Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 87

BIENVENIDOS PASAJEROS!!!!

Con renovada energía el trencito se apresta a recorrer los caminos de la literatura y la amistad. Con un renovado afán de estrechar lazos deshaciendo las fronteras, pues las letras nos unen sin importar nacionalidades, idiomas o geografías. Celebremos entonces el poder de este arte y disfrutemos de este nuevo paseo.

Ya la locomotora está dispuesta .... la campana suena ... y allá vamos!! El trencito aborda un avión y aterrizamos en ECUADOR para recibir a nuestra primera pasajera: JOSEFINA MARTÍNEZ GODOY. Nacida en la provincia de ESMERALDAS (Ecuador). Doctora en CC.EE., ejerce el magisterio secundario y universitario en el área de Lengua y Literatura; es capacitadora de maestros. Miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo Esmeraldas; Coordinadora de proyectos culturales. Ha participado en varios recitales provinciales y nacionales. Su obra poética y narrativa se ha difundido en revistas y periódicos. Nos deja hoy sus poemas ... cantos de amor...


ENCUENTRO

Deja que encienda todas las farolas mías,
deja que navegue por el mar en plenilunio,
y sobre el lomo suave de las agrestes olas,
cabalgue ilusionada junto a mis recuerdos;
hasta alcanzar el horizonte y perderme,
y deleitarme con los últimos destellos
de un agonizante sol que en la arena refleja,
y en los piélagos profundos, sus pálidos colores.
Con los peces amigos juguetear coqueta,
lamer la salada espuma y descubrir que en el mar
los deseos se agigantan, crecen y te invitan
a disfrutar de un plácido momento eternal.
Entonces junto a mí, advierto tu presencia,
y sobre el lomo de las olas iniciamos el viaje,
tomados de las manos en busca del placer,
cubiertos nuestros cuerpos de marinas algas,
ensayamos siluetas, se inaugura la danza,
y danzamos absortos sin pensar en el tiempo,
y juntos descubrimos el secreto de la vida,
y en él nos refugiamos a saborear el cáliz.


NATURALEZA

Juega el tiempo con su raro encanto.
Suena el viento con su dulce canto.
Y en lágrimas salobres el cielo llora.
Y el sol con sus rayos la tierra ilumina.
Ilumina el estanque la coqueta luna.
Y el arco iris en colores se desparrama.
Y ensordecedor el trueno se escucha.
Y el rayo fugaz la tempestad anuncia.
Y el mar bravío sus olas encrespa.
Inquietos los peces huyen presurosos.
Y alegres los delfines su danza inauguran.
Mientras los manglares sus nutrientes brindan.
El río se interna en el corazón de la selva.
Transportando vida, salud y esplendor.
Temerosas las estrellas se deslizan.
Y fugaces pueblan la Andrómeda.
Es el calidoscopio de la vida.
Es la naturaleza en frugal sinfonía.
Soy yo, eres tú, somos nosotros.
 

ARCO IRIS

Arco iris de nostálgicos días.
Apareces en mi firmamento
cuando la ansiedad me invade,
y tomas por asalto la caricia.

Enardecida mi piel absorbe
tus brillantes colores mágicos,
y se confunden la magia y el color,
entonces, de prisa emprender el viaje.

Transitas por toda la sabana,
reflejando en ella tu último color,
y asciendes al lugar más anhelado,
hasta descubrir el cenit de la pasión.

Allí, donde las oscuras nubes capturan
presurosas, tus ya pálidos reflejos,
sueltas emocionado el líquido vital.
Es tu embeleso, es u pasión, es la lluvia.
 

ILUSIONES

Emerges presuroso en mis fantasías,
entre nubes inhiestas de lluvias, te miro,
y raudo transitas hacia el infinito,
estrangulando el espacio anhelado.

Viertes amor, regalas embelesos,
embriagas con suaves esencias,
dulces tus caricias invitan al placer,
y así estremeces el durazno de mi piel.

