Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 60

QUERIDOS PASAJEROS:

En este Mayo otoñal y patriótico (al menos para los argentinos) nos reencontramos en poesía y amistad. Para recorrer los caminos del mundo proclamando a los hombres que la palabra vive y se multiplica para dejar un mensaje de amor, de tolerancia, de paz.

Y comenzamos hoy nuestro periplo en MÉXICO, para recibir a una joven poeta nacida en el Distrito Federal: SABINA SARMIENTO (1.975). Licenciada en Comunicación y Periodismo en la UNAM. Su trabajo poético ha sido reunido en las antologías Jóvenes Poetas Latinoamericanos Entresiglos-entreséculos, editada en Montevideo, Uruguay (2000); y en Mujeres Poetas en el País de las Nubes, editada en la ciudad de México, (2000). Ha participado en diversos encuentros internacionales de poesía; y poemas suyos han aparecido en publicaciones de circulación nacional, como la revista Blanco Móvil. Actualmente colabora en la revista Cambio, y es reportera en los espacios informativos en Radio Capital y del periódico El Diario DF. Traigo aquí sus poemas breves y agradezco la generosidad del poeta mexicano Óscar Wong quien me acercara el material. Que los disfruten.


EN EL AIRE ME DILUYO


1
La vocación de la muerte persiste
como espejismo tras mis ojos,
me habla con palabras que vienen de lejos.

Bajo esta piel transfigurada

¿Cuántas soy?

2
Ruidosa arteria
la piel se entreabre;
respira.

Disfraz
de otro cuerpo que tiene nombre,
la duda repta.

Perpetua levedad.

Los cuerpos se amalgaman
y en la huida
dos pares de ojos balbucean.

3
No soy quien habla en mi palabra,
es la sombra de ese antiguo dios de polvo.
Escombro de penumbras,
límite en mis huesos
(me hieren los ojos las espinas).

Cántaro de trueno,
en el alfabeto busco.

¿Cuál será mi nombre a la hora nona del invierno?

Soy relámpago en la otra orilla de la voz.

4
¿Eres el sonido de la sílaba
o el incierto eco
que hace siglos te nombrara?

Por tu boca hablan los silencios
y tus ojos poseen la huella de un extraño.

¿Eres tú,
acaso un espejo cuya sombra
agoniza en el deshielo?

5
Frente a la imagen del vacío
la pregunta
        te apuñala.

Todo encuentro es una confesión.

A mí llegas
con la voz del desamparo,
pez ciego
alimentándose de silencios.

Frente a ti
            la razón
es una llama que calcina,
la respuesta que te anula.

6
Soy temblor en el aire,
sombra en la huella del espejo.

Me balanceo
      en la voz monótona del péndulo.

Caen mis pies desmoronados.
No hay tiempo en el polvo de mi cuerpo.
7
Bajo el escombro
la historia es un verso calcinado.

La voz resuena por última vez.

En la guerra de los minotauros
la palabra se vuelve garabato.

¿Queda algo por decir?

8
Este rostro es cifra del vacío,
un sueño que en el bullicio
se desgarra.

No hay más nombres en mi lengua:
como piedras caen hacia dentro.

En el aire me diluyo.

9
Con este cuerpo debí saberlo todo,
reconocer el eco de las cosas
y adivinarme en la luz.
Pero fui expulsada de la Gracia,
               de la memoria de los santos.

10
Las horas giran voraces
como llaga en mi costado.

Al despertar
soy relámpago en el árbol,
enroscada sombra
que balbucea
¿Paraíso?

11
Como viento en la botella del náufrago atrapado
espero a que el signo vuelto humo
salve el nombre de esa infinita pausa,
donde soy ahora tiempo
rodeado de esqueletos.

12
Signo inmaterial a punto de caer,
días semejantes a la muerte,
soy encrucijada,
punto levísimo
que se entierra en el vacío.
Desando la posibilidad del sueño. En los huesos
el frío olor del vértigo.
Tierra de inasible voz, mi cuerpo.

