Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 41

PASAJEROS .... ¡¡AL TREN !!!!!!!

Pues un nuevo viaje ha comenzado y recorreremos los caminos de nuestra patria en busca de sus escritores. La locomotora está presta, la campana ya suena y así ¡¡partimos!!!!!!!

Había ganas de retornar a los paisajes cordilleranos, de reencontrar la magia y el misterio que la montaña guarda. Puso entonces el tren rumbo a Catamarca y allí ascendió nuestro primer pasajero RODOLFO LOBO MOLAS. Catamarqueño de raíz el hombre y enamorado de los secretos de la tierra y de la Pachamama. Su interesante y nutrido curric. nos cuenta que es Piloto Comercial de Avión, Piloto de Planeador y Locutor. También desarrolla actividades como Periodista, Poeta, Escritor, Investigador regional. En la aviación fue Piloto Aviador de la Dirección de Aeronáutica del Gobierno de Catamarca, Operador de la Torre de Control de Vuelo y Operador Radiotelegrafista del Aeropuerto Catamarca. Además es Piloto de Planeadores, ha participado en torneos nacionales de aviación en representación de Catamarca, ha dado clases de Aeromodelismo en el nivel primario de la Escuela Preunivestiaria Fray Mamerto Esquiú y Meteorología y otras materias en los Cursos de Pilotos del Centro de Instrucción de Vuelo. Fue iniciador y fundador del Aladeltismo en Catamarca, creando junto a aladeltistas riojanos la Pista de Lanzamientos en la Cumbre de la Cuesta del Portezuelo y luego fundando la Agrupación de Alas Delta y Ultralivianos Catamarca. En la actualidad es secretario del Centro de Instrucción de Vuelo Catamarca. Como periodista y locutor ha desempeñado tareas en numerosas radios de su provincia y en diversos canales de televisión tanto locales como nacionales y como encargado de prensa de la Agencia para el Desarrollo Económico de Catamarca. Ha escrito artículos diversos en diarios locales y revistas nacionales, en algunas de las cuales ha sido corresponsal. Premiado en dos oportunidades por el Círculo de Escritores de Aeroastronáutica de la República Argentina, por trabajos publicados en el Diario La Unión de Catamarca, siendo entonces el único premio del interior del país. En la actualidad conduce un programa sobre producción y desarrollo economico en FM Radio Ancasti de Catamarca. Tiene un blog sobre Catamarca: www.decatamarcaalmundo.blogspot.com En su rol de escritor ha realizado trabajos de investigación sobre Historia, Arqueología, Costumbres, Leyendas, Toponimia, Lenguas aborígenes y Turismo del Noroeste Argentino y de la Provincia de Catamarca y con ese material ha publicado el libro “Catamarca, Ensueño y Leyenda” a través de la Universidad Nacional de Catamarca con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Capital. Ha publicado trabajos en diarios y revistas de Catamarca. Tiene en elaboración varios nuevos libros sobre temas diversos. En la poesía ha participado de diversos actos literarios, recitales poéticos, cartillas literarias y ha sido finalista de concursos nacionales de poesía, habiendo sido seleccionado para participar en Antologías colectivas nacionales. Su obra se ha estudiado en algunas escuelas de Catamarca. Ha publicado en las Antologías “Anuario de Poetas Contemporáneos” y “Vuelta a la Luz”, de carácter nacional, editadas en Buenos Aires. Con frecuencia publica sus trabajos en diarios locales impresos de Catamarca y en revistas digitales de Internet. Un libro inédito de poesías y otros en preparación. Tiene un blog sobre temas culturales: www.catamarcaculturarte.blogspot.com. Asimismo ha sido jefe del Dpto. Prensa de la Secretaría de Turismo y ha trabajado en la difusión nacional e internacional de los diversos atractivos provinciales. Dirigió un programa de concientización para niños de escuelas primarias y colabora con diversas actividades relacionadas con el turismo con la Municipalidad del Departamento El Alto, provincia de Catamarca. Es autor de la actual nomenclatura indígena de las calles de la villa turística de Guayamba, en El Alto y de otros proyectos relacionados con el tema, que fueron oportunamente aprobados por el Concejo Deliberante de la Muncipalidad de ese Departamento. Tiene un blog sobre turismo: www.catamarcaturistica.blogspot.com.  Como si eso fuera poco ha tenido tiempo de casarse y ser padre de 6 hijos. Aquí les dejo sus poemas, realmente bellos todos. ¡Que los disfruten!  E Mail: lobomolas@gmail.com

CÓMO ABRIGAR...