Un susurro delicioso al oído,
transporta al torrente sanguíneo
la magia que produce el encanto
de ascender al Olimpo soñado.

Y recorrer, junto a Zeus, las viñas,
y juntos saborear el mosto,
y, sorbo a sorbo, embriagarnos
hasta disputar con Afrodita,
la dicha de ser más bellos,
en el preciso instante celestial,
en que siendo dos somos uno,
y siendo uno, no somos nada,
y si nada somos, todo es ilusión
y las ilusiones mías, mías son.


Paseamos por la ciudad de Esmeraldas y sus alrededores, admirando el hermoso paisaje. Más era llegada la hora de partir pues en la patria nos esperaba el amigo DAVID SLODKY, quien ha compartido otros viajes con nosotros. Les recuerdo sus datos: nacido en SALTA, ciudad donde reside. Estudió Psicología en Córdoba, fue miembro del Equipo de Psicopatología del Hospital Clínicas y Ayudante de 1ª y luego Jefe de Trabajos Prácticos de distintas materias de la Facultad. Fue profesor en la Universidad Nacional de Salta, desde 1975 hasta 1978. Partió a España en el 79, donde trabajó en la O.E.I. y al regreso al país, fue director de la Carrera de Ciencias de la Educación de la U.N.Sa. Luego se dedica exclusivamente a la práctica privada de la Psicología, como Psicoterapeuta, participando siempre en actividades científicas y culturales. Es Académico de Número de "La senda gloriosa de la patria", una institución Güemesiana, miembro del Comité de Bioética del Colegio Médico de Salta, como psicólogo invitado. Realiza constantemente recitales poético-musicales. Libros: "Las fronteras", Ed. del Tobogán, Salta, 1993, "La senda gloriosa de la patria", 2007. Antologías de narrativa. "Metempsicosis y otros cuentos". "Si la muerte pisa mi huerto..." (novela). Carmen Puch de Güemes. Al encuentro de la heroína", ensayo histórico, conjuntamente con el CD del "Romancero de Güemes" (recital poético musical sobre poemas de Julio César Luzzatto), Ed. Víctor Hanne, Salta, 2010. "Travesía" (cuentos), conjuntamente con CD con cuentos del autor, narrados por él mismo y musicalizados por músicos salteños, Ed. La aguja de Buffon, Tucumán, 2010. Y "Tres relatos bíblicos y otros cuentos", Ediciones El Mono Armado, Bs. As., 2011. Hoy acompaño dos cuentos de su autoría.



DESPERTAR

Despertó en medio de la noche. Algo había interrumpido su sueño.
En el enorme cuarto donde en una cama dormían sus padres, en otra ella, y en otra su hermano, la oscuridad más absoluta hacía imposible divisar nada. 
Percibió un rumor de voces quedas, y un extraño chirriar.
“¿Mami? Siento voces...”.
El susurro cesó, el rechinar se pasmó un instante y se detuvo.
“No, hija, debe ser afuera.”
“Prenda la luz, mamá.”
“Cortaron la luz, dormíte, no pasa nada.”
“¿Cuándo vuelve el papá?”
“El sábado.”
“Mamá, tengo miedo. ¿Puedo pasarme a su cama ?”
“No. Sos grandecita para esas macanas. ¡Y ya dormíte, chinita!”
 
Contuvo la respiración, aguzando los oídos. Ya no escuchó nada. Recordó que entre sueños había sentido esa voz odiosa, la del hombre que antes comía en casa, en la pensión que daba su madre para trabajadores del pueblo sin familia. Ahora mamá la mandaba a ella con una vianda al hospedaje donde el hombre vivía, y ella no quería ir,  y mamá la obligaba y el hombre le agradecía y a la niña le desagradaba profundamente la voz del hombre, su mirada pegajosa.
¡Mañana le diría a mamá que no la mande más, que hasta le hacía tener pesadillas!
A punto de dormirse de nuevo, volvió a sobresaltarla el cadencioso chirriar. Sintió que el corazón se le helaba.
“¿Mamá...?”
“¡Dormíte, chinita ‘i mierda, que te vi’a dar un rebencazo! ¡Ya vas a ver cuando vuelva tu papá!”