13
Tu nombre,
insomnio fragmentado,
timbre que en la piel estalla.

¿Quién te pronunció en la oscuridad?

¿Quién te condujo hacia la muerte?

Desde el primer día el asombro cubrió
el paraíso circular sobre la Tierra,
y la melancolía penetró en tus ojos de Cordero.

14
Sentencia providente
de su peso.
Tiembla el garabato,
cae,
acaricia la luz
como un cuchillo.

Gotean confusas palabras
de las redes rotas:
se despeña el aire.

15
La palabra
sangra en el crispar de mis uñas.

Agoniza a media tarde.

Mientras contempla mis ojos,
su mano extiende débil,
a penas un quejido deslizándose por las baldosas.

Sílaba huérfana
te paralizas.

Al romper de los cristales
asistes a tu desgarradura,
puntual, 
               sin prisa.

 16
Posaste tu beso sobre el lirio
y acarició tu piel el reflejo del alba.

El nombre olvido
es la herencia de tu padre,
desconsuelo, la de tu madre.

Cuánta promesa se anida en la sílaba.
Ahora tu voz se llena de vacíos.

¿Sabes el por qué de tu existencia?

¿De tu soledad que se parece
a las ruinas de una iglesia?

Ante sus ojos sólo fuiste raíz sedienta,
apenas un hálito de aire colándose
en astillas.

Fuera del mundo te nombraron.

17
Tus ramas encienden
racimo de soles,
y espirales de ópalo
ascienden como rezos.

Mujer árbol,
en tus ojos la noche se aniquila.

La memoria del romero
te llama con su voz antigua.
Canta
con el primer lenguaje de la noche.

18
Como serpiente
un murmullo de manzana
se dispersa por tu lengua.

Fuego que retumba en los cristales,
tierra en la que duermen
las voces de los niños.

Daga luminosa,
huella del espejo,
despeñada letra en surco ciego.

Resplandores y tinieblas
en la hostia temblorosa
de tu cuerpo.

Ámbar nocturno,
la boca del profeta.

19
Un latido reverbera con densa agonía,
mientras escucho el origen de las cosas
golpeando en la memoria.

Mi garganta fecunda,
grieta que se abre.
Da luz a la palabra.

20
En una rama tiembla la Palabra.
Cuchillo contra el cielo extiende
sus moradas alas, rompe el aire
con su canto de fina angustia
y revolotea en la espiral de polen.

En la hora inexacta irrumpe,
se posa en la jaula del canario
y deletrea
el nombre de los gatos.


El trencito arribó a Buenos Aires cantando rancheras y algo mareadito de tanto beber tequila. Que daban ganas de quedarse y recorrer toda su geografía pero ... el deber reclamaba.  Pues en la Reina del Plata aguardaba la siguiente pasajera: ALBA ESTRELLA GUTIÉRREZ, quien ya viajó con nosotros en el Nº 39 y aquí recuerdo su biografía. Nacida en BUENOS AIRES, es Maestra Normal y trabaja en la Academia Argentina de Letras. Actuó como intérprete de la poesía en muchos lugares, como Argentores, Bar Tuñón, Los Porteños, La Biblioteca Café, Bartolomeo, también en Mar del Plata, San Pedro, y en diversos colegios. Viene de una familia de escritores -su padre es Fermín Estrella Gutiérrez y su hermana María del Mar E.G.- y escribe desde los 6 años. Ha dado infinidad de recitales de poesía, en muchos bares de Buenos Aires y de la provincia, y desde el 2005, presenta recitales de poesía y música con compositoras y músicas, como Andrea Spinadel y Julia Lascano. "Nanas para Lucía" (uno de sus libros) lo presentó con el canto de Cristina Meyrialle. La Editorial Notabil ha incluído varios de sus textos en tarjetas, posters, etc. Obtuvo varios premios, entre ellos el "Iniciación de prosa" de la Secretaría de Cultura. Actuó en radios como FM Cultura, Nacional, La Tribu, etc.Publicada en diarios, revistas, entre ellos La Prensa e incluída en Antologías. Libros publicados: "Los vulnerables cipreses del otoño" (2005); "Nanas para Lucía (2006); "Los pasos de la memoria" (2007). "Hilandera del viento (2008). Nos deja aquí sus poemas para nuestro deleite.


