Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 55

QUERIDOS PASAJEROS:

¡Bienvenidos a este nuevo viaje del trencito literario! Pese al derrumbe de la economía, las catástrofes globales de todo tipo y medida, la guerra y la intolerancia ... ¡¡todavía marchamos!! Y eso no es poco ... Porque los escritores enarbolamos la esperanza y cantamos los sueños creyendo que "¿Quién dijo que todo está perdido? / yo vengo a ofrecer mi corazón" (FITO PÁEZ dixit)
Arranquemos entonces que la locomotora ya silbó fuertecito y calentó motores.

La maquinista consideró que, estando en primavera, nada más alegórico que iniciar el viaje rumbeando para "el Jardín de la República" ... o sea ... TUCUMÁN. Allí nos encontramos con nuestro amigo NÉSTOR SORIA quien ya nos acompañara en el Nº 15. Les recuerdo sus datos biográficos.  Nacido en Nueva Baviera, Famaillá (Tucumán) es poeta, autor y compositor. Autor del libro “Este paisaje es mio”, declarado libro de lectura en las escuelas primarias del departamento Famaillá –Tucumán – Fue premiado en la feria internacional del libro: “Del escritor al lector” –Buenos Aires,  año 1993- e integra la antología poética “Metáfora plural”, editada por dicha  feria, junto a otros escritores argentinos. Invitado –año 1994 – por las  cátedras de historia americana de las  Universidades  de Sevilla y  Murcia –España- a conferenciar sobre los temas: “La problemática azucarera del noroeste argentino” y “Las huelgas azucareras  de 1923”. Jurado del Festival de la canción folklorica argentina realizado en la ciudad de San Pedro (PBA). Colaborador de las publicaciones de la Universidad de Temuco – Chile. Presidente  -año 1996- del encuentro nacional  de poetas “Manuel Aldonate” de la ciudad de Monteros – Tucumán – Presidente de la S.A.D.E. – Sociedad Argentina de Escritores de Tucumán –  1996 a 1998. Jurado de la Faja de Honor de la S.A.D.E..- Santiago del Estero -  año 1997. Redactor responsable de las publicaciones mensuales del centro cultural “Eugenio Flavio Virla”, de la Universidad Nacional de Tucumán – 1996 a 1998. Compositor (música) de la zamba finalista del festival de Cosquín 1988, “Lavandera Chaguanca”. Autor en colaboración con el cuatrista, intérprete y compositor venezolano Hernan Gamboa,  del vals tonada “Este paisaje es mio”, grabado por Hernán Gamboa. Autor con el compositor Luis Gentilini - Tucumán- de la chacarera “La calladita”. Autor con el compositor Ruben Cruz, de temas como “Don Comegente” -premio Congreso de Antropología, España -; “Ramon carpintero”, y “Comadre Dora” Compositor (música) de la zamba “Jujuy mujer”. Autor en colaboración con el talentoso compositor Rolando Valladares -Tucumán- de numerosos temas del cancionero popular tucumano. Homenajeado por U.P.C.N. –Unión del personal civil de la nación- por su aporte a la cultura nacional. Presidente vitalicio de la fundación Cultu-Raco – “La Calladita”- Casa de Cultura – fundada en Raco – Tucumán. Sus temas: “La calladita” y “Jujuy mujer”, fueron ganadores en el Certamen Nacional, organizado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI),año 2003. Autor de los compendios sobre “Toponimia tucumana”, “Danzas tradicionales arraigadas en la provincia de Tucumán” y “Comidas típicas tucumanas, editadas por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) año 2003. Autor de los fundamentos que dieron lugar a la declaratoria de patrimonio natural y cultural de la provincia, al caballo criollo argentino. Se desempeñó como asesor de prensa de la Secretaria de Estado de Turismo de la provincia de Tucumán. Su última obra poética “Luna de guitián(zamba)  fue musicalizada y grabada por el compositor e intérprete Raúl Carnota. Invitado a la 3º Feria provincial del libro de La Rioja (julio 2004), a disertar junto al poeta David  Gatica (riojano), y Miguel Bustos (San Luis). Autor del libro “San Miguel de Tucumán, la historia que más cuenta”. Declarado “ciudadano distinguido de la ciudad” por la municipalidad de San Miguel de Tucumán, en merced a su trabajo y defensa de la cultura tucumana, en el año 2005. Actualmente trabaja en el proyecto “Memoria de los barrios”, actividad que consiste en narrar la historia oral y documental de los barrios tucumanos y  que es editada en sendos libros, por la municipalidad de San Miguel de Tucumán. Invitado por la comisión nacional de folklore de Cosquín (Córdoba) a encabezar la nómina de los poetas que participan en el libro nº 4  “Los poetas que cantan”, edición 2007. Participó como disertante en el congreso de la lengua, realizado en la ciudad de salta, los días 13, 14 y 15 de junio de 2007. Invitado por la municipalidad de Berazategui (PBA) 2007 en el marco de la segunda feria “Librarte 2007”, fue declarado visitante distinguido de esa ciudad. Y juro que he reducido el curric. pero ¡¡ este chango tiene una dilatadísima trayectoria !! Desde que nos conocimos (allá lejos y hace tiempo) admiro y disfruto profundamente su poesía. Comparto con Uds. cuatro poemas que son una joyita.