Ya no se volvió a dormir, pero aguantó toda la noche la respiración  y el sollozo y el grito que le explotaban adentro. Con sus orejas espió todo. Y la oscuridad del cuarto llenó su alma. Había despertado en la noche, había despertado para siempre.


1976


Su esposa y su bebé habían partido hacia lugares más cobijantes y seguros. El hambre, el frío, el miedo, eran su única compañía. Fue quemando meticulosamente, día tras día,  los papeles, los libros, las banderas: junto con volantes, con documentos comprometedores, con emblemas de lucha, quemaba libros,  esos amados textos que había estudiado con fruición, descubriendo -con esa sensación de escamas que le caían de los ojos- profundas realidades, ocultas  detrás de lo aparente.

Controlaba que el humo no fuera demasiado espeso, para confundirlo a esa hora con la humareda de un próximo asado, lo que hacía más lenta pero más segura la quematina. Mientras iba redescubriendo las líneas que el fuego resaltaba primero y hacía desaparecer después, en volutas azules y carbonadas, una angustia asfixiante lo oprimía, mezclada con vergüenza, con lástima de sí mismo, con dolor por su país.

Una noche, despertó sobresaltado: el rugido de un motor frente a su casa, la potente luz de los faros filtrándose por las cerradas hendijas de la persiana que daba a la calle, lo aterrorizó. Levantó mínimamente la cortina para espiar por los intersticios, desde la oscuridad de su cuarto hacia afuera: un auto que bien podía ser un Ford Falcon, atravesado en la calle, apuntaba sus faros cegantes hacia su casa. Desesperado, corrió hacia el baño y mientras rompía los papeles celosamente guardados para arrojarlos por el inodoro, temblaba. Sintió luego el motor que se alejaba, entre juveniles gritos borrachines. Suspiró, secándose el sudor.

Cuando pudo dormirse nuevamente, soñó que una jauría de perros lo atacaba. Se defendía con desesperación, los filosos colmillos desgarraban su cuerpo, laceraban las manos con las que pretendía protegerse. Soñó entonces que estaba soñando, que la terrífica jauría era sólo un sueño, que él estaba durmiendo en el cuarto de su infancia, y que al lado dormía su madre; pudo sentir su respiración, rozar el brazo terso al que se aferraba cuando le permitían dormir en la cama grande, percibir el olor suave que emanaba el dulce cuerpo materno. Nada podría pasarle. Ahora durmió con placidez, la respiración acompasada. Se dijo entre sueños -sin sorprenderse que dejaba de ser niño- que mañana terminaría la tarea. Podría entonces viajar, reencontrarse con su mujer, con su bebe, con la vida.

Los furiosos golpes en la puerta lo despertaron.
 

