Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 82

PASAJEROS AL TREN !!!!!!!!!

Un nuevo viaje. Un nuevo encuentro con los artífices de la palabra y sus lectores. Porque la palabra no morirá jamás mientras haya quien desee pintar su mundo en negro sobre blanco, quien desee compartir sus vivencias y sus emociones. Por eso el trencito emprende hoy una nueva travesía, abrazándose (aunque sea en forma cibernética) con los amigos.

Aletean los pañuelos en la estación mientras el jefe hace sonar la campana y la locomotora resopla, ansiosa de partir. Viajaremos cerquita nomás, a la ciudad de Santa Rosa, para recordar a un grande de las letras pampeanas: JUAN CARLOS BUSTRIAZO ORTIZ. Nació en SANTA ROSA, LA PAMPA, en diciembre 1929 y falleció en la misma ciudad en junio 2010). Autodidacta. Hijo de un policía, siguió a su padre en los traslados familiares por el deshabitado oeste pampeano y fue telegrafista (oficio al que le adjudicaba importancia central en su percepción de la música y el ritmo poéticos) en Puelches. Esa actividad lo llevó a recorrer y conocer la mayor parte del Territorio de la Pampa Central. Durante muchos años fue corrector y linotipista del diario La Arena. Animador cultural de varios boliches y peñas de la ciudad de Santa Rosa. Varios de sus poemas han sido musicalizados por los músicos pampeanos. Su obra fue declarada de interés provincial. La profesora Teresa Girbal lo incluye en el texto de investigación Estudios de Literatura Pampeana (1974). Bustriazo viajó por el fondo de la región pampeana: puestos, campos perdidos de la civilización, obradores de Vialidad y boliches que jamás figurarán en cartografías –como el legendario “Temple del Diablo”– han sido su país natal. Baqueano de caminos, parajes y rastrilladas, autodidacta y erudito, nómade en su territorio. Siempre en los márgenes, desde sus tiempos de telegrafista en Puelches, como trovador errante, prendado de peñas folclóricas, boliches, extramuros, mujeres de la vida. Su experiencia profunda frente al paisaje fue uniéndose a la búsqueda de un lenguaje “otro”, más “clásico” en los primeros libros, emparentado con la música y el canto. Su experiencia de escritura ha sido cambiante y poderosa. Ya en "Elegías de la piedra que canta" (1969) el poeta "desarmó" su lenguaje para crear un sistema poético encantatorio, pampeano-surrealista, folclórico-universal. Desde el aislamiento de La Pampa, estuvo intensamente comunicado. Clásicos y heterodoxos han alimentado su obra fascinante. Por elección, pudor o predestinación, el poeta escribió largamente en ese territorio, sin dejar jamás los parajes conocidos. Dice la Prof. Ma. Teresa Andruetto: “Ha escrito más de setenta libros, de los que sólo seis fueron editados, en los que se puede diferenciar tres etapas: una primera (1954-1969) que corresponde al cancionero y se caracteriza por la intención de cantarle a la región y por el uso de los esquemas métricos tradicionales (estilos, zambas, milongas), una segunda etapa de transición (1969-1970) donde abandona el esquema fijo de la canción, y la tercera (1970-1987) en la que se repliega en Santa Rosa mientras su poesía se abre, también podríamos decir se rompe, en múltiples formas de experimentación. La originalidad de su voz, su sentido de la musicalidad y el afán de exploración con el lenguaje a partir de líneas de la poesía popular, lo convierten en un poeta de gran luminosidad, una figura extraña -absolutamente atípica- en el panorama de la poesía de su país, desvinculado de un contacto personal con otros grandes poetas de su tiempo y con los grandes movimientos poéticos y al mismo tiempo receptor, heredero y promotor de todo ello.” Ha sido publicado en las revistas Bardo; La Danza del Ratón; Alguien llama. Carpeta de poesía argentina; Diario de Poesía; Patagonia/Poesía; Museo Salvaje; Alter Ego; y en los suplementos “Confines” (diario El Patagónico, Comodoro Rivadavia, Chubut) y “Caldenia” (diario La Arena, Santa Rosa, La Pampa). Aguarda su edición la antología Herejía bermeja, preparada por el poeta Cristian Aliaga.  OBRA PUBLICADA:  Elegías de la piedra que canta" ( Ed. Alpataco - Santa Rosa, 1969),  "Aura del estilo" (Ed. Stilcograf – Bs. As. 1970), "Unca bermeja" (Univ. Nac. de La Pampa, 1984),  "Los poemas puelches""Quetrales"  (Diario La Arena - Santa Rosa, 1991) y “Libro del Ghempín”  (Cámara de Diputados de La Pampa - Santa Rosa, 2004). OBRA INÉDITA: Huellas de la Pampa Honda (1957); Aires de Cobre y Sal (1954-1963); Zambas del Piedra Juan (1954-1959); Ultimas Zambas del Piedra Juan (1960-1964); Canciones del Campamento (1960); Chalileras (1961-1962); Puelchanas (1961-1962); Llantos del Salitral (1962); Viento de la Milonga (1961-1964); Nuevos Estilos (1965-1966); Tercer Libro de Estilos (1967); Quetrales, Cantos del añorante (1967); Estilos Salidos de Madre (1967-1968); Estilos de Juan Salado, con un poema de Piedra Negra (1968); Papeles de Piedra Azul (1968); Cantos Nerecos (1968); Agua enjuta, Guitarra (1969); Sien Socarrada (1969); Cartas desde la Piedra (1969); Segundo Libro de Cartas (1969); Tercer Libro de Cartas (1969); Ultimas Cartas (1969); Y tu Ángel y el Estruendo (1969-1970); Costilla de Azucena (1970); Las yescas, canciones del enterrado (1970-1971); Cantar del Anima y Canción de Enjuto (1971); Cantos de Malhayadas o Canción de Juan Carlos (1971); Segunda Canción (1971); Solo de Agua (1971); Punteo Violeta (1972, cinco libros en uno); Endechas (1972, cinco libros en uno); Los dibujos (1972); Las Pinturas (1972); Canción Rupestre (1972); Los Decimientos (1972-1973); Caja Amarilla (1973-1974); Palabra Colorada (1974-1975); Cárdena la Raíz (1974-1975); Libro Sangrado (1975); Cofre de Cuarzo (1975); Obsidiana (1976); El olor del Opalo (1976); Poemas Parietales (1976-1977); Libro del Ghempín (1977); Alcatuf‚, Topasaire, Sol Azul, Pedernal y Piedra de Oro (cinco libros en uno, 1977-1983); El cantor del anillo de Plata (1983); Piedra Cocida (1983-1984); Canto Escarlata (1984); Rüñi Taf (1984); Cóndor Verde (1984); "Libro de Cortezas del Flamenco Bustriz"; y "Los neotangos de Charol" (éstos dos últimos anunciados por el poeta en 1989-90). Como apreciarán su obra es extensísima, lo que me ha dificultado la elección de los poemas a incluir. Los dos primeros “Niña del Curacó” y “Canción para la niebla puelche” se relacionan para mí con una cuestión sentimental: no solo me han gustado muchísimo desde siempre sino que los interpretamos con el “Coral XX de Septiembre” (de la Asoc. Italiana de G. Pico) que integro. Espero que disfruten estos bellísimos poemas.


