardinales la piden
y yo siempre la abrigo.
Su nombre es: poesía.
La maquinista no podía partir sin haber degustado
unos ricos alfajores santafecinos. Recobradas las fuerzas la locomotora rumbeó
para la vecina provincia de CÓRDOBA, para que ascendiera una amiga que ya nos
ha acompañado en otro viaje: MARÍA CRISTINA CHIAMA reside en LABOULAYE, PCIA DE CÓRDOBA. Entre sus
publicaciones: “Darwin” en Plumas al Viento, Neuquén, 2013; ", “Poemas para afirmar las alas” Chubut, 1988; en la U.N .R.C, 2002; “Leer da trabajo”, Cba. Año 2006; “Antología de poesía. Fundación Victoria
Ocampo”. 2012. CABA; “Cuentos
Regionales. Chubut, Neuquén, Río
Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego”. Ediciones Colihue, CABA, 1994; “¿Cómo leemos literatura en el aula?”
Editorial Biblos. CABA, 1910. En la
Web : Editorial Piso 12, Revista Digital, en
http://www.anthropologies.es, 2014, “Cita
en las Diagonales”, marzo de 2015. “Celebración
de la sangre”, nouvelle, Imprecom Editora, RC, 2013, De próxima
aparición: “Guardia de cenizas”,
nouvelle en Edit. Ruinas Circulares.
Revista Espantapájaros, Biblioteca Sarmiento de Villa Dolores y Letras en el
andén 109, General Pico, La Pampa. Les
dejo hoy dos de sus cuentos, atrapantes y originales.
E Mail: cristina_chiama@hotmail.com
INVISIBLES
Percibieron el primer signo
al llegar a sus rucas: en ellas descubrieron que las pieles en que dormían y
hacían el amor ya no estaban sobre el piso. Esa misma noche, la segunda señal
se presentó de un modo abrupto puesto que no hubo forma de encender la fogata
que ardía siempre en medio de la vivienda; para peor la noche se anunciaba
inclemente debido al viento cordillerano que mordía la tierra en donde la tribu
vivía sus días, además una helada tremenda no se haría esperar.
Lo más curioso fue que
cuando los artesanos buscaron su labor diaria, los collares, prendedores y aros
de plata también habían desaparecido. Revolvieron las rucas y nada, debajo de
las piedras o los troncos, nada. Pensaron que esto era obra de Neguechén y
prefirieron no renegar de la voluntad divina hasta que la misma se
esclareciera. Entonces para pasar mejor la noche fría y ventosa que se
avecinaba, propusieron hacer música ya que no concebían expresar el
abatimiento y desconcierto que sentían,
con el llanto. Buscaron el kultrún y la trutruca para ejecutarlo a través de su canto sagrado que era el del viento.
Pero no estaban en las rucas los instrumentos, ni siquiera quedaba una pifilca.
El desconcierto fue en aumento,
comenzaron a sentirse desnudos. Trataron de
cubrirse con las matras y no las encontraron, les preguntaron de
inmediato a las mujeres qué había pasado con los telares y las lanas hiladas y
teñidas de hermosos colores. Pero parecía que las hiladoras no los escuchaban
ni se escuchaban entre ellas, les respondían a sus preguntas con gestos
elusivos; buscaban y rebuscaban algo que hilar pero ya nadie parecía ver a
nadie, de modo que cada uno abandonó sus torpes pudores y con algún alivio
notaron que el viento había cesado, cosa extraña por demás pero, si Neguechén
así lo disponía, sería bueno. Cada uno aprovechó para acomodar los utensilios
que quedaban en las rucas pero la sorpresa fue decisiva cuando notaron que ya
no había platos, bandejas, cucharas, ni cucharones, nada con qué comer ni qué
hacer de comer. Entonces se tendieron en sus camas a esperar que Neguechén
decidiera sus destinos, les diera un nuevo rumbo, algo que explicara tanta
desaparición. Cayeron al suelo, las camas tampoco estaban. Pensaron que si el
Dios era el cielo, el sol, la piedra, el río y el agua sabría enderezar esta
situación o al menos aclarar el por qué de la misma mediante algún signo y
si no reaccionaba cuanto antes todo
terminaría muy mal.
A la madrugada se desató
una lluvia muy fuerte, extraña en esos parajes secos. La primera reacción fue
intentar encontrar leña para el fuego, mojarse sería fatal en estas condiciones
pero la sorpresa fue mayúscula cuando se dieron cuenta de que la lluvia no
mojaba. Pero sí a sus rucas y se embarraba todo el piso de las viviendas. La
humedad seguía sin sentirse, de modo que la cosa ya parecía mágica por ello
agradecieron a su Dios que lo hiciera como lo estaba haciendo; tendría razones
seguramente.