Brindamos con un espléndido torrontés de Cafayate mientras degustábamos unas empanaditas. ¡No deban ganas de partir! Pero el deber llamaba y diciendo adiós a Salta "la linda" el trencito continuó su marcha para recalar en la provincia de SANTA FE. Allí aguardaba otro amigo que ya compartió viajes: GUSTAVO GALLIANO. Poeta, narrador, docente e investigador universitario. Nació en Gödeken, donde paso su infancia y curso sus estudios primarios. El secundario lo realizó en la localidad vecina de Berabevú. Luego, para continuar sus estudios, se radicó definitivamente en la ciudad de ROSARIO (prov.de Santa Fe). Graduado en Administración Económico-Financiera, y con un Bachillerato Universitario en Derecho y un Diplomado en Integración – Mercosur (dictado por Cancillería de la República Argentina). Sus primeros poemas se presentan durante el transcurso de la 1a. Feria Derecho Al Arte 2005, realizada en la Facultad de Derecho de la UNR, Argentina. Es Columnista Especial de la revista CAÑASANTA (Toronto, Canadá), Colaborador Especial de RHARTE (Revista Hispano Americana de Arte y Literatura (Buenos Aires, Argentina), Miembro del Consejo de Redacción de la Revista Literaria Virtual EL CUARTITO DE PENSAR (Jerez de la Frontera, ESPAÑA) y Columnista en Cultura y Arte del Portal de Rossana Azuero en Miami (USA). Sus narraciones, cuentos y poemas se han traducido al inglés, alemán, francés, italiano, portugués, búlgaro y rumano, sueco, etc. Sus escritos se han publicado en prestigiosas revistas literarias nacionales e internacionales, tales como la Cultura de VeracruZ (MÉXICO), El País Literario (Madrid, ESPAÑA), Sinalefa (New York - USA), Revista Diez Dedos (Tuluá, COLOMBIA), La Zorra y el Cuervo (Washington - USA), Amalgama (Cádiz, ESPAÑA), Espacio Latino (Montevideo, URUGUAY), LiterNet (Sofía, BULGARIA), Cayo Mecenas (Miami, USA), Ariadna R-C (Madrid, España), Texturas (Valencia, ESPAÑA). Almiar / Margen Cero (Málaga, ESPAÑA), Herederos del Caos (San Francisco, USA), El Hablador (Lima, PERÚ), Narrativas (Madrid, ESPAÑA), Crear para Leer (Udine, Italia) , Cañ@santa (Toronto, CANADÁ), La Buhardilla (Rosario, ARGENTINA), Literarte (Buenos Aires, ARGENTINA), La avispa (Mar de Plata, ARGENTINA), Konvergencias (Buenos Aires, ARGENTINA), Hispanic Culture Review (Fairfax, Virginia, USA), Isla Negra (Lanusei, ITALIA), Dulce Arsénico (Alcalá de Henares, Madrid, ESPAÑA), Tyuk y Egophobya (Bucarest, RUMANIA). Algunas distinciones recibidas y obras: MENCIÓN DE HONOR “Ciclo Narradores y Poetas de Rosario”, V concurso internacional de poesía y narrativa breve género Narrativa Breve, por “El difícil camino del retorno”. FINALISTA del II Certamen Internacional de Cuento “Jorge Luis Borges 2008/9” (Sociedad de Escritores de San Martín –SESAM) por “Confesarás tus pecados”. 1a. MENCIÓN DE HONOR del Concurso Internacional “X aniversario 2008” narrativa “Última voluntad” (CEN Ediciones, Córdoba). MENCIÓN DE HONOR, género Narrativa Breve, por “Bendita vejez”. IV Concurso internacional de poesía y narrativa breve (Ciclo Poetas y Narradores Rosario, Municipalidad de Rosario y Universidad Nacional de Rosario). Seleccionado para integrar HISPANIC CULTURE REVIEW – Volume XIV (Fall 2008 / Spring 2009), publicada por la George Mason University (Fairfax - Virginia, USA), con sus poemas “Alguien Observando” y “Poema de Poemas”. FINALISTA del XVIII Certamen Internacional de Poesía y Narrativa Letras argentinas de hoy - 2008 y participante de la Antología respectiva con su narración “El parador de Nina” (Ed. De Los Cuatro Vientos. Buenos Aires). MENCIÓN DE HONOR del IX Concurso Internacional “Camino Literario 2008” por su narración “Hubo una vez” (CEN Ediciones, Córdoba) FINALISTA del I Certamen Internacional Bienal de Poesía y Narrativa Breve y participante de la Antología correspondiente por su poema “Migrar hacia el sol” (Rotary Club San Vicente - Santa Fe). CUARTO PREMIO género Narrativa Breve / Primer Premio Honorífico, por “Temas de la jungla”. III Concurso internacional de poesía y narrativa breve (Ciclo Poetas y Narradores Rosario, Mun.de Rosario y Univ. Nac. de Rosario). PRIMER PREMIO género Narrativa, por “La cita”. IV Concurso internacional de poesia y narrativa “Elegidos 2007” (Revista Cultural Spaciarte, el Instituto Cultural Latinoamericano y Editorial Aries - Junín, Buenos Aires) - FINALISTA del Certamen Internacional de Poesía Noche soñada, por su poema “Seducción Labios y Mar” (Centro de estudios poéticos (CEP). Madrid, España). FINALISTA del XIII Certamen Internacional De Los Cuatro Vientos y participante de la Antología Poetas y Narradores contemporáneos 2007 por su poema “Reina Gris en Ciudad Crepúsculo” y su narración “Olvidando a Xiara”. FINALISTA y participante de la Antología Escritores del Mercosur por su texto “Simplemente Verónica” (Casa de las Letras y las Artes del MERCOSUR e Iberoamérica. Mar del Plata). PRIMER PREMIO género Narrativa Breve, por “Vecinos per versos”. II Concurso internacional de poesia y narrativa breve (Ciclo Poetas y Narradores Rosario, Mun.de Rosario y Univ.Nac. de Rosario) PRIMER PREMIO género Poesía, por “Carta de un Cyrano a la más dulce Dama”. II Juegos florales internacionales. (SALAC, la Red Latinoamericana Quipucamayocs y el Municipio de Inriville. Córdoba).Les presento hoy uno de sus cuentos.