NIÑA DEL CURACÓ

Costeña de ojos puelches. Mantita fina.
Un aire de flamencos llega con vos.
Te veo en las canteras urrelauqueñas
por la senda alazana de la oración.

Entonces me prendías hondas chicharras
en una casa blanca del Curacó.
Y en las tarde del agua era en mis manos
un pájaro chiquito tu corazón.

Dónde arderá tu zampa taza de arrope
Torcacita torcaza, ramo de adiós.

Yo era como el viento poncho hilacheño.
Y a veces me rojeaba el desgarrón
de los espineríos cuando llegaba
hasta la dulce costa de tu temblor.

Mañanita pichana, chaquira verde.
Que nunca le haga daño tu corazón.
Desde el peñón pintado de las Mahuidas
Con los ojos del cobre la miro yo.

      Musicalizado por Guillermo Mareque

CANCIÓN PARA LA NIEBLA PUELCHE

Me anda siguiendo la niebla
por esta tierra salada
y con sus manos de fuego
me va tocando en el alma

Despacito y andariega
bajas al lecho del río
y en los yuyos vas dejando
tus chaquiras de rocío

Niebla tapando los jarillales
Alma india de los salitrales

Ya siento que te vas triste
marchita de sal perdida
por eso aquí te regalo
mis coplas de cuarzo y chilca

Niebla puelche como el humo
ya te vas por la mañana
como el sueño de los ranchos
por la pobreza callada