Cómo abrigar palomas con las manos
cuando están rotas
cansadas
desmembradas
de tironearle a la vida
jirones de alegría
de sueños
de esperanzas.
Cómo abrigar palomas con las manos
si el calor de la sangre
no es más que lágrimas.

No es el recuerdo, no, ni la nostalgia….

Yo recuerdo tu voz hecha de trinos,
azabache tu pelo, era cascada
derramada en tus hombros diminutos.
Tus ojos –todo noche-
y tu sonrisa,
alegría juvenil de la alborada.
Todo se fue
tus pasos se han perdido
en la pena indolente de la nada.
Ni siquiera es el gris de la tristeza
ni el verdemar color de la esperanza,
lo que me lleva a ti
-pasos inciertos-
para encontrar tu ayer en mi mañana.
No es el recuerdo, no, ni la nostalgia
es el amor que vive aun…
en mi alma.

Soneto del amor del mar

Baila el mar cadencioso con la playa
Bajo el ojo testigo de la luna
Mientras lejos el sol ya se desmaya
Y se acuesta extenuado en ancha cuna.

Caracolas de mar besan la espuma
De las olas que llegan y se alejan,
Es amor que ya nace y que se esfuma:
Que en idilio imposible se cortejan.

Las gaviotas al ver desde la altura
De su vuelo cargado de ternura
Como lloran las tristes caracolas

En sus cantos de ronca melodía
Les llevan el mensaje cada día
Del amor ilusorio de las olas.
ORIGEN

Sólo busqué tener tu cabellera
Para abrigar mis hombros de la escarcha
Y en tus manos con alas de paloma
Depositar mi corazón cansado.

Pero bastó una noche, un mediodía,
Una sonrisa mágica y descalza
Para que un río largo de promesas
Tus ojos y mis ojos inundara.

Y nos nacimos en un solo beso
Para morir un tiempo de caricias
Resucitado en los pájaros del alba.

Desde entonces...

El bosque tiene tu fragancia joven
Parten tus barcos desde mis maderas
Nacen mis rosas desde tu mirada.


ESTE MISMO TODO

Por ti mil veces, amor, revivo y muero,
tantas veces me envuelve la nostalgia,
la luna siempre me recorre el alma
acercando mis versos a tu mano.

Yo ya no miro sino por tus ojos,
ya no camino sino con tu paso
y sin embargo tengo la apariencia
de ser el mismo que soy desde hace años.

Pero lo saben las estrellas todas,
la luna, el sol, la flor, la tierra, el cielo
que soy porque tú eres, porque somos

el mismo espíritu en cuerpos diferentes,
el mismo vino en diferentes copas,
distintas partes de este mismo todo.

La hospitalidad del amigo catamarqueño era maravillosa... y las nueces confitadas ¡ni les cuento! ... pero... había que proseguir el viaje. Para no hacer un "corte" brusco de paisajística, decidimos allegarnos a las sierras cordobesas, a la localidad de Santa María de Punilla y allí encontrarmos a IRMA DROZ. Nacida en Córdoba (capital) reside en la actualidad en la ciudad nombrada. Escritora (poeta), Docente, Catequista Arquidiocesana, Agente Cultural. Organiza tareas y grupos culturales desde 1960. Fundadora de "AMÉRICA MADRE", “AMA”, Institución Cultural Internacional,  con Sede Central en Santa María de Punilla, Córdoba y Representantes en ciudades da Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Puerto Rico, Estados Unidos, Bolivia, Colombia, Ecuador e Israel. Es "Mensajero del Manifiesto 2000", Por una Cultura de Paz y No Violencia. UNESCO. Ha recibido numerosos premios y distinciones a nivel Provincial, Nacional e Internacional. Expone y se publican sus trabajos en Antologías, periódicos, revistas y otros medios de distintas ciudades de América y Europa. Ha prologado y presentado libros de poetas argentinos. Es invitada como Panelista, Presidente de Mesas Directivas, a  exponer sus Programas Culturales y Poesías,  participar de Conferencias, Recitales, Congresos y Encuentros de Escritores en diversos países de América. Nos deja dos poemas de gran calidad, como es su costumbre.

