Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 61

BIENVENIDOS AL TREN !!!!

La locomotora se tomó un descanso (junto a la maquinista) para volver con renovadas fuerzas. Y así poder seguir haciendo camino ... enlazando letras y amistad. Que ambas cosas nos unen más allá de las diferencias culturales, raciales o geográficas. Entonces ... como siempre.. ¡a recibir a nuestros pasajeros invitados de hoy!

Nos estaban llamando desde la provincia de Córdoba. Y allá fuimos hasta la ciudad de HUINCA RENANCÓ para que ascendiese una joven promesa de las letras: DIEGO LÓPEZ. Nacido y residiendo en Huinca Renanco (sur de Córdoba) vivió también algunos años en General Pico. Trabaja como empleado de farmacia y no ha hecho, hasta el momento, talleres literarios. Sin embargo ello no es óbice para que haya resultado ganador del certamen "Pueblos Ranqueles 2.008" en el género narrativa, con un hermoso relato que aquí les acompaño. Asimismo tiene escritos poemas que incluye en su blog www.ogeidzepol.blogspot.com. Que lo disfruten.


LA NADA

  El vacío errante de una sombra vagabunda, imperceptible y olvidada. Casi inerte.
Invisible ante las miradas enceguecidas, de aquellos que no desean ver. Silenciosa, tocando acordes del mutismo. Solitaria, porque la soledad le fue impuesta. Intangible, como la penumbra que acecha y arremete. Así la describían y juzgaron, por su apariencia, sin conocerla. Para todos, la nada. Para nadie, Noara.
Una muchacha de ojos negros, con el alma lacerada por la pena. Sus manos suaves como la brisa que acaricia. De cabello rojo amanecer y de piel tan blanca, rozando lo traslucido. De vestidos oscuros y pies desnudos. De atavíos tristes y pasos cansados.
Deambulando senderos, que la distanciaban de la aldea en que vivía, a orillas del mar.
La playa la vio nacer y fue depositaria de sus lágrimas, cuando la muerte le arrebató a sus padres y su niñez. Legándole el primer encuentro con la tristeza, otorgándole su única compañía; la soledad. El tiempo  le enseñó a ocultar su dolor, pues las heridas aún surcaban profundas. Era el mar quien bebía su llanto cuando la nostalgia navegaba a la deriva. Era el ocaso quien le ofrendaba calma, en que la muerte del día, se llevaba por un instante la nada.
Y cuando el alba despertaba, la encontraba ya vestida en el cobijo de su humilde morada. Enredada entre pinceles y acuarelas, con los que pintaba anhelos dormidos, sobre pañuelos de seda. Solo los efímeros turistas, en cualquier época del año, eran quienes comparaban su arte. Pues era esto su único sustento.
 
Fue una tarde de algún día. En que una lluvia intensa anunciaba un temporal, y el mar se tornaba bravío. No tanto como su alma, en el que el sollozo del firmamento, se aunaba con el de los recuerdos. Necesitaba distraerse para que la ausencia no se hiciera presente. Fue hojeando las hojas de alguna revista y en cierto instante, se detuvo el tiempo.
Ahí, sobre un papel arrugado, casi añejo, despertaba a sus ojos la imagen de unos niños. Con miradas vacías, perdidas en el aire de la nada. Reconociendo la soledad que ella misma respiraba. La revista encuadraba un artículo sobre un centro oncológico y de cómo unos niños, padeciendo leucemia, se aferraban a la vida. Hablaba de medicinas nuevas, someterse a radiación y quimioterapias, de esperanzas de vida. Mientras que la imagen de unos pequeños susurraban temores y necesidad de esperanza. Una lágrima besó su alma, y despertó a Noara. Mientras leía nuevamente el artículo, se deshizo de su soledad. Y comenzó a vestirse con la de esos niños que aún no conocía.
Tomó nota de una dirección que figuraba al pie de la foto. Encendió una vela por cada uno de ellos. Y comenzó a escribir una carta en el sosiego de la noche. Un papel blanco y una letra temblorosa, la oyeron presentarse, temerosa al hablar de ella.
Escribió de miedos y soledades, se remitió a ellos. Se despidió ansiando conocerlos y anhelando la tristeza, fuera desvaneciendo. La firmó como esperanza, pues no era necesario su nombre. Y cuando la lluvia aún se confundía con sus lágrimas, fue enviada.
Al cabo de unos días y sorprendiéndola de lleno, tocó a su puerta la respuesta. En un sobre verde estaba escrito su nombre, y al dorso un remitente que guardaba en su memoria. Dentro yacían quince sobres, de aquellos que habían leído su carta. Y en agradecimiento, le escribieron abriendo su alma y cerrando sus penas. Las leyó una y otra vez, hasta que supo todo de ellos. Sus miedos, la desolación de contemplar la caída del cabello, los vómitos y las náuseas, el sabor que encierra cada medicina. La posibilidad que lega un transplante de médula. El aprender el significado del termino cáncer. Descubrir los glóbulos blancos y leucocitos. Crecer de golpe, aceptando el destino, conviviendo con la enfermedad.  Conservando la fe que u día cercano, los encontrara sanos. Conoció sus sueños y los escribió con acuarelas, sobre pañuelos de seda. Para protegerlos del olvido, y cuando fuera el momento, echarlos a volar.
Desde entonces, por los días pintó anhelos dormidos. Y por las noches encendió quince velas, entregando el alma en palabras. Les narró historias de sirenas y delfines; contó cuentos de hadas, compartió sus sueños. Escribió todos los días, y jamás se quedó sin respuestas. Los consoló cuando el cansancio abatía; los contempló pálidos y si cabellos, los abrazó en la distancia. Sonrientes. Les ofreció amor y compañía en su camino incierto. Les otorgó un poco de ella, un trozo de esperanza.
 