Sola, caída niña desnuda
Magia tu sombra
en la tierra cruda

      Musicalizado por Guillermo Mareque

4
y crecía la hornalla hosca
en aquel pueblo de hornos pérfidos
eran mayas eran aztecas
eran quichés de estuco y lágrima?
eran teocallis bermellones
o pirámides de tierra terca?
eran hombres de barro fresco
recién hacidos por el gran padre?
eran esclavos colorados
o eran grietosos cuasi hombres?
pero crecían las hornallas
trabajosamente crecían
empinábanse con dolores
para que cuajaran panes panes
eran palacios de gentes torvas
o con máscaras de barro impuro?
con inocentes mascarillas
gentes que siempre comerán barro?
crecía la hornalla cumplíase
entre colorinches y desvelos
 17
y anduve solo y no era la luz
fuíme por duros corredores
por los pasillos pesaroso
y saquéme un papel azafrán
con un saludo de tez granate
“he aquí que llégueme a verte
juancarlos estuvo en esta torre”
y fuíme solo y no era la luz
por los pasillos musitantes
atrás dejé los corredores
negros y más que hechos con cuervos
quedóse el papel inclinado
esperando tus ojos de mora
y como un ciego fui con las manos
interrogando a las paredes
buscando la puerta brillante
los tragaluces del castillo
el aire que andaba en el mundo
“juancarlos estuvo en este cuarzo”
fuíme solo y no era la luz
                                          de Unca bermeja (1973)
QUETRAL 4

Quetral del salamanquero,
del indio rico Antipán,
de aquel Jesús Calluhueque
borracho en la soledad…

“Los brujos dan sus poderes,
le piden prendas al hombre:
tuve que darles mi matra
bordada con arreboles.”

Quetral del brujo piedroso,
de aquella pipa de piedra,
o del matuasto tejido
por el señor-de-las-sierras…
II
“Y yo les di mi cuchillo
de fino cabo de plata…,
y al poco tiempo murió
mi amor sin besar mi almohada.”

Quetral del pardo mortero,
del raspador transparente,
lengua filosa, luz lanza,
tajo nomás, llaga siempre…

Salamanquero yo fui,
y era Juan Paulo Durazno,
Honorio Manquepillán,
el Nicolás Antenao.

…víbora de colores terribles…,
onduloso chasquido
bajo el abuelo Sol, el Gran Cabeza de Oro…
Sangrecita casi flauta,
torturada, torturada…
Apágame ya
este canto…
Ay, víbora,
tu silbo
rojo.

                   de Quetrales. Cantos del añorante (1967)

Los Poemas Puelches ( 1954 - 1959 )

LA TEJEDORA PUELCHE

                        Andaba doña Gregoria el caserío,
                        ofreciendo sus matras. Un día se fue
                        del pago. Los paisanos conservan
                        sus trabajos todavía, llenando con sus
                        colores los humildes recintos de los
                        ranchos...

Aquí viene llegando
la tejedora puelche,
la que tejía sus matras
lo mismo que su suerte.

Venía siempre al pueblo
en busca de la gente,
saliendo de la tarde
como una chilca verde.

Llegaba despacito,
subiendo desde el este,
allá, donde el río seco
se junta con la muerte.

   Chamal rojizo y verde,
   color que trae la suerte.
   ¡Ay, tejedora puelche!
   tu sombra siempre vuelve.

Hoy suben de la tierra
tus raíces silvestres,
los vivos colorinches
de tus lanas alegres.

Loco el viento de junio
castiga, pardo y fuerte,
con tus matras yo tengo
la sola patria puelche.

Y aquí te dejo viva
memoria del Oeste,
derramada en mi canto
como un río ferviente.

   Chamal rojizo y verde,
   color que trae la suerte.
   ¡Ay, tejedora puelche!
   tu sombra siempre vuelve.


DE LA CALANDRIA
                        A Margarita Monges, poeta.
En un paisaje de adobes
y de piedras solitarias,
debajo de cielo puelche
una calandria cantaba

   (En el corazón tenía
   una guitarra hechizada)
Cuántas cosas le salían
de su sangre enamorada:
todo el canto de la tierra
le cabía en la garganta

   (¿Qué dios remoto y silvestre
   le regaló tanta magia?)


Era el triste de los yuyos,
la huella de las aguadas,
era el estilo del viento,
la milonga de las bardas.

   (Porque mil pájaros sabios
   era la sola calandria)


Una vez regresó el río
con pifulcas desbordadas,
y sus viejas sinfonías
me repitió la calandria.

   (Era una niña de cobre
   con un cacharro de lágrimas)


¿Dónde andará con su canto?
¿De quién serán sus tonadas?
Con esta música vuelve,
pero mi voz no la alcanza.

   (¡Se me ha vuelto la calandria
   una guitarra con alas!)


                      
Musicalizada por Délfor Sombra



EL VIEJO QUINTÍN, “INTRUSO”

Después de lunas y lunas,
lo quieren sacar del campo.
Hoy lo he visto, cobre antiguo,
tierra y temblor, sueño amargo.