Elena, la joven empleada inmobiliaria, atractiva y curvilínea tan dulce como su sonrisa, -aunque aquellas curvas fueran más sugerentes y sumamente más peligrosas que su sonrisa, indudablemente más turbantes- me recibió cordialmente en el portal, haciendo uso de un verborrágico monólogo finamente estudiado en cada detalle, para indicarme finalmente que le acompañara en el ingreso a la casa.

Era la encargada de mostrarme la bellísima mansión, que se alzaba en pleno Boulevard Carmesí, una magnífica mole de mármoles y finas maderas, caobas, robles; adornos imponentes de cristal, bronce, plata y oro, escaleras con barandales macizos, cuadros y pinturas de exquisitos autores. Y su mejor sonrisa para ocultarme las pocas bondades que los años se atrevieron a robarle  a  aquel inmueble impresionante.

Pero mi ojo clínico, mi sagaz perspicacia, mi delicada intuición, ya habían dictaminado, apenas cruzado el umbral, apenas traspasado el dintel, que aquella era “la casa”.  La residencia donde acabaría mis días. Lo sentenció la fragancia a jazmines proveniente de los jardines, la luz pura que penetraba los ventanales. Adoré la fachada de ladrillos antiguos, la firmeza energizante de sus cimientos, la fuerza rojiza de sus tejas. Desde la amplitud del living y la comodidad extensa de los dormitorios, hasta los marmóreos baños de griferías en oro. Desde el hogar rústico de acogedores leños ardientes hasta la sobria biblioteca repleta de libros nunca leídos. Desde la increíble cocina, hasta le inexistencia de un sótano que detesté desde niño.

Una pena que Elena resultare tan eficiente en su trabajo. No cesaba de hablar y hablar sobre las bondades de la casa.

Una hermosa mujer no debería hablar constantemente, pues abrumando se desmerece. Un buen vendedor debería aprender que en ciertas oportunidades debe aprender a callar. A mirar a los ojos. Como cuando un sommelier se toma unos instantes y cierra sus ojos para dejar descansar el buen vino en su paladar, antes de dar el veredicto.  Pero Elena era una máquina posmoderna preparada para avasallar, no dejar pensar. De la terrible escuela sacrílega del “confunde con tus palabras, al extremo que no piensen, utiliza el engaño para que no vean defectos, luego será tarde, cierra el negocio, cobra tu comisión y vé por otro cliente, tiempo y vida convergen finitos. Mañana vivirás”. ¡Vaya si conozco sobre esto!