un pedazo de infancia
un tranvía descalzo
el cuento de mi abuela
y mi madre en el piano
el miedo erguido
de un escritorio solo
sin pasos que lo habiten
el ruido de mi infancia
qué síntesis de pájaro
de ahuecada nostalgia
estaciones vacías
y un cuadrado de patio
de baldosas tan anchas
como barcos que zarpan
hacia ninguna parte
porque la infancia es eso
una suma de resta
multiplicada lámpara
de oscuros minotauros
una almohada de miedos
y los ojos tan frágiles
la infancia
ese lugar sin rostro

ese lugar de nadie

*************

perdona mis audacias
que me cosen los huesos
y alimentan mi frente
mis locuras apátridas
que no saben de iguales
insegura cobarde
mordaz y temeraria
casi siempre culpable
inhabitable presa
de un mismo interrogante
perdóname los ojos
náufragos cautivos
esta boca de nodriza sin ancla
y este grito de dios
que me infierna la lengua
con ángeles prestados
y me vuela la boca
de peces y de pájaros
perdona este dolor de antiguo
que descubro en tus ingles
desnudas sin horario
y esta piel sin memoria
suma de nimiedades
y este espejo de sola
rostro de fugaces

que te mira hasta el alma


después de "sentir" La cámara oscura

para Gertrudis (personaje)

para vos
que estás al borde
de tu nombre
apenas un susurro de lejos
dejado tal vez
por un pez volador
dónde van los sueños
que despiertan el aire
fotografía ausente
entreteje en el miedo
su galope de miedo
para vos
olvidada de gris
te jugaste entera
al final del insomnio
y fuiste un salto en el espejo

y un abrazo de dos


La locomotora saludó con su silbato al Obelisco y al pasito corto puso rumbo a las serranías, pues andaba ganosa de comerse unos ricos criollitos y tomar unos matecitos con peperina (quizá para mejorar la digestión luego del tequila). Y así, soplando y resoplando llegamos a CÓRDOBA para recibir a nuestro último pasajero ALFREDO LEMON. Amigo que ya viajó en el Nº 45. Nacido en Córdoba (1960)  ciudad donde reside. Abogado. Fue Profesor de Filosofía en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Córdoba, miembro del Ateneo Filosófico de Nueva Córdoba. Continuó en la docencia en la cátedra de Derecho Constitucional en la Universidad Blas Pascal; en la cátedra de Historia de la Cultura en la Universidad Católica de Córdoba y en la cátedra de Teoría de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Obra poética: Cuerpo amanecido, 1988. Humanidad hecha de palabras, 1993.  Sobre el cristal del papel 2004. Libro de ensayos: El mono metafísico, 1991. Premios más importantes: “Romilio Rivero, Municipalidad de Córdoba”. 1985. “Plaza de los poetas, José Pedroni”. 1992.  “Escritores por la paz”, Sociedad Científica Argentina.1994. “Premio Jóvenes Sobresalientes” de la Bolsa de Comercio de Cba. 1994. “Asociación de Escritores Argentinos”. 1995. Sociedad Argentina de Letras, Artes y Ciencias”. 1995. “Premio Jóvenes por la paz” en 1995. Reconocimiento “Obrero de la cultura” San Marcos, 2002. Tercer Premio Sociedad de Escritores de Río Cuarto 2005. Mención de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores Villa María, Premio “Primo Belletti”, 2007. Colabora en varios medios literarios del país. Miembro asistente al Seminario de autores de Córdoba en la Universidad Nacional de Córdoba, 2005, 2007. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, al italiano y al francés. Actualmente es miembro del Foro Internacional de Literatura y Cultura por la paz. Nos entrega sus poemas medulares, profundos.