Allí está su sombra india
casi tocando la ausencia,
como si fuera a quedarse
ahí mismo, sobre la hierba.

“Hace
años que trabajamos
este campito nomás...
Me dicen que soy intruso
y que me debo marchar...”

Casi nunca viene al pueblo,
su sangre apenas lo lleva,
y en sus ojos hace tiempo
que anda rondando la niebla.

Tener que irse y tan solo...
La tierra tiene otro dueño.
Don Quintín, cómo decirte
que los intrusos son ellos!

“Hace años que trabajamos
este campito nomás...
Me dicen que soy intruso
y que me debo marchar...”


VOLVIENDO DON CORREA...

                        Me contaron que siempre guitarreaba,
                        llenando de alegrías los patios de
                        los ranchos sonoros y con luces...

Ahí llega el viejo Correa
saliendo de la mañana
como apartando la niebla
con sus largas manos pardas.

Regresa como trayendo
de su antiguo tiempo puelche
sus yuyos de curar tristes
y sus vinos de la suerte.

Esto es ya cosa del sueño,
pero fue, y aquí lo cuento.

Lo cuento porque se me hace
que un día volvió subiendo
al perdido paradero
donde andaba su recuerdo.

Llegó hasta la casa aquella
de adobes acurrucados;
se hizo aleteo el saludo,
rojo en el aire y quemando.

Tal vez parezca que sueño,
pero yo estoy bien despierto.
Se fue otra vez don Correa
con su tiempo guitarrero,
rumbo a los cerros azules,
lleno de vientos jumeros.

La niebla lo trae ahora
con su solo paso andando.
Vino a mi voz su recuerdo:
aquí estoy para nombrarlo.

Esto, repito, no es sueño;
fue hace tiempo, pero es cierto...


LA RUCA DE TACONAO

Iba su sombra pobre saliendo del boliche.
Iba su sombra pobre cavándolo al salitre...

Hace días pasa Taco
con un hacha y una pala
hacia el bajo del salitre
donde duelen las mañanas.

Taconao levanta un toldo
de oscuro barro y jarilla;
al quincho lo hará de ramas
y al piso de tierra fría.

Su compañera le lleva
las pilchas y los enseres;
sus hijos arrean chivitos
desde las casas del este.

Taco Peralta trabaja
porque el invierno anda cerca.
La pobreza lo acorrala,
lo ronda la helada negra...

La ruca vieja del Taco
coronaba unas barrancas
de rosados piedreríos
brillando en la tierra parda.

El hombre es nómada y anda
al par de las estaciones;
junio lo muerde, y él huye;
enero quema y lo corre...

Por eso pasa y repasa
con el alma perseguida,
la sangre puro aguardiente,
y el viento, que lo castiga...

Taco Peralta descansa.
La tarde puelche lo ahonda.
Rojeando está el cerrerío,
y ya lo llama la Rosa...