SONETO PRIMIGENIO - (La raíz) -
                                                         
Quién fue el imaginero de este nudo
que huele a roquedal y a manantiales,
a cuarzo, trasegado en el rezumo
de savia, por el tiple de las aves.

Qué gubia ebanistera hizo el milagro
de hincarlo hacia el meollo de la tierra
y desde esa oquedad leude los tallos
filigranando el lujo de la selva.

Acaso fuera un dios necesitado,
su voz dijo ¡raíz! y allí crecía
enhiesta, por el páramo creado.

Acaso un restallido inesperado,
presagio sempiterno, profecía,
abrigo para el hombre abandonado.


MEMORIA DEL ÁRBOL
                                  “al  maestro luthier Facundo Antonio Leiva”

Me volteó su hacha de filo lunar, casi de vidrio.
El iris de sus ojos tanteó mis vetas más ceñidas.
Se imaginó un sonido, un íntimo pulso cancionero.

Facundo Antonio Leiva mira mi portento, ya caído largo a largo,
mientras silba con cadencia de otras aves.

Mi cuerpo gotea por las sajaduras
y yazgo sobre el eje de un antiguo diablo.
Tras los bueyes me arrastro despeinando afatas.
Allá, degollada en el monte, se queda mi copa extrañando nidos.

El taller del hombre es madera sin altura, de aromas mezcladas.
Voy hacia la sierra, guanquero y trabadura.
Atenazado mi rollizo, desaparece, se transforma.

Otros filos redondean  mi costado y nazco en la guitarra.
Ya no recuerdo mi espacio de sombra junto al agua,
desde muy adentro de mi dueño aprendí otra memoria.

Populosa la música me invade.
Soy amada, me lo dicen sus brazos cobijantes.
En las noches le destapo a Leiva su soledad transmutada,
y lo sigo hasta que un soplo de alba lo atiza en sus rescoldos.

Ahora que lo veo con el ojo de mi ombligo en silencio,
encorvado en la viruta rulosa que cae sanguinolenta
como pedazos de una rota vidala,
siento su espasmo de sudor y pienso
que yo cantaré por él, cuando se vaya.


DON ELIO                                                                                                                                                                           

                                                                                              
En este patio está mi casa,
primaveras pasan y primaveras vuelvo
a las ramas del viejo nogal que lo ensombrecen.

Aquí, donde un viento trashumante gira en redondo mi nido,
estiro  finito mi canto hacia la pubertad de la mañana.

A este portentoso palacio verde que habito lo plantó don Rogelio,
el Elio de los parientes, el Elio de las visitas guitarreras y amables.

Mi plumaje castaño, como nuececita otoñada,
se eriza cuando lo nombran en cogollos y en vidalas:

“El Elio sabe de sobra / que si se macha/
se mastiquea lo bonito / de las palabras/
y que emperrado rempuja / con aire y baba/
los pedacitos que canta / de una baguala”.
 
