Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 154


PASAJEROS AL TREN!!!!





Crujientes mantos de hojarasca cubren aún las veredas. Mientras el frío ya avanza con sus dedos helados por estas pampas. Pero ni los rigores climáticos ni los convulsos días que solemos transitar pueden detener la palabra y su mensaje. Quizá porque los escritores somos idealistas que sueñan con un mundo mejor … Y no perdemos la esperanza o nos damos por vencidos. La consigan es resistir a los avatares externos. Y con esa idea en mente retomamos el camino …



Y comenzamos recordando a un escritor de estas pampas: MARCELINO CATRÓN. Nació en DOBLAS (Prov. LA PAMPA) en 1940 y falleció en SANTA ROSA (Prov. LA PAMPA) en 1994. Fue maestro en escuelas de Buenos Aires y Santa Rosa (L.P.) En 1987 recopiló poesías y relatos pampeanos que se publicaron en el libro La Pampa cuenta y canta”. En 1991 la Fundación Chadileuvú publicó su poemario “Ojitos de Agua” y en 1997, a través del Fondo Editorial Pampeano, Adriana Lis Maggi reúne su obra y se publica “Marcelino fue y vino”. Sus poemas han sido musicalizados e interpretados por artistas pampeanos. Chicos y grandes lo recuerdan como un maestro que sabía escuchar y comprender a todos y repetía “…yo enseño en el aula pero aprendo en los recreos”  Les dejo hoy sus poemas, plenos de frescura y musicalidad.



LA BANDA DE LOS GORRIONES



La banda de los gorriones

tiene reuniones

para ensayar.

Hoy se les ha ocurrido

y ya no hay nidos

para alquilar.



En el viejo eucalipto,

un pajarito

colgó un cartel:

“No queda un solo asiento,

para el concierto

del veintitrés”



Redondeles de plumas,

bajo la una

vienen y van.

Helados de lechuga,

el que madruga

puede comprar.



¡Qué noche de parranda,

para la banda

del gorrional!

Hay palmas de repente

y hasta el agente

sale a bailar.





ALGUNA RAMA



Por la cuna

y la guitarra,

yo comprendo que se lleven

cada tanto alguna rama.



Si es posible

no dejen

que los árboles caigan.



Con los restos

el fuego,

un asado, la pava

y ese mate amiguero

que calienta hasta el alma.



Si es posible

no dejen

que los árboles caigan.





AQUÍ NOMÁS



Quiero una cueva

con salamanca,

llena de magia,

para explorar;

un bosque alegre

con choza y todo,

entre las copas del caldenar.                    



Quiero un desierto

con ojos de agua,

fondos marinos de sal y arena;

restos antiguos

de un megaterio,

que al verse solo murió de pena.



Una tapera

abandonada

y luces raras sobre el cardal.

Quiero que cuenten

nuestros abuelos,

la historia cierta de este lugar.





BROTES NUEVOS



Los piquillines armaron

una ikebana

en la loma:

isla verde,

azul la sombra,

abajo amarillo el trigo,

tenían adornos de liquen

y en las copas doce nidos.

Se los conté una mañana,

por jugar,

con unos amigos.

Hoy estaban hechos leña

en la quinta de un vecino.

Sus bolillas coloradas

sangraron por los caminos.

Algunos brotes quedaron

y allí dejamos

los nidos.

¡Qué alegría de pichones

siempre abiertos los piquitos!

Pueda ser que el tiempo deje

cumplir lo que prometimos.





PIRINCHA



Pirincha

hizo una cueva

con la santa paciencia

tortuguera.          

En el tibio misterio

del refugio,

sueña colores

de otra primavera.

La rodean tortugas

muy chiquitas,

que la siguen

por médanos y sierras.

Tan ligero

pasaron por las rutas,

que un agente

les hizo la boleta.

Orgullosa Pirincha,

la tortuga,

pagó con varias hojas

de lechuga.