                  
Musicalizado por Guri Jáquez

Nos despedimos de los amigos santarroseños y el trencito rumbeó para el sur pues en la provincia de RÍO NEGRO nos esperaba un nuevo pasajero: JORGE CASTAÑEDA. Poeta, escritor y periodista argentino nacido de padres rionegrinos en la ciudad de Bahía Blanca y radicado en VALCHETA (prov. Río Negro). Ha publicado los siguientes libros: “La ciudad y otros poemas”, “Poemas breves”, “30 poemas”, “Poemas sureños”, “Sentir patagónico”, “Los atabales del tiempo”, “Valcheta, un pueblo con historia” y “Suma Patagónica”, “Pilquiniyeu es un chancho que vuela” edición digital “Que de libros” Ediciones, “Por la vida y por la Patria” Poemas edición digital “Que de libros” ediciones. Tiene inéditos: “El lirio de los valles”, “Crónicas & Crónicas”, “Donde llora el ornitorrinco”. Figura en varias antologías tanto nacionales como extranjeras, habiendo recibido numerosos premios por su obra literaria. Es conferencista sobre temas patagónicos. Es miembro de la Sociedad Argentina de Escritores, de la Academia Virtual Sala de Poetas y Escritores (Brasil), Socio del Círculo de Poetas (Morón), de la Asociación Cultural Bilakabide (España), del Club de Amigos “El Paisaje” (Vizcaya, España), Socio de Honor del Ateneo Cultural de Buenos Aires, del Ateneo Cultural “El Hornero” (José C. Paz), miembro adherente del Fondo Editorial Bonaerense y del Editor Interamericano de Buenos Aires, Titular Académico del Centro Cultural Literario y Artístico “Agustín García Alonso” (España), Académico Benemérito del Centro Cultura “Gazeta de Felgueiras” (Portugal), Miembro de Honor del “Club de Intelectuales Franceses” (París), Socio de la Unión de Poetas y Escritores Argentinos de Buenos Aires, Miembro de Número de la Fraternidad Internacional de Escritores (Estados Unidos), Académico de Mérito de la Academia Internacional de Pontzen (Milán, Italia), de la Asociación Cultural “Amigos del Teatro” (España), Miembro Numerario de la Asociación Mundial de Escritores con sede en León, España, Miembro del Centro Literario “Bartolomé Mitre” (Azul), Diploma de Honor extendido por la Municipalidad de la ciudad de Quilmes,  Miembro Correspondiente de la Unión Cultural Americana con sede en Buenos Aires, Certificado de Excelencia en Letras (Univ. de Colorado (EEUU), Certificado de Honor otorgado por la Embajada de la República del Líbano en Buenos Aires, Cónsul para la provincia de Río Negro de “Poetas del Mundo” (Chile), Miembro Asociado al Colectivo Internacional “Sane Society” y de “Talen Seekers" (EEUU), Asociado del grupo de Poetas y Escritores Bilingües “Pensarte” de Seattle (EEUU), Miembro de la “Red Mundial de Escritores en Español" (España), Poeta Asociado a la World Poets Society (Grecia), integrante del colectivo ComunicArte, del grupo internacional de poetas “Antonio Miranda” de Brasil, representante en Argentina de “Abrace” entidad cultural de Montevideo, Uruguay, Socio de “La Voz de la Palabra Escrita” (España), Miembro de la Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos (Selae) con sede Milán, Italia, Miembro de la Asociación Latinoamericana de Poetas, Escritores y Artistas (Asolapo)(Cuzco, Perú), Colaborador de la Asociación Artística y Literaria “Palabra Siglo XXI” (Brasil), Delegado Honorario de la Sección Argentina del Foro Internacional de Cultura y Literatura por la Paz, Miembro del Congreso de la Sociedad de la Cultura Latina (Brasil), Miembro de la Unión Hispanoamericana de Escritores (Perú), Embajador Universal por la Paz designado por el Circulo Universal de la Paz con sede en Ginebra, Suiza; miembro del Colectivo Cultural “Hía Tahuikatzi” (Sonora, México); miembro del Colectivo “Ave Viajera” (Colombia), figura en la Antología Poética Nacional por la provincia de Río Negro, editorial “Gazeta Virtual”. También han sido publicados textos en la prestigiosa revista Carta Lírica y en la antología literaria “Rostros y voces”. Invitado a exponer poemas en el homenaje al nacimiento de Pablo Neruda en la casa de Isla Negra, junto a otros poetas del mundo. Su obra literaria ha sido declarada de “Interés cultural” por la H. Legislatura de Prov. de Río Negro y presentada de igual forma ante la H. Cámara de Diputados de la Nación. Recientemente la Honorable Legislatura rionegrina lo ha designado “Ciudadano Ilustre Río Negro”, por su extensa trayectoria literaria que le significó reconocimientos internacionales y por su contribución invalorable a la cultura nacional (año 2009). Ha participado con sus trabajos en numerosas páginas web del país y del exterior. Nos trae aquí sus poemas.


MI ESPERANZA BARCO SUR

Barco herido piedra soy
Escorial prisma de luz
Un color una sustancia
Por mis venas sangre azul.

Caballero solo nácar
Corazón a contraluz
Y una lluvia monocorde
De tristezas en azul.

Soy estrella de los cielos
Me lastima la inquietud
Pedregal picada abierta
Y esta pobre latitud.

Viento torpe catedral
La meseta una virtud
Caracolas y gaviotas
Mi perdida juventud.

Sílice soy basalto
Fogón de lumbre a la luz
Distancias faldeos del monte
Sordos galopes en cruz.

Araucaria en la espesura
Sol amargo y lasitud
Riscal perdido vertiente
Busco mi escala de luz.

Amigo soy del viento
Peregrino y al trasluz
Bitácora navegante
Mi esperanza barco sur.


PATAGONIA

Reino de plantas enanas
Y de piedras tutelares
Tiempo perdido en el tiempo
Sus últimos avatares.

Misterios en la espesura
Donde alocan los imanes
El paso de las centurias
Sus edades primordiales.

Fundación en los ancestros
Sus luces crepusculares
Rosa vana de los vientos
Luna por los escoriales.

Imperio de las tacuaras
Oblicuas y desiguales
El Toquí ceremonial
Y de piedra los corrales.

Estepa en el horizonte
Sus dioses arteriales
Panteón viejo Olimpo caído
Su estatura de gigantes.