La noche se hacía
interminable, necesitaban hacer algo. Pensaron en salir con sus caballos a
merodear la zona, a ver si había explicación para todo aquello; ya clareaba y
la desilusión fue tremenda cuando al llegar al corral los caballos tampoco
estaban allí. No había rastros de ellos ni de sus mantas y cojinillos. Trataron
de sobreponerse una vez más y como temieron en esta que fuera un ataque de otro
pueblo-inexplicable a esta altura porque habían pactado la paz hacía mucho con
los vencidos tehuelches- buscaron sus
lanzas, honda y cuchillos y tampoco las encontraron. En esta oportunidad se
sintieron realmente desvalidos, abandonados por Neguechén. Oyeron la lluvia que
no los mojaba, se miraron ahora ya sin verse, el aroma a tierra mojada no
trepaba hasta sus narices como otras veces; entonces desnudos como estaban
llegaron al río.
Fue ahí que vieron luces en
rucas con aberturas que dejaban ver qué pasaba adentro: se asomaron y vieron
que hombres y mujeres de ojos claros rezaban sobre una mesa, que una de sus
mujeres ayudaba en la cocina que se espiaba desde donde ellos miraban. Vieron
que otro de ellos juntaba los animales para darles de comer alfalfa o avena,
que otro más barría atrás de la casa mientras un niño jugaba alegremente con un
perro. La gente de la chacra después de las oraciones comió carne, seguramente
de ovejas porque en el corral abundaban. Se quedaron allí mirando y pudieron
ver que a la madrugada se levantaban los de ojos claros y se iban a sacar leche
de las vacas; antes comían avena en un plato hondo, decían sus oraciones sobre
una Biblia donde además anotaban quiénes nacían y quiénes morían en las página
finales. A las vacas las ordeñaban los
de ojos claros con los mapuches y la gran sorpresa fue encontrar a uno de los
suyos también con ojos claros.
Esta chacra era la de los
Lewis que habían llegado al valle hacía unos cincuenta años. En la casa con
ventanas guillotina, aljibe y techo de dos aguas, vivía toda la familia: Alice
Jones con su esposo, Alson Lewis. Se
habían conocido en el pueblo de la isla grande de allende el mar de donde
provenían. Portaban ese orgullo de ser extranjeros no germánicos, en Gran
Bretaña y la nostalgia por la autonomía arrasada por el imperialismo inglés.
Habían decidido venir al valle porque los problemas entre los mineros y autoridades iban de mal
en peor. Trataron sí de inculcar la lengua a sus hijos, la lectura de la Biblia y el canto del coro
para competir en el Eisteddfod. Tal vez se consideraran descendientes de Owain
Glyndwr, último príncipe galés sin demasiado acierto. Los Lewis tuvieron hijos:
Elizabeth, Harold y Awen, dos mujeres y un varón. Indistintamente unos y otros
atendían las necesidades de la chacra. Los nietos y nietas de Taid y Naim se
casaron con otros diferentes. Otros que no provenían de las tierras de Gales.
Los ojos claros fueron disminuyendo en la familia Lewis. Justamente Harold se
casó con Ester Catrimán, de los pagos de Tecka. Ellos a su vez tuvieron hijos;
uno de ellos era una niña muy atractiva, Lola, que sabía vestir muy bien, de
modales refinados y hablaba el galés antiguo a la perfección. Había viajado
incluso a Gales varias veces en intercambios estudiantiles y entablado buenas
relaciones allí. Recitaba muy bien en galés y en español. Lo extraño de la
familia de Harold y Ester era que no se hablaba más que de los Lewis y Jones,
de los ancestros lejanos en la distancia y en cambio, no se nombraba a los
Catrimán provenientes del valle cordillerano Epuyén y asentados más tarde,
cuando el hombre blanco así lo dispuso, en la meseta seca y ventosa. Nunca una
palabra sobre el pueblo del que por una mitad, descendían. Es más Ester no
hablaba de los suyos, engrandecía en su discurso la cultura galesa pero ni una
palabra de lo que se hallaba invisible en el rostro de sus hijos pero no en la
oscuridad profunda de sus ojos, amén de soportar en silencio, declaraciones
denigratorias sobre el indio de algún pariente o conocido poco prudente, a las
que somos un tanto proclives los argentinos.
Llegó la época del
Eisteddfod y Ester ayudaba a Lola a preparar la ropa y la tía abuela Mary Jane
dirigía los ensayos de poesía en galés. El mismo día en que comenzaba la
competencia, Lola se sentía abruptamente diferente. Se había encendido en ella
una nueva luz: sabía que esta vez sería otra cosa y a pesar de sus escasos
diecisiete años se arrojó al día con entusiasmo desconocido.
Cuando trató de recitar en
el teatro San David, se le trababa la lengua, trataba de destrabarla y nada,
buscaba cómo pronunciar los envejecidos sonidos de un galés antiquísimo que ya
ni se hablaba en la misma Cardiff, y nada, hurgaba en su memoria las estrofas
ensayadas hasta el cansancio en la sala de la tía Mary Jane y nada, rebuscaba y
de pronto, cuando ya habían transcurrido minutos de su empeño se oyó decir
desde un tiempo muy antiguo y en una lengua muy vieja: “Vey ñi amon, eyú
huincá/ Manuel Mapú,/ ayuvin mapú/
Pegelmen chi Quethré Huithrú/ Che inché nientum rucá”. Las palabras arrancadas
a Lola como del mismo vientre de la tierra resonaron con la fuerza de un río
crecido y encrespado. Alguien del jurado la interrogó a con un ¿Qué está
recitando usted señorita Lola Lewis? No lo sé, respondió asombrada y feliz al
mismo tiempo. En ese momento la viejita
Mercedes Ponolef que cuidaba de la puerta para que no fuera abierta y se
interrumpieran las intervenciones dijo a
la sala: “Ya me voy con el cristiano/ Al país de las arboledas/ Tierra amada. /
Volveré a ver arruinada / Cerca de Quethré Huithrú/ ¡Ay!¡ Mi casa!” en medio de
un tremendo silencio que nadie se atrevió a desplomar.