Hoy, bajo las flechas de una paciente llovizna
ha ocurrido algo extraño.
Ni su figura, morena y fuerte como un menhir,
ni su mujer, fibrosa y cantarina desde las trenzas hasta la falda,
sembraron al voleo las blancas migas que me regalaban,
por el sólo hecho de verme volar hacia ellos,
mientras reían  como dos niños.

Por la puerta del cuarto, adonde algunas madrugadas
don Elio se estremecía en un roncar bestial, azuzado por el vino,
alcanzo a ver su silueta echada bajo el bulto de su vientre,     
que es como un enorme hormiguero quieto.

Una voz que es un quejido, trepa hasta el nogal
y  se estira por la vereda  hasta otros cuartos,
desatando llantos, espantosos ayes desconsolados.

Desde la tapia vieja miro aquel patio poblado de rostros amarillentos.
Nadie ríe, el día avanza en voz baja y don Elio no se ha movido.
Veo en sus ojos como un agua seca, opaca y seca.
Bajo su camisa tensa, los pedazos de bagualas que ya no canta,
le redondean el cuerpo y sé que se irán con él, esta tarde,
lejos del patio y del nogal, donde tampoco canto.


NACIMIENTO DEL DUENDE


Con la última brasa el crepúsculo parte,
una nube de barro se derrama en el cielo,
vaga música extraña se levanta del monte
y en la noche norteña hay un vaho azufrero.

Es una melodía de violín y de flauta
que convoca lechuzas, quitilipis, serpientes
y  al Ucúmar* del río, con cabeza de oso,          
rondador de los montes, si depreda la gente.

Entre los yuyarales de saitilla y pocotes,
va naciendo de un vientre, socavón de la tierra,
este DUENDE despierto, carcajada en la boca,
la mirada de fuego y deforme silueta.

Le darán como nombre la palabra prohibida
que al decir de las brujas se refiere a su suerte
y al sumarlo los diablos a su oscura familia
gozará del reinado de palacios ardientes.

Vestirá como un grande, con un traje chiquito,
y un sombrero grotesco que le tape la cara.
Las pezuñas descalzas, con la voz casi ronca,
una mano de piedra y otra mano de lana.

Se vendrá hasta las casas de algún pueblo cercano
a morar en rincones y con ojos astutos
seguirá nuestros pasos, mientras trama desmanes,
tropelías y burlas, o fastidios y sustos.

Lo verás tras el horno correteando en la leña,
en los cuartos umbríos donde todo se pierde,
rondará por la siesta  engañando a los güilis*    
con juguetes brillantes y artimañas de DUENDE.

Brincará por las tapias a robarse las frutas.
Temblorosos los perros aullarán lastimeros.
Bajo un árbol del patio, bailarín misterioso,
será sólo una sombra cuando salga el lucero.

Habitante sin tiempo, permanente presencia,
muchos lo conocemos solitario y burlisto,
pero el DUENDE no es nuestro, pertenece a los diablos,
aunque siempre se muestre con su traza de niño.

                                                                          
*Ucúmar: Personaje mitológico que ronda y protege a los montes  
*Güilis: Changuitos, niños.


Estaba linda Tucumán pero debíamos hacer un largo trayecto pues nos reclamaba la patria del chamamé: CORRIENTES. Una nueva pasajera quería emprender viaje con nosotros: MARÍA ALICIA GÓMEZ quien nació y vive en la ciudad de Goya (Corrientes). Es nieta del “Historiador de Corrientes” Dr. Hernán Félix Gómez y empleada judicial desde el año 1972, año en que comenzó su carrera televisiva y radial. Locutora Nacional, creadora y conductora del programa radial infantil “Chiquilladas” premio “Santa Clara de Asís” 1980 (L.T.7 “Radio Corrientes”). Presentadora de espectáculos literarios.  Integra la Comisión Directiva de SADE-Seccional Goya y es autora de los comentarios periodísticos de la entidad de letras en la gráfica. 1974: como representante de CE-NA-RE-SO escribe y habla sobre el tema “Familia-juventud-drogadicción”. 1992: organiza las “Primeras ornadas de Sexualidad y Drogadicción” en Goya (Ctes) que tuvo invitados a las autoridades del COPROTON (Ctes) y a la Sexóloga Dra. María Luis Lerer. 1998: Primer premio concurso poético sobre el Carnaval en Goya (Ctes) compone la letra del chamamé-canción “A Malvinas” que integra el libro “Malvinas los sueños estafados” del ex combatiente Ramón O Mendoza- Publicó  el Poemario: “Tus Lágrimas Me importan” -1999.- En el año 2004: Edit “De los 4 Vientos” Antología Nacional; “Diccionario de Escritores y Poetas Latinoamericanos-Publicaciones Altair-Bahia Blanca” 2006: Antología ECA (Córdoba  Argentina) 2007 Premio Jorge Luis Borges en Narrativa (Cuento Sapukay Yarará) edición de un libro de cuentos propios año 2007. –Compendio de cuentos de tinte social-  “Cuentos para despertar” (Buenos Aires-Argentina) con crítica de María Granata.- En preparación el poemario “Cien palabras de amor y un grito y “Mi abuelo Hernán” análisis intimista, e histórico político del historiador Dr. Hernán Félix Gómez. María Alicia nos deja un cuento breve y un poema para que disfruten