Así se sucedieron los años, y la vida la encontró ya anciana, con el cuerpo doblado de tanto cargar penas. Con sus pasos ya lentos, y sus manos otrora suaves, eran ya ahora temblorosas. El tiempo le hurtó el rojo amanecer de sus cabellos y a cambio se los pintó de blanco. El mismo tiempo ensombreció su vida, legándole la penumbra en su mirada. De las quince velas niñas, algunas  extinguieron  su flama, y aún con su sufrimiento, se encendieron nuevas. Su corazón se fue doblegando por el dolor de la perdida. Y respiró halos de alegría por los que aún transitaba.
Con el alma ya  marchita y cansado de marchar, pudo ver en su penumbra el beso de la muerte. Cerró la puerta a la vida. Y sus pasos cargaron con ella su último andar.
El ocaso la encontró sobre la playa, vestida de blanco por primera vez. La noche la cubrió con su manto de estrellas, y la abrazó ya serena, ya dormida. Las  olas se aquietaron y el mar se tornó calmo. De sus entrañas surgió silenciosa la paz eterna. Un cortejo de medusas, danzaron a su paso, mientras la bruma le marcaba  el camino. La mirada apagada de un alma herida, la esperaba desde antaño. La tomó en sus brazos, hundió sus manos en el suelo, y la playa se hizo prado. Acarició su rostro oculto tras las arrugas. Engarzó en oro y plata una lágrima  para que no fuera olvidada. La luna reflejó el brillo de luz que moraba en su alma. Aire, tierra, agua y fuego, le otorgaron el cristal donde depositar su flama. Para que los delfines la sepultaran al final de las aguas, en que su luz jamás se extinguiría. La brisa elevó sueños pintados sobre pañuelos de seda, pues era este el momento, en que iniciaran su vuelo. Silbó triste el canto de la despedida, y se refugió en los caracoles para esconder su lamento. El mar se erigió hasta los cielos y avanzó en la noche, arrojándose suave sobre la arena, para llevarse al olvido mismo la nada.
Cuando el remanso de las aguas reflejó el alba, un colibrí emergió de sus entrañas, con una lágrima engarzada en oro y plata pendiendo de sus alas. Para todos la nada, para algunos, esperanza. Para nadie, Noara, la que ha recibido consuelo.-

1er. Premio narrativa certamen literario: “Pueblos Ranqueles 2008”


Fortalecida con unos ricos mates y unos crujientes criollitos, la locomotora decidió darse un paseíto por el Litoral, para visitar a un amigo que ya nos acompañara en el Nº32: ALFREDO ARIEL CARRIÓ DE LA VANDERA. Y les recuerdo algunos datitos: Reside en la ALDEA BRASILERA (provincia de Entre Ríos). Comenzó a los 16 años en "Poesía Bs.As." junto a Alonso, Urondo, Aguirre, Brasco, Birri y otros. Viaja continuamente, escribiendo, dando cursos y esencial: la RADIO. Su programa "Andando, simplemente andando" tiene 43 años y ha recorrido gran  parte de Latinoamérica y Europa. Fue  Profesor de Artes Visuales y Comunicación Social en la Univ. Nac. del Litoral. Siempre caminando  con la poesía y el cine documental, es corresponsal del Nuevo Cine Latinoamericano. Esta misma tarea realiza para la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en CUBA. Escribe constantemente poesía y relatos breves. Tiene siete libros y la Univ. Nac. del Litoral  le editó "La memoria y sus gobiernos" (Poemas detrás de la jaula). Fue invitado de la Escuela de Arte de NEW YORK. Disfruten sus poemas.