Recuerdos de la memoria
Sus llamadas ancestrales
Tiempo que llama de lejos
Para descifrar sus claves.

Me voy. El Sur es mi Norte
Sus estrellas son mi sangre.
La Patagonia es un sueño
Aguardando entre celajes.


COMO QUISIERA

Cómo quisiera una estrella
Ay, molinillo de plata
Para que no ande mi pena
Sin sueño de madrugada.

Cómo quisiera la luna
Redonda por mi ventana
Para mirar y mirar
Adentro de mis nostalgias.

Amalaya fuera viento
Para correr las distancias.
Muy poco debe pensar
Aquel que mucho trabaja.

Si pudiera ser camino
Para acomodar las cargas
Pensando en mis propias cosas
Han de sobrar las palabras.

Si pudiera ser la sombra
Ahí cerquita me quedaba
Abajo del árbol grande
O durmiendo en la enramada.

Otro yo nunca sería.
Soy yo y mi circunstancia:
Un hombre sobre la tierra
Que escribe se desvela y canta.


SERA POR LA PALABRA

Será por la palabra
Un mundo de milagros
De capullos y libros
Nuevos abecedarios.

Será por la palabra
El orbe trastocado
Y será la violencia
Recuerdo del pasado.

Será por la palabra
El cielo constelado
Y nuevos universos
De justicia colmados.

Será por la palabra
El hombre transformado
Cual ánforas abiertas
De secretos y arcanos.

Será por la palabra
El pueblo iluminado
Estrechadas las manos
Como buenos hermanos.

Será por la palabra
El futuro más claro
Y el Verbo del principio
Un grito esperanzado.


CANCION PARA MI RIO

Quiero mojar mis manos en el río
Su agua fresca bajando del Limay
Viajar en las lanchitas por sus aguas
Buscar el sol en su boca de sal.

Nostalgia del Río Negro en la comarca
De frutas y manzanas me hablará
Su corazón perfuma en las riberas
Como mis penas sus aguas se van.

Quiero dejar mis horas en su cauce
Hablando de mis cosas al pasar
Me saludan los sauces y los mimbres
Y esta vida con ganas de soñar.

En la arteria de tus aguas quedaré
Y en tus olas su espuma de cristal
Como pasa el caudal de tu corriente
Pasan también mis años que se van.


VALCHETANGO

Silencio de los rieles, dormida la estación
Los loros que regresan repiten un adiós.
El pueblo se anochece, preludia mi dolor.
Me acuna como un niño la luna y su fulgor.

Álamos que conversan, un cielo de arrebol,
Las pálidas estrellas que rielan con su temblor.
Murmullos del arroyo dicen con su rumor
Mañana será tarde la espera del dolor.

Las aguas que se van me dejan su temblor.
Mi vida, mis afectos, todo m i por tener;
Los sauces y los mimbres, los jardines en flor.
Valcheta se anochece, el cielo un carrusel.

Me duele su recuerdo, sus manos como un sol.
Mañana será nada, ¡Qué importa mi dolor!
Adiós querido arroyo, también te digo adiós:
Ha de quererla mucho mi pobre corazón.


NIÑO NARANJERO

Con tu niñez por las calles
Y tu sonrisa redonda
Vendeme un par de naranjas
Para comérmelas  mondas.


Tu bañadera por cesta
Y la inocencia una alondra.
Dame una brisa traviesa
Donde la vida se asombra.


Son toda luz y ambarinas
Las naranjas que asoman.
Hay un perfume de azahares
Y también luces y sombras.


Te adivino naranjero
Tan amarillas y redondas
Con la cesta bien cargada
Frutas pulidas y orondas.


Con tu carro de madera
El corazón se alborota.
Que alguien compre tu tesoro
Pregón de naranjas blondas.


Vendrás  niño naranjero
Desde la infancia remota
Tal como un hijo encontrado
Vendiendo frutas redondas.