                                                                         
EL VUELO

                          A una incondicional amiga, con especial cariño 
             
                       El despertar de trinos en el patio interno, le anunció el comienzo de un nuevo día.  Ella desperezó sus pensamientos y valoró el instante…
¡Era una concesión más! Otra oportunidad, acaso, para que su agotado espíritu recorriera jardines de sueños, intentando retener la vida de quien descansaba en el lecho contiguo, vida que se le iba de las manos como una flor más efímera, que se agota perfumando la partida… El creciente resplandor de la mañana reverdeció los pinos. En lo alto, como una fruta madura y casi confundida con los colores del árbol, prendida a sus ramas una cigarra hacía escuchar su canto sonoro, celebrando la vida con su breve y reiterada estridencia.
Todo predisponía a la ensoñación Pero… ¿Renovaría junto con sus sueños los momentos de dolor que hace dieciocho días concitaban su atención? ¿Sería acaso aquel el instante supremo? Casi sin darse cuenta la magia del momento fue trocando la realidad de esas horas marchitas, en un ayer de felicidad compartida.
Comenzó a verla joven, animosa, vital. La pensó decidida, laboriosa, enérgica en sus caprichos. Se vio a sí misma niña, guiada por sus manos y creciendo entre tules, como una joya preciada. Volvió a aspirar el perfume del regazo materno desde la posesión de aquellos días, y en la espiral de su evocación volvió a sentirse  joven, esposa soñadora…¡Madre por vez primera!. En la intensidad de ese instante abarcó los renovados ciclos de su vida. Ese sendero misterioso que ahora desembocaba en la lenta planicie de esta espera. Al encaminar sus pasos hacia el lecho de su madre, sintió que la caricia de su ternura envolvía el momento hasta hacerlo bendito. Se sintió cobijada una vez más…
En la azul transparencia de sus inevitables lágrimas se instaló para siempre aquella imagen…Sintió  la maternal espera. La vio esperanzada y también niña…Y supo –secreta y definitivamente supo- que hoy, era ella quien debía sostenerla entre los tules de sus propias manos.
Los trinos se hicieron más intensos. Entre refrescantes gotas de rocío, la plenitud del día avanzaba sobre sus nostalgias, como avanzaba el tiempo que se iba…

Seleccionado en la revista virtual ARTESANIAS LITERARIAS como ”el cuento de la semana” en el mes de abril.

AMISTAD

Anoche fui…
Quien deseo ser por siempre.
La luz que en las penumbras
brille eterna.
Sin lástimas, sin lujurias…
Necesaria piedad que siempre
abarque, en su justa medida,
cada muerte.
Anoche fui…
Quien deseo ser por siempre.
Tomé, en transparencias,
nuestro lazo,
-diálogo de la piel
en coincidencias-
Nueva herida.
-simbólica atadura-
Nudo de amor
que expone nervaduras.
Anoche, esta amistad,
-inaugural poema-
se descubrió en tu llanto
trasvasó la medida de tu pena.