“Alas”

Desde el nido de mi alma crecen alas
en busca del espacio.
No quieras averiguar el rumbo de mis pájaros.
Ni el por qué, ni cómo, ni cuándo ...
Sería como imaginar los límites del cielo
o la amplitud del aire.
Sólo puedo decirte que no regresarán.
Es esa la consigna: volar ... volar ...
Cada cual encontrará su destino.
Yo me acurruco en el follaje de un lucero
para fortalecer mis alas
y seguir gestando sueños.
Si te invitan al vuelo, no temas.
Encontrarás tu espacio y allí,
algún rincón para tu nido.
Pero te advierto: no hay regreso.
A veces el cielo se oscurece
y el peso de las alas nos quita el aliento.
Pero las nubes pasan... y otra vez, la Luz ...
Porque, si no lo sabes, de eso se trata.
Ese es nuestro destino.
Por Ella se fortalecen nuestras alas.
La Luz, única, definitiva y total.
Hacia Ella vamos.


“AMÉRICA MADRE”

Aquí estabas,
antigua y silenciosa...
Serena en tu selva milenaria.
Fecunda en tus ríos y tu suelo.
Virgen de invasores y de agravios,
preñada de frutos y de pájaros...
Aquí estabas con tus hijos:
unos salvajes, otros mansos.
Salvajes como tus montes,
o mansos como tus pampas;
pero tuyos y morenos, como tu piel,
como tu entraña...
Y llegaron los otros,
los hijos de lejanas madres.
Madres también antiguas,
pero dolidas... despojadas...
Violadas por ambiciones desmedidas.
Y así llegaron ellos,
salvajes y ambiciosos.
Tal vez algunos mansos ... , pero pocos.
Aquí estabas, mi América Madre,
silenciosa y dispuesta...
Por eso te arrasaron,
violaron tu entraña.
Y tus hijos morenos murieron o mataron,
(unos salvajes, otros mansos ... )
Por eso me dueles, mi tierra morena
de brazos abiertos, hoy crucificados
en este nuevo Gólgota de la violencia cotidiana,
clamando otra vez al Padre
para decir como entonces:
“¡ Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen !”.


El trencito siguió bajando hacia el llano y, como estaba con ganas de hacer unos kilómetros más, pegó una vueltita por la provincia de Buenos Aires, para detenerse en San Antonio de Padua y permitir el ascenso del último pasajero: EMILIO NUÑEZ FERREIRO. Así nos cuenta algo de su vida"Se me ocurrió nacer en Barcelona en 1944. Me transplantaron en Buenos Aires cuando aún no había cumplido los 5 años. Escribo compulsivamente desde que tengo memoria. Hace más de medio siglo que resido en San Antonio de Padua. Mi paso por los Talleres de Dalmiro Saenz, Gabriel Landoni y Juan Alberto Núñez, fueron puliendo las aristas que había en mí. En 2001 y 2003, la Universidad de Morón me distinguió con el tercer premio en Cuento Breve. En 2002, una Editorial de Necochea, hizo lo mismo con el primer premio en Cuento Brevísimo. Participé en varias Antologías. Me publicaron varios trabajos  en revistas y diarios. En junio de 2006, publiqué, por intermedio de la Editorial Dunken, mi primer libro: “Historias en sepia”. Este consta de 20 cuentos que su mayoría, son historias dentro de la historia argentina. A raiz de ese libro, me hicieron reportajes y publicaciones en varias revistas culturales, diarios zonales y una entrevista que emitieron por el Canal 3 de Súper Canal". El cuento que traemos hoy me pareció super original, espero que a Uds. les guste.