Saboreamos unas ricas frutas y degustamos un lindo vinito mientras decíamos adiós. La cordillera nos llamaba por lo que la locomotora, resoplando resoplando, cruzó los Andes para llegar a CHILE. Que allí nos esperaba un pasajero que ya ha estado con nosotros: RICARDO PONCE CASTILLO. Les recuerdo sus datos: Nació en el puerto de COQUIMBO (Chile). Obtuvo el título de Técnico Universitario en Prevención de Riesgos, en 1977; terminó su carrera laboral como: Experto Profesional en Prevención de Riesgos, el 2007. Trabajó por más de 31 años en Codelco Chile - División Salvador, en la III Región de Atacama, Chile. Tiene publicados 4 libros y está incluido en muchas Antologías. Últimos libros (poesía): “POR AMOR” y “MAS AMOR”. De pronta publicación: “TIERRA DE SALVAJES” (cuentos). Autor de una recopilación histórica del pueblo Colla de Atacama: “AÑAPIANDO...AÑAPIANDO” (que significa: Caminando... caminando con sabiduría por la vida). Ha ganado premios literarios a nivel: Comunal, Provincial, Regional, Nacional e Internacional. Se le otorgó entre otros: Premio Provincial de Literatura el 2003 (Provincia de Chañaral, 3ª región de Atacama); Premio Sociedad de Escritores de Atacama, en 1989; Distinción Federico Varela (año 2000) distinción que entrega la Ilustre Municipalidad de Chañaral; Premio Municipal de Literatura, Municipalidad de Diego de Almagro, el 2007, entre otros. Los últimos premios literarios son: 3º lugar en cuento y 3ª mención honrosa en poesía, Concurso SESAM, Córdoba, Argentina. Aquí nos deja su poesía, con un sentido mensaje de amor. 


LLUVIA DE BESOS

A veces, cuando la mirada
 y la sonrisa no es suficiente,
cuando tomados de la mano recorremos playas,
Alamedas  o por los jardines
de nuestros sentimientos,
paseos que no fueron suficiente para que el amor
reverbere con fuerza
 en nuestros corazones.

Entonces querida mía, cambiaré de estrategia,
te tomaré de la mano
y viajaremos al castillo donde la bella durmiente aún duerme,
para cambiarte de puesto.

Te recostaré en su lugar, admiraré tu belleza
y con mi corazón pleno
de amor te cubriré
con una lluvia de besos
para despertarte
de tu sueño
y decirte que te amo
para siempre.


LLUVIA DE AMOR

Ya no queda ninguna duda,
en este tiempo de violencia,
de odios y muerte,
lo único que nos queda
es esperar que nos  llegue
desde lo alto
una lluvia de amor.

 El amor que he sembrado
no ha sido suficiente para cambiar
el corazón de nuestros hermanos,
aún así, sigo abriendo surcos
para que cuando llegue la lluvia nos encuentre preparados.

Pienso que aún no he hecho
lo suficiente para amar y ser amado,
para sentir las caricias que tal vez no entrego con amor.

Con fe y alegría reuniré
en la piscina  de mi alma
la lluvia de amor para luego entregarla a mis seres queridos
que lo necesitan más que yo.


AL FINAL DEL SENDERO

La penumbra cubrió
mis miedos de enfrentarme
a mi destino,
sentí el terror típico
de los sin fe,
pero me sobrepuse
e ingresé a su sombra,
seguí mi destino,
con la paciencia y la paz cobijada en mí construí
una lámpara que me guiara
a tu presencia.

Tenía hambre de tus labios,
de acariciar tu cuerpo,
de tenerte entre mis brazos,
tanta que sobrepasé todos
los diques del temor
que me retenían, sólo por ti,
amada  mía.

Hoy sigo los consejos
de mis instintos, tengo fe,
al final del sendero
 te encontraré y seremos uno en la vida y el amor.


FRIO CORPORAL

Cuando estás frente a mí
el frío que recorre mi espina dorsal
siento que no me pertenece,
es algo que se sobrepone
a mis ansias de abrazarte
y de regalarte mis caricias.

Es que te siento lejana,
pese a mi amor por ti
siento esa impotencia
de no poder abrazarte
y decirte que te amo.

Es ese frío que corroe nuestro destino,
algunos la llaman indiferencia, otros desamor.

Al final de cuentas
lo único que me interesa
 es saber que te amo y que
te tengo frente a mí.

De verdad, con sólo mirarte
ya soy feliz, lo demás,
bueno, lo demás,
después vendrá.



DANZAS DEL AMOR

Nosotros debiéramos aprender
lo que nos enseñaron nuestros ancestros,
es que desde  los primeros clanes,
toda ceremonia religiosa comenzaba con danzas ceremoniales.

Así debe ser, la música
y el baile deben ser junto
al amor nuestro diario alimento.

No hay otra forma de retener
a la alegría con nosotros para siempre,
todas las otras formas son solo pasajeras y banales.

Insisto, toda guerra, odio político, racial, religioso,
debe ser derrotado por nuestra
arma más poderosa:
El amor, endulzado por la miel del baile ceremonial


CANTO DE SIRENA

Coronado por agrios suspiros,
con mis manos sangrantes
por los clavos de tu indiferencia,
con mi costado destrozado
por el lanzazo que recibí
con tu desprecio,
y humillado setenta veces siete
por tu desamor
corrí hasta la ribera del río
y le aumenté su caudal
con mis lágrimas.