Respiré hondo, antes de suplicarle, cortésmente y mirándole a los ojos: -“Cállate, por favor”- Ella titubeo, confundida. -“Esta es la casa, entiendes Elena. Es la mejor, y tú eres la mejor. La he escogido entre cientos. Despreocúpate. Tan solo necesito unos minutos a solas, en la terraza del ala Norte, si puede tu enérgica verba otorgármelo, luego estaré a tu plena disposición, dalo por hecho. He escogido esta casa. Aquí viviré hasta el último de mis días. Lo juro. El precio no será obstáculo alguno”-.

La joven sonrió, en una mezcla de ambición, codicia, perversión y satisfacción. Seguramente resultaba la venta más rápida y sencilla que había logrado en su corta carrera. Un antecedente meritorio rumbo a una carrera brillante. “El cliente perfecto”, pensó casi en voz alta. Aunque también eso llegó a molestarle un poco: necesitaba demostrar todas sus habilidades; había resultado demasiado fácil, y no era una mujer que gustara de lo fácil, necesitaba retos que movilizaran la adrenalina de su cuerpo. De todos modos, el resultado era el mismo: dinero y buen concepto, lo cual calmo su ánimo.

Me indicó con una sonrisa casi distraída la dirección del pasillo hacia la terraza, y me explicó que estaría en la biblioteca preparando los documentos pertinentes, para la firma. Le respondí que me parecía correcto, siempre que respetara mi cuarto de hora de intimidad en la terraza del ala Norte. Accedió con un gentil gesto, fingiendo una sobriedad que ahogaba la total euforia del triunfo.

Una vez instalado en la terraza, me dejé caer en un cómodo sillón de esterillas, ubicado allí, no casualmente. Observé los picos nevados de la majestuosa Montaña Clamor, sobre mi diestra. Como contraste, a mi siniestra, las luces insinuantes del atardecer próximo a devorar Ciudad Santa Fe.

Respiré relajado, imaginando a Elena, habitante de un cuerpo tan hermoso,  capaz de generar tanta pasión, y sin embargo convertido en un frasco de codicia, completando formularios a ultra velocidad. Encendí un cigarro con la última lumbre que me quedaba. Siempre fui bueno para no desaprovechar últimas oportunidades. –“Esto sí resulta majestuoso, y es todo mío”- pensé. –“Tal como lo imagine”- Exhalé una intensa bocanada, una nube maciza y condensada de nicotina y recuerdos.

Hurgué en el interior de mi abrigo, comenzaba a castigar la brisa. Saqué la pistola. El marco era perfecto, como una pintura a la que solo le falta el pincelazo final. Lamentaba que Elena tuviera que ser quien pusiera el broche final, hacerse cargo, ella, tan plena de belleza y superficialidad, pero no podía hacerme cargo yo por ella. Debemos optar. Sacrificios. Tantos años me llevó encontrar la casa de mi vida. Donde pasar hasta el último de mis días. La boca de acero me beso la sien. Y la piel se erizo ante el frío del incipiente invierno que la convertía en más frío aún, pero sólo por un instante. La visión era maravillosa, la naturaleza posee tanta belleza que solemos obviar sólo por distraídos. Quizás por ser tan imperfectos como humanos que no recalamos en la perfección que nos rodea, quizás por encerrarnos en nuestras cápsulas de dolor, por dedicarnos a atormentar nuestras almas en lugar de cuidarlas, quizás por aferrarnos, costumbristas,  a las penas hasta que la carga se torna insoportable,  antes que escoger la libertad.