DESDE EL BAR
                                             A Alejandro Nicotra
 
Allí van ellos, los otros,
caminantes anónimos
frente a la vidriera del mundo.

Ellos, los demás,
con sus vidas mecánicas y singulares,
apresurados y solos
en medio de una muchedumbre desamparada.

Mientras nosotros transcurrimos adentro,
considerando destinos distintos, divagando,
con el desorden del planeta suspendido en una mesa.

Mientras nosotros continuamos aquí,
delante de un pocillo con café,
buscando en cada sorbo, algún significado. 

 
A LA MUJER DEL VIOLÍN
 
Aquél violín que compré en una subasta en el 2000,
te acompañó mientras estudiabas en Francia
hasta tu primer concierto en Berlín.
 
Ahora está allí, en su estuche marrón  
reclinado en un sofá en el centro del living.
 
Hubo mucha pasión, lo sé.
Despedirte fue tan triste que cuando lloraba,
agradecía las lágrimas porque me hacían sentir vivo.
 
Hubo pasión, lo sé.
Resulta difícil olvidar el erotismo de una pelirroja.
Todavía atesoro ritos sutiles, sabores singulares.  
 
Vagabundos, fuimos gastamos los años zigzagueando:
acierto-error, acierto-error.
 
Hoy mi espíritu y tu violín laten al ritmo de un mundo sordo,
donde la locura se ríe a carcajadas de la verdad.                       


SAN MARCOS
  
Si tu inspiración descendiese hasta mi página,
podría escribir el verso que me justifique.
 
Cúbreme bajo tu manto.
 
Dame tu mano en la cornisa
donde danza la locura.
 
Tómame del brazo.
 
Acompáñame en el camino de la hormiga,
en su ascenso hacia lo alto de la piedra.
 
Llévame al hostal del sol y de la luna,
allí donde atardece y se despierta el mundo.
 
Llévame al fuego y al silencio,
allí donde la mirada de los amantes
se vuelve agua de tanta claridad.
 
Déjame la mujer que ha de sanarme,
el sabor de la miel en sus pezones,
la cereza y la aceituna,
la orquídea y su puñal;
 
el gozo de saberme un peregrino,
la causa de mi todo y de mi nada.

AGONÍA EN LA CRUZ

                                           
Ya no necesito a Judas.
Debo morir y estoy dispuesto.
Los maderos no me pesan.
La conciencia es una paloma en el desierto.
  
Madre: perdón por haber sido un mal hijo.
Mujer: perdón por no haber sido padre.
Hermano: perdón por no haber sido amigo.
  
De a poco, el último sol me enceguece.
Vuelvo al Todo.
Nunca estaré solo.


VIERNES
 
Los amantes lamen las pulpas del veneno
y las lenguas del deseo rasgan el himen del amanecer:
 
cáliz de escorpiones.

El paseo estaba lindo ... ¡ni ganas daban de regresar al pago! Pero siguiendo el viejo dicho "lo bueno si breve dos veces bueno" el trencito se despidió y arrancó para General Pico. Y no quiere hoy dejar de recordar a ese grande de las letras uruguayas que fue don Mario Benedetti por eso, de bonus, les dejo uno de sus poemas (elegí uno que me encanta). 

MARIO BENEDETTI

CORAZÓN CORAZA

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tu siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

                              De su libro “NOCIÓN DE PATRIA”

Les recuerdo a todos los escritores QUE ESPERO SUS TRABAJOS. ¡¡A ponerse las pilas linda gente!!  El mail es: millaco@ciudad.com.ar
Un abrazo y ¡¡hasta el próximo viaje!!!!!!!!!!!!!!!!!!

                                                               CRIS