-MI PERSONAJE FAVORITO-

Se me ocurrió escribir sobre un personaje de alguno de los tantos libros que leí. Me propuse que tenía que ser uno con el que me hubiese gustado trabajar. Y más aún, conversar con él, preguntarle cosas...
Pensé en "Funes, el Memorioso". Hice lo mismo con el de "Encender un fuego". Me tenté con Florentino Ariza de "El Amor en los tiempos del Cólera". Casi me decido por el padre de Osvaldo Soriano; pues como personaje me sedujo, quizás, porque los eternos perdedores tienen un encanto especial que nos incita a quererlos más que a los otros. Estuve a punto de elegir al entrañable personaje de "El Hombrecito del Azulejo". Al fin, caí en la cuenta que el personaje que más había logrado maravillarme, había sido el Jesús de "Cristo de Pié”.
Con la decisión tomada y varios libros apilados a mi izquierda, a la espera que vuelvan a ser acomodados en la biblioteca; encendí la computadora, abrí un documento nuevo, pero no le puse título. No sé por qué, pero hasta que no termino un cuento no se me ocurre el encabezamiento.
Como siempre, la pantalla en blanco y las letras del teclado, incitándome a que empiece a oprimirlas para formar con ellas el prodigio del vocabulario, me inhibieron. No hay caso, no puedo evitarlo.
Procurando darme tiempo, encendí un cigarrillo. Mientras recordaba hasta el más mínimo detalle, el cigarrillo se consumió y no acertaba cómo empezar. Enseguida encendí otro; esto me ocurre cuando estoy ansioso.
El cuarto donde trabajo es pequeño. El frío de la tarde me obligaba a tener todo cerrado; en consecuencia, el aire estaba viciado. De pronto, la lámpara que me iluminaba titiló un par de veces. Luego se apagó. Instintivamente, miré hacia ella y en ese momento volvió a encenderse. Cuando volteé de nuevo, en la silla, que de tanto en tanto se sienta algún amigo complaciente al cual atosigo con mis escritos, estaba sentado él.
 ¡Si, ya sé!. Lo más lógico es que dudes de mi cordura. Te comprendo, pues hasta ahora yo también abrigo esa duda. Pero era él. Estaba ahí, sentado, con una pierna apoyada sobre la otra. Era tal cual lo había imaginado. En realidad, era muy parecido a como lo plasman en la mayoría de las imágenes que conocemos de él. Por un momento, tuve la impresión de que en el caso que me adivinara el pensamiento, me habría de reprochar lo que estaba pensando, pero inevitablemente, para ser honesto, me pareció un tipo común, nada especial.
 Podría afirmar que se parecía al típico hippy de los sesenta.  Vestía una toga color arena y calzaba unas sandalias gastadas. Comprobé que era de estatura mediana. Castaño claro y sedoso, tanto los cabellos como la barba. Creo que los ojos eran verdes, no estoy seguro, pues cuando me miró... No sé cómo describirlo: La mirada esa era de una bondad, de una candidez, comparable sólo a la de un niño recién nacido.
Después de sonreír, lo primero que me dijo fue que cómo podía contaminarme tragando ese humo. Atiné a responderle que así somos, sabemos que algo es dañino y, así y todo, nos empeñamos en creer que a los que les hace mal, es a los otros.
- ¿Y vos no sabés que sos el otro de los otros?. -me contestó-. Y tragué saliva.
No me dejó agregar nada y me preguntó:
- ¿Por qué pensaste en mí para este trabajo?.
- Porque si bien, para mí, sos el tipo que más admiro... -(y en cuanto le dije "tipo", tuve la sensación de haberme sobrepasado, pero él, ni se inmutó)- ... en ese libro, aprendí a quererte más, pues Dalmiro no hizo tanto hincapié en el misticismo. Hizo nacer en mí a un Cristo nuevo, a un Jesús de Nazaret mucho más creíble del que los representantes de vos en la Tierra se habían empeñado en hacerme creer.
- En primer lugar, hasta que yo no nazco en el corazón de ustedes, no existo. -me dijo, acariciándome con la mirada- En cuanto a los otros, son contados los que se ganaron el derecho a representarme. Sobre todo, en las altas cúpulas de la Iglesia, porque la mayoría vieron en mí un gran negocio. ¿No te parece irónico que los mismos que me amasijaron, fueron los que crearon luego una religión un tanto nefasta, pues lograron albergar en la gente, más que la fe, el miedo?. Aunque en esta época ya nadie se come un sapo, y eso es bueno, pues la fe está en el que duda. -y sonrió con un dejo de sarcasmo. 