Y parte el tren con la locomotora humeando … Nos dirigimos a la llanura cordobesa para recibir a una amiga: MARÍA CRISTINA CHIAMA. Nació en Buenos Aires y reside en LABOULAYE, (Prov. de CÓRDOBA). Poeta, narradora y ensayista. Entre sus publicaciones: “Darwin” en Plumas al Viento, Neuquén, 2013; “Poemas para afirmar las alas”, Chubut, 1988; en la U.N.R.C, 2002; “Leer da trabajo”, Cba. Año 2006; Antología de poesía. Fundación Victoria Ocampo. 2012. CABA; “Cuentos Regionales”. Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Ediciones Colihue, CABA, 1994; “¿Cómo leemos literatura en el aula?” Editorial Biblos. CABA, 1910. En la Web: Editorial Piso 12, Revista Digital, en http://www.anthropologies.es, 2014, “Cita en las Diagonales”, marzo de 2015, “Celebración de la sangre”, nouvelle, Imprecom Editora, RC, 2013; y “Guardia de cenizas”, nouvelle, en Edit. Ruinas Circulares (2015). Hoy nos trae sus poemas que espero disfruten.






1.-

 Me atrevo a escribir poesía sabiendo que reitero

el pasaje por un palimpsesto (adorable palabra)

de aires pisoteados, no, no, ya sé, que no,

que en realidad son aires transitados

por tantas miradas

bajándose a lenguaje

para dejar sus vestiduras de

raíces roídas reponiéndose de pisadas y pisotones

y patadas.

Ahí enhiesta y con frío dejo a mis palabras:

un pisotón más para “En el principio fue el Verbo”.



2.-

Entras en el extrañamiento de no ser ya

ni lenguaje pero sí pura naturaleza

-dice Saer en una de sus mejores reflexiones-

como catedral de haces de luz muda

como muda  de dedos vacilantes

como dedos hurgando semillas

hundidos en el dolor de la revelación.



3.-

 Si sufro, si angustio con angustia plena mi alma

si acudo a la poesía

parece que el dolor de pájaro con  ala quebrada

disminuye

se sesga

oblicuo en la luz

mezquina de unos ojos otoñales

disminuye

disminuye

sesgadamente se inmiscuye

disminuye

un soplo de alivio

el dolor compartido con otro

¿Qué es eso?

¿Alguien tiene una respuesta?



5.-

 Por ello ya no acudo a las academias

Leo poesía en los ojos vacíos de una piedra

-por ejemplo- Sé que parece demasiado racional.

No soy tonta.

Dejé los estudios sobre la palabra. Y me hundí

entre las piernas ¿de quién? No recuerdo.

Fue muy sensual pero no se termina allí.



6.-

 Ahora dentro del bosque

leo.

No puedo citar lo que leo:

son cantos rodados compactos los poemas

que escriben y leo

es pared muda

no puedo citar

recordar

no puedo

me llamo a un silencio

respetuoso.



Compartimos unos mates y unos criollitos, nos despedimos de los queridos amigos de Laboulaye y seguimos hacia el norte, pues el siguiente destino era la provincia de Santiago del Estero. Allí aguardaba un nuevo pasajero: JUAN MANUEL ARAGÓN, 59 años. Nacido en Tucumán vive desde 1970 en la ciudad de SANTIAGO DEL ESTERO. Periodista, editor de la revista de cultura y educación "El punto y la coma". Autor del Libro "Platita" y de la trilogía "De última". Cuentista con ínfulas de literato. Trabajó en la Municipalidad de la Capital de Santiago del Estero, en el Nuevo Diario y como vendedor callejero de cohetes, jugos para diluir, cremas íntimas, bolsas mágicas. Colaboró con los diarios "El Liberal", de Santiago del Estero, "El Tribuno" de Jujuy y participó en antologías variadas. Sigue escribiendo, al menos una página por día, dice que es "para tener la mano liviana". Nos deja un relato simpático con el cual algunos lectores se sentirán, quizás, identificados.