Nos cansamos de bailar chamamé y tomar tereré (hacía un calorón de aquellos) y alcanzamos a degustar un rico dorado a la parilla. Pero era tiempo de regresar para encontrarnos con los últimos pasajeros que nos esperaban en el andén de nuestra ciudad. Pues, como en otras oportunidades, el Tango convocó a mis alumnos de 9º año de la U.E. Nº 15 a afilar la pluma y desatar la imaginación. Traigo entonces cinco trabajos elaborados a partir de la letra de un tango. La consigna: crear la historia "anterior" cuyo desenlace fuera la letra de la obra asignada. Aquí van entonces: Vianella ETECHARTE, Paula GARCÍA, Sofía MANTECA, Tatiana MASERA, Carla COLUSSI, Lucía PICO, Sofía HERNÁNDEZ, Rocío PÉREZ, Stefani SARRAT e Ivo SÁNCHEZ. Breves historias para ser apreciadas.

Vianela ETECHARTE
UNO …

    Solo mi amor sabía lo mucho que te quería, solo el alma entendía lo que le daba la razón a mi corazón para latir ,,, nadie supo nunca porque logré apreciarte tanto.
    Ignoraste mi amor, ignoraste mis caricias, ignoraste este amor que tiempo antes buscarías.
    La pasión que llenaba mis horas de vida se esfumó en tu cuerpo y ya no me la devolvías.
    Ya cansado de esperar besos de tus labios, ya cansado de esperar caricias de tus manos …. Supliqué, rogué, imploré que en tu corazón no pasara nada más que vos y yo y este amor que cuestionaba… cuestionaba esas lágrimas que de mi ojos salían, cuestionaba esas noches de soledad sin salida.
    Las palabras de la gente rompían mi alma, para mí no eran gente, para mí eran bestias que me clavaban el alma, eran seres que sólo querían el mal.
    Pero como descifrar el invento de estos humanos que con crueles palabras contaban cuentos que se llamaban … “ella ya no te ama” …
    De excusas me envolví, de sueños me nublé, y solo con mi sombra pude renacer.
    Una sensación extraña había en mi cuerpo y un nudo en la garganta me llenaba de ansias, Ya no podía llorar, solo podía sentir. Sentía ese frío seco que vos me diste al salir. Sin entender muy bien el por qué de tus mentiras.
    A la luna admiré en una noche sincera … Cansado de la soledad, cansado de mi desilusión, salí de mi mundo y lo compartí allá afuera.
    Sin embargo me encontré con una triste historia, la de un hombre y una mujer que solo compartían horas, esas horas que tú me habías negado, esas horas en que tú me habías rechazado.
    Repleto de angustia llegué de nuevo y con mi sombra quieta lloraba en silencio. Morí y viví miles de veces. Pero esta noche tú solo pudiste romper este amor que un día nos llenó de alegría.


Paula GARCÍA - Sofía MANTECA – Tatiana MASERA
RUBÍ

    Ayer, por la mañana, me dijiste que nuestra historia de amor ya acabó.
    Tus razones para dejarme son tan injustas que no hallo consuelo en el cual refugiarme. Aun me cuesta creerlo. Te has enamorado de un desconocido a quien entregaste tu corazón y me has olvidado dejándome a un lado. Lo conociste aquella tarde cuando salíamos juntos a pasar las horas hablando de nosotros y de nuestro futuro.
    Regresa … los días me atormentan … las hora me ahogan y los minutos me estremecen. Nada me queda, solo un recuerdo de tu despedida.
    No seré más que un recuerdo pero tú serás más que mis sueños.
    Regresa a mí, no digas que todo acabó, te necesito como el aire que respiro y te espero noche y día ansiando que vuelvas a mi lado…
Él es mi reflejo. Cada palabra o detalle suyo no es más que el sentir de mi corazón porque aún te amo y estoy enamorado. Lo que daría por volverte a ver y a tu lado para siempre quedar …
    Él ganó la batalla del amor; partirás para olvidarme, tus besos ya no me pertenecen, tus labios hoy son de él.
    Tu despedida está pendiente, mi alma sigue en tu piel; quisiera poder haber pasado el resto de mi vida junto a ti, compartir años, sentimientos, emociones y hasta tristeza, pero siempre a tu lado.
    Mi vida sin tì ya no tiene sentido, me dejaste solo y abandonado.
    Me arrepiento de haberte hecho sufrir con celos y desconfianzas que me surgían hacia tí. Eras perfecta y hoy solo pido otra oportunidad.
    Regresa Rubí … eras todo para mí ….