LA UTOPÍA MILITANTE

Te saludo vieja de las casas verdes

y de las esperas efectivas .
En los huéspedes de un tiempo
yacen las gorras para soportar .

Tengo una canción y desdicha  comunal
con provisorias desdichas para los míos.

Para los mejores sin humillación.

Me subo a la enredadera loca
para una revolución sin permiso
donde los cómplices de la desolación
nos abanicamos las jornadas .


Imprescindibles  el  camino que rastreamos
al final del árbol conocido.

Hay convenios salvajes  en las manos de un Dios.

Simulacros para  golpearse el pecho.


EL FINAL  DE LA LUZ
                                                                                                                                                                                                                
                                                                                                                         
Johann Sebastián Bach trae alegrías de violoncelos
y se me endulza la voz cuando cuelgo los silencios.

Una figura de hiedra se prende a una tocata
y un preludio de Bach me recuerda un tarareo.

Hace años San José del Rincón.
Fui su habitante.

Llegué con pasaje de ida  y me quedé en su puerta.
Un gentil cementerio de luciérnagas
y el olor que viene de las islas
apropiado por los vientos
de lo de Pepa Olivera

Me lo llevé a Johann pero dejé sus pastores.

Busqué coordenadas  mirando la limpia tarde
de una flauta con menta sobre la ruta uno.
La noche tenía un camastro con principio y con final.

Nos pertenecíamos  con velocidad de mueca.
Nada de girar.
Solo descubrir cuando dormimos
la bienaventuranza de cada palabra
y los signos dibujados en la nuca.


Sólo un jarro para compartir “Las Estaciones”de Hayden
y una mesa azulada comentando
de cómo la soprano enmudeció a simple vista
lejos del teatro sin conmoverse, sola.

De estas visitas  de músicos y tu cuerpo
provino una memoria reclamante
en San José Del Rincón .Trémolo.


BUENAS INTENCIONES


                                                          
El Señor se compró una corbata acanariada
para el homenaje de que se yo que cosa.

Era justo cuando la cintura de las uvas
desparramaba miel sobre el campanero que tocó la hora .

La Señora se tiñó el cabello rojo
animándose a asistir a una boda.

En la taberna llovida de pianolas
el otoño convencía sin suerte
a los feriantes que olvidan el olvido
y en las lucecitas encendidas arde troya .

Los Hijos del Señor y la Señora
eligieron prendas  con ojales que espantaban a las lunas .

Estábamos tranquilos en la compulsa
de una tarde disonantes porque existen otras .
Se apuraba el aire fresco de un combate
sobre los dientes del maíz salvaje y la cebolla .
La dinastía fatal del Señor y la Señora
fracasó un día en que el pan
sostuvo una mesa de un ángel para todos
y el vino sin agotarse 
presagió que podíamos cantar
en el tinglado del último violín
convidando mariposas .

No nos fue posible disuadir al Señor y la Señora
porque seguimos persiguiendo una simple partitura .

Nos acomodamos en cualquier parte
para abrir y reabrir
todos los mundos con orquestas propias .


Cantando una chamarrita nos despedimos de los pagos de Don Justo José de Urquiza. El trencito corría alegre pues ya palpitaba el aroma salobre del mar. Y es que debíamos recoger a nuestro último pasajero, quien ya nos acompañara en la revista Nº 39: SANTIAGO BAO. Les recuerdo algo de su currícula. Nació en San Fernando (Pcia. de Bs. As.) y actualmente reside en VILLA GESELL  (Prov. Bs.As.). Estudió Antropología en la Universidad de Buenos Aires. Publicaciones: “Trece poetas” (Bibliograma, Instituto Amigos del Libro, Bs.As, 1967), Antología del Empedrado II y Antología del Empedrado III (Libros del Empedrado, Bs.As. 1997), “Trabajos Forzados” (poesía) (Libros del Empedrado, Bs.As. 1997); “Al otro lado” (poesía y prosa) ( Edit. Dunken, Bs. As. 1998; “En el desvío” (poesía) (L. J. Silver Producciones Literarias, Bs.As. 1999). “Poesía ácida”, Ediciones El Candirú, Junín, 2002.-(Antología); “Pendientes” (poesía) (R. Salido), Junín, Bs.As, 2002. “La máquina nocturna y otros cuentos” (narrativa), (R. Salido), Junín, Bs.As., 2004. “Memorias del zoo”(poesía) Ediciones Suárez, Mar del Plata, 2005. “Despliegues” (poesía y prosa), libro que fue premiado por el Fondo Editorial Rionegrino en 1990 y editado en 2007. Poemas premiados  y editados en el libro “I poeti del Faro D’Argento" (selección Lenguas Extranjeras) Riposto, Italia, 1998. Ha participado en la III y IV Exposición de Poemas Póster-Academia Iberoaméricana de Poesía- Fredericton, NB. Canadá y pertenece a dicha Academia. Colaborador de diversas publicaciones del país y del extranjero. Se encuentran varios de sus textos en distintas revistas virtuales de Internet. Ha merecido cinco premios en poesía y uno en cuento. Posee cinco libros inéditos. Como podemos apreciar su producción es extensa y fecunda. Para vuestro deleite van aquí algunos de sus poemas incluidos en su libro "DESPLIEGUES".
VOLVEREMOS