Luego creí escuchar la voz de Elena reclamándome y decidí apresurarme. Una obra de arte no debe desperdiciarse. Aquél paisaje, aquella terraza, la comodidad del sillón, la musicalidad de la brisa, el pico nevado en el celeste de Montaña Clamor, las amarillentas luces relucientes de Ciudad Santa Fe. La casa perfecta, para el partir adecuado. No sirve ya repensar las causas, demasiado frío afuera y adentro, no comprenderían. No se comprende jamás el dolor ajeno. No por incapacidad, solo por genuino desinterés espontáneo.

Toda la firmeza que no tuvo mi alma hasta entonces, se concentró en mi diestra. La mano responde al cerebro y al corazón, supongo. Porque los ojos se llenan de lágrimas, que pueden ser producto de penas, recuerdos, o del viento frío que azota ya incesante la terraza del ala Norte.

–“Vamos, ya es hora. Es la casa de tu vida, aquí soñaste siempre que fuese el fin”-,  me dije en voz alta, para insuflarme esa fuerza que comenzaba a flaquear.

A la distancia, la nieve de las montañas comenzaba a vestirse de un ostentoso manto azul. Las luces de Ciudad Santa Fe ya presumían su expansivo color naranja flúo, casi prepotente. Desde la biblioteca la voz de Elena llegaba lejana pero clara: -“Apúrese, ya anochece, debemos regresar”-.  Pero no había regreso, ya no. La detonación fue única y retumbó en cada rincón de la magnífica mansión. La joven dudó unos instantes antes de correr hacia la terraza.

Al llegar al Ala Norte supo que era más tarde de lo tarde que había presumido. Más allá de la terraza todavía el eco del disparo aún escapaba y se escondía entre montañas y luces que fulguraban distraídas. Mi cuerpo estaba tendido en el cómodo sillón de esterillas, ella no atino a acercarse. Tampoco a pronunciar palabras. Su verba parecía haberse agotado inexplicablemente.

Mientras la nieve comenzaba a dislocarse en suaves y ligeros copos, un hilo purpúreo descendía por mi hombro y mi brazo izquierdo, apoyado en el piso de mármol, e iba dando paso a una mancha que se expandía conformando una extraña figura. Figura de contornos extraños, formada por sangre casi tibia. Tibia de apasionados recuerdos, fría de vida y mutiladas esperanzas. Demasiado fría por inmensas desilusiones. Sacrificios.

Anochecía, y el reflejo inexpresivo de la oscuridad trataba de cubrir con un manto de piedad el piso de Mármol de Carrara, de la Terraza en el Ala Norte de la bellísima Mansión ubicada en el Boulevard Carmesí, de Ciudad Santa Fe, cercana a Montaña Clamor.-

Este cuento obtuvo el PREMIO NACIONAL “EL QUIJOTE DE PLATA XXXIII” EN GÉNERO CUENTO. AÑO 2.010 - Organizado anualmente la Asociación Arte y Cultura de San Lorenzo y auspiciado por la Municipalidad de San Lorenzo y la Honorable Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe (Argentina).