Como el canto de una alondra
fue el canto de la sirena
que me miraba sonriente
mientras se lavaba su cabello
desde la orilla del río.

Sentí renacer mi espíritu
al ver su mirada,
rejuvenecí al sentir su sonrisa
como caricia por mi cuerpo,
su voz, cuando me llamó
parecía clarinada del corazón.

Fui a ella y volví a nacer.


Previo a regresar cruzando el paso, nos arrimamos a Las Cruces para abrazar a la princesa y tomarnos unos matecitos. Y así fortificado el trencito puso rumbo otra vez a nuestro país, con mayor precisión a la provincia de CÓRDOBA para recibir a una nueva pasajera: MARÍA ELBA BENÍTEZ. Y se presenta ella solita: “Soy nacida en VILLA GENERAL BELGRANO- Calamuchita, Pcia. de Córdoba, al pie de las Sierras Chicas. Los arroyos serpentean cruzando las calles y caminos del pueblo en una armonía de paisajes entre la vegetación salpicada de techos rojos y negros. En la arquitectura predomina la madera y las piedras, como así también se caracteriza por los techos a dos aguas. Yo caminé las calles sin asfalto para llegar a las escuelas primaria y secundaria. Desde muy jovencita empecé a trabajar en el Registro Civil y cuando cumplí los veintiún años fuí nombrada Secretaria rentada del Juzgado de Paz Lego, donde permanecí durante quince años. Después continué en otras Oficinas de la Municipalidad y Círculo Médico. Ajena a saber que la literatura estaba incorporada hasta que descubro por un acróstico enviado a mi pequeña hija, que yo podía hacer versos. Me aboqué a la tarea de escribir acrósticos con  nombres de personas. Escribí 200 acrósticos y edité mi primer libro "Acrósticos de María Elba". Mi entusiasmo me llevó a escribir 500 acrósticos manteniendo el estilo del verso en un mensaje positivo de amor a la vida. La poesía fue apareciendo en mi vida como mariposas en vuelo. Cada tanto surgía la frase hasta convertirse en una imagen espiritual que me atrajo y le dio otro color a las esperanzas de la vida. He publicado en Antologías, revistas y radio. Asisto a Encuentros de poetas. Organizo Eventos, Certámenes, antologías y conferencias para alumnos de Nivel Medio.” Nos deja dos poemas de su autoría. ¡A disfrutarlos!


LA  MISIÓN DEL MADERO

De una semilla en la lluvia
el árbol que dio su sombra,
en vetas de brotes nuevos
la savia de los misterios.

Frondosos brazos al cielo
se alzaron en las plegarias
abrazando las estrellas
los verdores de esperanza.

Refugiado entre los cerros
los vientos en su castigo,
en lacerante despojo
cayó su talla en madero.

En cruz lo fortalecieron
para misión intangible
ser sostén de lo sagrado,
del Ser mas amado del mundo:
el Jesús crucificado!


CALENDARIO

Presiento el roce de las nubes
y pretendo descifrar en el aliento
la humedad de los labios al tocarte.

Retengo la ilusión del viento
soplando los colores de arco iris,
mis pupilas en gemas se traslucen.

Sostengo el calendario de mi vida
perenne en la memoria de los tiempos,
una fecha coronada de lunas de diamantes.

Un camino veloz en la distancia
ganándole al murmullo de aquél río,
la sed del manantial sorbiendo besos.

La luna se consagra en el misterio
y avanza en el lecho de la noche
salpicando cristales de emoción.

Los recuerdos boreales de la mente
en sublimes deidades se trasuntan
conmoviendo la esencia del amor.


Estaba cansada la locomotora ¡pobre! pues había recorrido mucho camino ... Así el trencito se fue al tranquito corto al pago donde espera a los amigos que quieran sumarse a esta travesía ferroliteraria. Recuerden que espero sus trabajos en millaco@ciudad.com.ar (junto con una minibiografía).
Y nos fuimos !!!!!!!!!!! Un abrazo pampa

                          CRIS FERNÁNDEZ    

1 comentario:

  1. ES UN PLACER HABER PODIDO LEER ESTE TRABAJO LE EXTIENDO MI HUMILDE FELICITACIÓN Y EXPRESIÓN YA QUE ME HA ENCANTADO SABER DE OTROS ESCRITORES QUE DESCONOCÍA. MI AGRADECIMIENTO INFINITO!.
    POR ESTE NUEVO SABER TAN HERMOSO .
    LIDIA CRISTINA CARRIZO

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