CABALLO SIN PATAS, OREJAS NI COLA



No tiene patas ni orejas ni cola. La bicicleta es un caballo sin órganos superfluos ni extremidades sobrantes. Los que no somos ciclistas de carrera, profesionales o amateurs, la usamos para ir de aquí para allá. Tenemos la bici esencial, la que trae, a saber, un cuadro, dos ruedas, un manubrio, pedales, cadena. El freno es opcional, lo mismo que la luz trasera. El foco delantero es de un hedonismo sirupítico sin ley.

Es un medio de movilidad sin folklore, no tenemos graves asuntos para contar, tampoco anécdotas curiosas. No tiene una historia, como los cordones de los zapatos, que son útiles para lo que sirven, es decir para atárselos y nada más. De vez en cuando a uno se le ocurre un viaje largo, digamos visitar a la Virgen del Valle en Catamarca o a San Mailín en Santiago. Una madrugada nos ponemos en camino y vamos. No nos disfrazamos con pantaloncitos cortos ni lentes oscuros ni camisetas de colores chillones, sólo la boina de todos los días y a la ruta se dijo, Si hay viento a favor, mucho mejor, si no, pelearla todo el camino.

No quebramos ningún récord, tampoco queremos entrar en ningún libro. El impulso interior que nos lleva a Catamarca es espiritual, parecido al que nos induce a ir a la casa de un amigo a tomar unos mates, ir a la plaza a ver qué pasa o visitar a la Número Dos, antes de que se nos vaya del todo.

La vida nunca nos apuró, siempre estuvimos en el mismo lugar. Alguna vez soñamos con marchar a lejanos lugares a conocer otros cielos, otros soles, otras lunas y estrellas de otros colores. Pero qué íbamos a ir con la chaveta floja, rengueando de una pata, como quien dice. Nos conformamos con quedar tranquilos en el pago de siempre, viendo crecer el paraíso de la puerta de casa y ayudando a los hijos a hacerse hombres y mujeres de bien. Qué otra felicidad vamos a esperar los que tenemos el espíritu cortito, oiga. Ninguna.

Hemos sido y seguimos siendo los que todas las mañanas van de la casa al trabajo y después del mediodía del trabajo a la casa. Salvo los domingos y fiestas de guardar, que nos ponemos nuestra mejor pilcha para ir a misa con la patrona y los chicos, a agradecer porque además de ellos, todo lo tenemos: una ciudad mágica que es nuestra por derecho propio, un barrio maravilloso de veredas amplias y lapachos rosados que tiñen de lila el cielo todos los fines de agosto, amigos de fierro que vienen de toda la vida y la sensación de libertad cuando salimos a pedalear las calles en busca del mango que nos hace morfar.

La vida es simple, nacer, desarrollarse, conseguir una buena compañera, criar los hijos y uno de estos días, mandarse a mudar para siempre al lugar para el que no hay parche y solución. Ni inflador.

Que otros canten las maravillas de los paisajes que visitan con sus hermosas bicicletas rodado veintinueve, con 80 cambios, asiento con un hueco para los huevos, diseño ergonómico y tan livianas como una pluma, allá ellos si viajan a hermosos países a conocer las maravillas de las playas del mar, la montaña o el bosque tropical con monos aulladores trepándose a los cocoteros. Nosotros preferimos las doble caño, las balonas que les dicen, las de carteros, repartidores de antes o tomadores de siempre, esas que no hay problemas en atarlas con una cadena a cualquier árbol porque total quién va a robarla, si además está herrumbrada por todas partes.

Una sola cosa le pedimos a los dioses, si existen, es que la vida no nos halle sin inflador y, por las dudas, gomín de repuesto. Después, que se haga agua la achilata.