Y los libros
y esa columna que se disuelve
en un jardín del otoño
Schubert
lo de las palabras y sonidos
de afuera
que están o se posesionan
de los de adentro
y lo que ya está
que viene de vaya
a saberse cuando
y bueno
el agua que hierve
en la pava
esa carta que llegó ayer
el pasto que asoma
por la ventana
las cuentas por pagar
un amigo
que se está muriendo
así tan de repente
la realidad
que le dicen.


AQUÍ ME QUEDO

Hasta aquí llegué.
Finalizó el combate,
al borde del olvido
ya no hay lágrimas,
hasta aquí llegué.

Concluyeron los sortilegios
el centro del laberinto
quedó al descubierto,
ángeles, ombligos de oro,
flautas de jade,
órdenes, armas, promesas,
muertes diarias, traiciones,
ya no más
aunque insistan hasta el hueso,
ni por favor, ni nada,
hasta aquí llegué,
aquí me quedo.


DESAPARECER
                                  “Tu vida se acabará en tu muerte, no para ti: para ti
                                   se acabó en tu vida.”
                                                                       Antonio Porchia  
Primero, los libros
se cubrirán de polvo,
después, algunas cartas
irán sin querer a la basura,
las fotografías se disiparán
en la oscuridad de los cajones;
más tarde, su nombre
se mencionará casualmente,
casi sin emoción,
como en un sueño
sus lugares se cubrirán
con las ruinas del verdín,
finalmente, nadie recordará
el día en que murió.


VIAJES

Si el dolor de la indiferencia
la vanidad de la esperanza
y las decepciones
fuesen una especie
de combustible apto
para desplazarme
en el espacio
ya habría conocido
todo el planeta
y algunos otros rincones
del universo.


ESTAR VIVO

                               “Vivamos sin ser cómplices, testigos”
                                                           Francisco de Quevedo

Estar vivo
no es transitar
por el decorado de la vida
es nervio a flor de piel
carne viva
no el mediador
de los acontecimientos
estar vivo
es acompañar
por los caminos inseguros
sin cartografías
en riesgo siempre.
Estar vivo
sensible vulnerable
estar vivo
tratando de vivir
es mucho más
que la vida
que nos dejan vivir.


LLUVIAS

Desde el corazón profundo de la noche,
llueve.
Como una ceremonia
para restaurar tanta distancia.
Tu pelo resbala hacia quién sabe
qué ocultos horizontes.                    
Llueve sobre la piedra
y nuestros cuerpos
que atraviesan
la intemporal nostalgia del mañana.
Transcurre el agua por tu rostro
que ahora se parece
más a sí mismo que nunca.
Tus ojos ríen
sobre mi encantamiento.
¿Qué edad podrá tener este instante?
La humedad se pega a la espalda.
Desde las verjas y los muros
chorrea el gris de la ciudad
sobre la gente agazapada.
Planean sobre los charcos
cambiantes luces.
Entre la lluvia y la tierra,
nosotros,
que atravesamos el momento que no cesa.
La lluvia y nosotros,
   solamente.  
                  
                                        De su libro DESPLIEGUES (2007)
                                   Premio de Poesía Fondo Editorial Rionegrino

Caminamos un rato por la playa ... juntamos algunos caracoles ... ¡y hubo que regresar! Al trotecito lento la locomotora puso rumbo a los andenes piquenses donde esperará la próxima partida. A los amigos/as escritores les recuerdo que espero vuestras colaboraciones en: millaco@ciudad.com.ar. A los amigos/as lectores ¡gracias por su apoyo constante!
Nos vemos !!!!!!!!!!! Un abrazo