Munidos de unos ricos alfajores santafecinos, como para endulzar el viaje, la locomotora puso rumbo al sur de la provincia de BUENOS AIRES, para recibir a una entrañable amiga: ANNY GUERRINI. Nació en Río Tercero (prov. de Córdoba) y reside en BAHÍA BLANCA (prov. de BS.AS.) Cursó estudios de Letras, Periodismo y es profesora de Francés. En 1992 fundó la revista cultural “Obstinada Palabra” distribuida en el país y en el exterior, con el aval de la Secretaría de Cultura de Bahía Blanca; esta publicación culminó en el año 2000. Fue coordinadora de los “Encuentros de Poesía y el Mar” en Monte Hermoso (prov. de Bs.As.) y tuvo a su cargo la organización del Café Literario de la Secretaría de Comunicación y Cultura de la U.N.S. Bahía Blanca (1997-2001). Asimismo fue organizadora del Seminario “Del pensamiento a la palabra” Biblioteca Pajarita de Papel (2002-2005) y presentadora del ciclo de videos sobre autores latinoamericanos en el Centro Cultural de la Cooperativa Obrera de su ciudad (1998-2009). Ha sido jurado en diversos concursos literarios de la provincia de Bs.As. y para la elección de la Faja de Honor en narrativa de la Sociedad Argentina de Escritores, seccional Santiago del Estero(1994-95). Integra la Comisión directiva de la Fundación Ezequiel Martínez Estrada y de la Biblioteca Pajarita de Papel. Es presidente de la filial Bahía Blanca de AMA (Asociación América Madre) y Delegada Internacional de APPERJ (Asociación Profesional de Poetas del Estado de Río de Janeiro). Participa en Congresos y Encuentros de Escritores y poetas del país y de Chile, Uruguay y Perú. Libros publicados: “Buscando mi huella” (poesía 1991), “El canto de las violetas” (prosa poética 1993), “De vientos y olvidos” (poesía 1994); “Azul abril” (poesía 1998); “Doncella de Venus” (novela – Faja de Honor S.A.D.E. nacional 2000); “Encrucijada de la media luna” (novela 2004); “Los gritos de la desmemoria” (poesía 2006); “Maduración de la palabra” (poesía 2008); “Del otro lado de la vida” (poesía 2011) y “El desorden” (cuentos 2011). Hoy les traigo poemas de su último libro, breves y plenos de sensibilidad .



NOSTALGIA
 
La ciudad de ojos ojerosos
persigue por las esquinas
blandas caricias.
Aquellas de la infancia.
Las que busca el hombre
que se desdobla en su sombra.
Y la ciudad se hace cuerpo de mujer
boca de mujer
manos de mujer.
Crepitante y amarilla
como las hojas secas de un otoño cualquiera.
 
 
MAR
 
Vigía de antiguas soledades
tus olas desnudas y olorosas
anidan guijarros y corales
Tálamo oscuro
donde se ahoga la luna
¿Qué singular destino naufragó su barca
en tus raíces abismales y tus cantos marinos?
 
 
PALABRA
 
Treinta y dos senderos
Treinta y dos caminos
buscan la sabiduría.
Fugitiva como una rosa
amarilla y seca
una metáfora se deshace en exilios.


PATRIA
 
Bandera naciente del ayer.
Tierra
Río azul
Paisaje
Hoy
semilla de hogar.
Toda la fuerza en la raíz.
Sangre madura en el aliento.
Mañana
tumbas
restos de vivir lo que se ha vivido.
Y en los huesos
el espíritu del viento
desmiente lo perdido.
 
 
MALVINAS
 
Insaciables graznidos
picotean la vigilia de un pueblo.
Un ángel herido
cobija las miradas
bajo un cielo sin plegarias.
Y en las islas de las tinieblas
sobre el frío de la hulla
florecen cruces blancas.
 
 
DESEO
 
Un beso rasga las muertes del silencio.
Mariposa que muerde
pretéritos placeres.
Un furor de ternuras
entrega miradas
que palpan, olfatean, huelen
deshaciendo sombras sin condena.
Y en las sábanas blancas
los cuerpos se hunden
en un hueco que nunca se acaba.
 
 
SEXO
 
Piel enfebrecida
Dialecto de caricias
Epifanía del encuentro
Entre cuerpos irredentos
que exorcizan el desamor
en la pequeña muerte.
 
 
                                 del libro “Del otro lado de la vida”
 

Nos despedimos de los amigos bahienses y al tranquito corto el trencito rumbeó para el pago pampa. Y aquí estoy esperando sus trabajos y su minibiografía en: millaco@ciudad.com.ar. Les recuerdo que en la página web pueden consultar todos los números de la revista y dejar comentarios.

Un abrazo y ¡¡hasta la próxima!!!!!!!!!!!!!!!!

CRIS FERNÁNDEZ

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