El hombre hablaba como si hubiera nacido a la vuelta de mi casa. Me hizo gracia, pero deduje que dentro de su infinita bondad, lo único que intentaba, era que yo me sintiera cómodo. Por un momento, temí que mi esposa viniera para que le hiciera algún trabajo para la Escuela y que en consecuencia (no sé cómo llamarlo), -digamos el hechizo-, se esfumara. Acto seguido, sobre la base de lo leído en ese libro, le pregunté:
- ¿Y lo que dice Dalmiro de vos, que fuiste, en cierto modo, el que comandaba una especie de guerrilla contra los que usurpaban el poder de tu pueblo, es cierto?.
- Podría decir que sí, pero prefiero que vos creas lo que te dictamine tu conciencia. Y como verás, ninguna rebelión muere, renace en otra parte y en otros tiempos. Siempre fue así. Pero ¿ves?. De eso, la Iglesia no dice nada. Tampoco hacen alusión de mi amistad con Magdalena. Y mucho menos a mí unión en  matrimonio con Sara. Gracias a ella, descubrí que el amor es liberación, entrega, y ante todo, competencia, para ver quién sirve más al otro. No podría haber sido de otro modo para que luego me entregara al amor de todos.
- Entonces...-me animé a decirle- ... el "Che" Guevara, ¿se puede decir que, en cierta forma, se pareció a vos?.
- Sí; aunque no fue el único. Pero sin duda, fue quien más se acercó a lo que yo quise lograr. No sólo por los ideales, que aunque paralelos, distaban un poco; si no porque fue un soñador, un pobre iluso como yo -y esbozó un atisbo de sonrisa- Con la diferencia que él no hacía milagros y que yo no fumaba habanos.  -y volvió a sonreír, pero esta vez con un dejo de picardía que me causó mucha gracia.
- Y decime: ¿Tu padre, fue José o el Espíritu Santo? -indagué, animado por el clima que se había formado.
- Eso prefiero dejarlo a tu criterio. Como ya te dije, la fe nace más de la duda que de la certeza y yo quiero que sigas creyendo.
- ¿Y te pareció justa tu muerte?. ¿No fue demasiado indigna?.
- Todas las muertes son justas o injustas; según como se miren. Y en lo referente a lo indigna, creo que la del  pobre Ernesto fue tanto o más que la mía. ¡Y hubo y va haber tantas más!.
- ¿Y vos, no podes hacer nada?.
- Todo a su tiempo. Hay que saber esperar. -dijo elevando las manos.
- ¿Y yo voy a llegar a verlo?.
- No creo que vivas tanto.  -e hizo una mueca de resignación.
Esa respuesta, me tentó a indagar cuánto me quedaba de vida. No me animé. No sé si por miedo a enterarme o porque me pareció que era demasiado osadía preguntarle semejante nimiedad. De pronto, todos los interrogantes que pensaba aclarar se fugaron de mi mente. Me bloqueé, me quedé como la pantalla de la computadora, sin palabras. Él, que hasta ese momento se había mantenido inmóvil, bajó la pierna que tenía apoyada sobre la otra. Temí que se fuera y creo que balbuceando, le pregunté:
- ¿Qué pensás de mí?. ¿Soy un tipo bueno?.
En tanto que sonrió, apoyo su diestra en mi hombro. Luego, la llevó hasta mi nuca y me acarició. Creí que me elevaba a una dimensión que no conocía. Los ojos se me inundaron. El nudo que acudió a mi garganta me impidió hablar. Quise pedirle que nunca me hiciera vivir de nuevo la desgracia de volver a enterrar a un hijo. Intenté indagar dónde está el milagro que hace que, después de tantos años, siga enamorado de la misma mujer. Quise enterarme si alguna vez tendría la capacidad de saber ser feliz. Deseé decirle que cada día me empeño en ser mejor. Tuve el ansia irrefrenable de  preguntarle si podría  verlo otra vez. Pero la lámpara volvió a parpadear, luego se apagó y cuando volvió a hacerse la luz Él ya no estaba.
Cometí la estupidez de acudir al libro. Lo abrí convencido de hallarlo ahí. Lo busqué entre las páginas. Fue en vano. Entonces, no sé por qué, me eché a llorar como hacía tiempo no lloraba.


Y llegamos al final !!!!!!!!! La despedida será breve ... apenas hasta el próximo encuentro con nuevos amigos y amigas. A quienes quieran aportar sus trabajos les recuerdo: cuento o poesía MÁS una minibiografía; dirigirse a: millaco@ciudad.com.ar. Un abrazo!!!

                                            CRIS FERNÁNDEZ