Y el trencito (que no es santiagueño) quería subirse otra vez al avión. Y allá fuimos con rumbo a la tierra de los mariachis par reencontrarnos con otro pasajero frecuente: WASHINGTON DANIEL GOROSITO PÉREZ. Nace  en Montevideo, Uruguay el 24 de junio de 1961. Vive en IRAPUATO, MÉXICO desde 1991. En el año l999 obtiene la ciudadanía mexicana por naturalización. Estudios en Periodismo aplicado a los Medios de Comunicación Social, Licenciado en Sociología. Postgrado en Enseñanza Universitaria .Diplomado en Desarrollo Humano Integral. Master en Ciencias con Especialidad en Sociología. Actualmente cursa Doctorado en Ciencias con Especialidad en Pedagogía. Catedrático Universitario, Periodista, Conferencista,  Poeta, Ensayista e Investigador. Ha obtenido premios de periodismo, ensayo, cuento y poesía en México, Uruguay, Brasil, Argentina, Venezuela, Estados Unidos, Alemania y Francia. Ha integrado 17 antologías literarias  en Uruguay,  México, Argentina, Italia, España  y Estados Unidos. Columnista de Análisis Internacional y Temas de Seguridad y Defensa en publicaciones de México, Uruguay, Argentina y Ecuador. Ha prologado obras en Uruguay, México y Ecuador. Miembro de la Unión Católica Internacional de la Prensa (UCIP), Poetas del Mundo y Red Mundial de Escritores en Español (REMES). Ha publicado en Brasil, Ecuador, Suiza, Italia,  México, Argentina, Uruguay, Colombia, Estados Unidos, Chile, Cuba, España, Rusia, Israel, Holanda, Suecia  y Paraguay. Integra 18 antologías internacionales y 3 nacionales (Poesía, haikus, poemínimos y microcuentos). Su poema “Gaucho del Uruguay” fue ilustrado por el pintor Mario Giacoya y forma parte de la colección pictórica denominada  “Homenaje a los Poetas Uruguayos”. Hoy nos deja su poesía.



E Mailw.daniel.gorosito@gmail.com





EMANCIPACIÓN MARINA DE ALFONSINA



Una sola ola es suficiente                                  

para que sea un velero                                                      



y



navegue en el mar remoto,

partiendo de un puerto,

en una playa del Sur.



El agua temblorosa,

me golpeará,

empujándome al abismo.



Los peces llorarán lágrimas salobres

entre enormes esqueletos de navíos.



Me transformaré en sirena



y



 naufragará mi pluma.



Escribiré mi último verso a la deriva

“voy a dormir”.



Los sonidos del mar, me reclaman,

y las bellas caracolas

quieren guardar mis sueños

de emancipación.





LOS ÀNGELES DE ANDRÉS ELOY

Poeta bolivariano

navegando por tu río

el Orinoco ancestral

ese que es tan enorme

es un río casi un mar.

Entre letras y poesía

lo supiste navegar

guiado por siete estrellas

y el dios de la profundidad.

Desde México llegaste

de ese tu exilio final

a tu tierra Venezuela

donde encontraste la paz

unos dicen que estás muerto

otros dicen que jamás.

Lo cierto que te trajeron

en un bote de cristal

 angelitos multicolores

te acompañaron acá

entre ellos varios negros

que tuvieron su lugar

en el cielo junto a  estrellas

que tú pediste pintar.



EL POETA GUERRERO         

                                       a José Martí    

Nuestra tierra americana                                          

siempre te venerará

hombre íntegro y de ideales

blandiendo la dulce pluma

que nos ibas a obsequiar

extraordinarios escritos

rosa blanca y amistad.



Fuiste un poeta guerrero

cuando debiste trocar

la pluma del creador

por la espada del libertador

para forjar pueblos libres

y que muera la opresión.



A tu “América Mestiza”

luz le supiste dar

la chispa que un día encendiste

bien se supo propagar

y ese fuego libertario

jamás se podrá apagar.



Un tequila … unos tamales para disfrutar y aliviar el viaje y … ¡partimos!. De regreso a estas pampas donde los aguardo con sus cuentos y poemas (más una minibiografía). Pueden enviarlos a: letrasenelanden@gmail.com

¡¡Los espero!! Un abrazo



CRIS FERNÁNDEZ

1 comentario:

  1. FELICITACIONES! MUY INTERESANTE , COMO DE COSTUMBRE! GRACIAS POR COMPARTIR!

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