PERLA
La ostra se halla
entreabierta de modo que el reflejo iridiscente se espía desde la humedad de la
orilla ¿A quién puede sorprender el cuerpo blando de un molusco agredido hace
años por piedritas extrañas a él y por ello muy dolorosas? ¿Quién podría adivinar tanto sufrimiento en el pasado y la
herida vieja, ahora nacarada, que asoma de la ostra envejecida?
Perla se asoma a la orilla.
Es hora de dejar la ostra muy a su pesar. Siente el desgarro del seno materno
pero como la tarde se da vuelta como un guante y deja escapar aire retenido en
las caracolas (huele a vuelo, a música, a huida entre las grutas) se anima a
caminar para descubrir la fundación de un sitio lleno de murmullos, como si
escondidas voces, entre la espuma abandonada en la orilla, contaran historias
por millares y de a una se las llevaran las olas al despedirse para inaugurarse
en la lejanía. Las voces ascienden confusas para Perla, que sobre sus talones
de nácar camina sobre la espuma. Saltan pequeños caracoles
para colgarse como aros en sus orejas ¡Cuánta emoción desbordada! Este es uno
de los momentos perseguidos por años y años: andar fuera de la ostra sin pasos
casi. Algo podría acechar en el camino revuelto. Pero, inauguremos la
esperanza-se repite con fuerza y continúa sus descubrimientos. Ve entonces que
flotan las palabras desde el fondo de los tiempos, hay sonidos que convocan a
los molinos a que multipliquen el pan para los despojados de alimento. Así
conoce la solidaridad del viento.
Cuando el matiz azul del
mediodía se sostiene sobre el mar ve a aldeanas cargando el pan hacia sus
casas. Van alegres a pesar de que su sombra emigra con el mediodía porque el
mismo se abate solo de luz, espléndido. Perla se destaca en la arena,
iridiscente, se siente algo sola, desea
ser territorio de vasija blanca,
sombrío por dentro, irisado, para arriba
las puntas, se estremece, ondula y apenas se detiene, pero no, nuevamente hurga
en las grutas, no quiere ser tan sola. Encuentra a Andrós, el hombre que sabe
de los murmullos de los caracoles. Se palpan, se reconocen, huelen, palpitan y
de pronto es un derrame de miel; la toman
por sorpresa una caricia húmeda, un camino dorado y un sol, la palpitan.
La playa en penumbra con
murmullo de caracolas; esta vez en vez de hablar, cantan. Entonces Perla las
pinta de lila. En la pared de la gruta que se intuye profunda, una grieta filtra luz ¿De dónde? Inexplicable. Perla se
ve casi de un verde claro; en la gruta
se huele una cabellera, como de siglos sin cortes, se siente fatigada. La vida
la ha tomado de improviso. Esa maniobra
diáfana de sí misma, como si obedeciera a una marcación anticipada. Estaba en
sosiego. Ahora aprende la belleza, y no está tan sola mientras sus caracolas
lilas se secan con la brisa del mar.
Era una de esas ostras que
deja la marea cuando se retira de puntillas casi. Ahora es Perla y dio vuelta
la tarde como un guante pero…
Era una de esas mujeres que
deja la indiferencia de un conductor sin escrúpulos sobre el asfalto en la
tarde.
-¡Qué hermosura de colgante
tiene la atropellada por el auto que huyó! Tiene luz propia, iridiscencia. Es
como si nos dijera algo.
- No soy supersticiosa
pero siento algo de desasosiego ante las
perlas: dicen que traen lágrimas, son hijas del dolor, de una herida.
Un abrazo y ¡¡nos estamos encontrando!!
CRIS FERNÁNDEZ
Felicito al maquinista y a sus colaboradores por lo bello e inteligente del itinerario y la selección de pasajeros. Nos permite viajar por distintos géneros, estilos y fuentes de inspiración, en este caso con fuerte presencia de lo nativo. PILAR ROMANO
ResponderEliminarLa maquinista es una capitana que lleva muy bien a sus pasjeros!!!
ResponderEliminarQuerida Cris: felicitaciones por esta nueva entrega que nos hace conocer a nuevos artesanos de la palabra desde distintos puntos del mundo.
ResponderEliminarUn gran abrazo desde Chile.
Hola Cris, qué buena maquinista de la palabra, es un gusto viajar en tu trencito por la variedad de buenos autores.
ResponderEliminarUna vez más felicito esta manera de difusión.
Desde Rosario va el abrazo.
Betty