Carla COLUSSI – Lucia PICO
MALENA

    Era una fría noche de julio. En la habitación de los Greco, se escuchaba la agitada respiración de una parturienta. Así nacía Malena.
    Quien se iba a imaginar que años más tarde esa beba, con algunas pelusas negro azabache como pelo, se iba a convertir en aquella mujer de labios apretados como el rencor que en esos momentos sentía.
    Sobre el escenario de aquel cabaret cantaba como si esa fuera su última presentación. Poniendo su corazón en cada palabra y énfasis en cada tilde.
    Pero nadie imaginaba que dentro de ese cuerpo, en apariencia más fuerte que el pino más alto y más duro que la roca más grande, se escondía un alma tan o más débil que aquella bebé que había nacido una noche de julio.
    Ese hombre la había maltratado … la había humillado. Y aquella era la única forma que ella encontraba para liberar ese dolor profundo que la embargaba desde hacía varias noches.
    El tango liberaba sus penas.
    Pero ese no era un tango cualquiera. Era ese tango cantado con el corazón; ese tango que expresa las emociones fuertes y profundas y que siempre va acompañado con ese bandoneón que llora como fondo y que logra hacer sentir esa pena.
    Así cantaba Malena, con sus manos que parecían dos palomas. Cada sílaba era acompañada con un latido de su corazón … ese corazón lastimado, que bombeaba esa sangre de bandoneón.
    Ese hombre que se había ido y que era seguro que ya no regresaría, le había enseñado una lección.
    Jamás nadie volvería a hacerle lo mismo, eso seguro. Pero era gracias a él que yo la tenía frente mío, cantando esa canción que tanto me llegaba al corazón …

    Malena canta el tango como ninguna y en cada verso pone su corazón …


Sofía HERNÁNDEZ – Rocío PÉREZ
UNO

    La primera vez que la vi supe que ella era para mí. Fui hipnotizado por sus bellos ojos verdes y su morocha cabellera que caía suavemente sobre sus hombros. Fue inexplicable lo que sentí al verla sonreír. Me acerqué lentamente hacia donde ella estaba y con delicadeza, fingiendo elegancia, la invité a tomar un café en el bar de la vuelta. Para mi sorpresa aceptó y allí comenzó esta historia de amor.
    En las cenas nos contábamos lo que había sucedido en el día; yo le traía las noticias de la larga jornada de trabajo, y ella, aún con el delantal puesto, servía la comida que tan trabajosamente elaboraba. No podía pedir nada más de la vida; me sentía completo. Estábamos seguros de tener todo el amor de parte del otro. Mi novia me amaba tanto como yo a ella.
    Una noche cuando llegué a casa las luces estaban apagadas y aún no se percibía el aroma suave de la comida recién preparada. Seguía con la preocupación y mi mente estaba ida, pero de todas formas me acosté a dormir. Supongo que habrían pasado dos horas cuando oí la puerta abrirse. Luego un movimiento en la cama: era obvio que ella había llegado. Cuando le pregunté donde había estado no me contestó, supuse que se había dormido. Al otro día se lo preguntaría nuevamente.
    Ya no recuerdo que me respondió aquel día, como no recuerdo los días en los que disfrutábamos en ir a tomar un café, o las charlas durante la cena, o la camisa planchada para ir al trabajo.
    Y sí … lo que suponía pasó. Oí sus pasos entrar a la habitación. Traía consigo un bolso y su abrigo puesto. Me dijo que éste ya no era el lugar que amaba ni tampoco la persona. No pude evitar que una lágrima recorriera mi mejilla. Cuando acabó de hablar se fue, sin siquiera decir adiós. Oí la puerta cerrarse tras sus pasos; supe que todo había terminado. Toda esa noche esperé que llegara pero nunca volvió.
   Anoche, mis ojos vieron esa hermosa silueta, una mujer perfecta. Su rostro reflejaba felicidad, aunque el mío mostraba el dolor que seguía produciendo la herida abierta que había dejado mi antiguo amor. Sí, aunque quiera, ya no puedo amar.
    Mi corazón no está apto para dar cariño; éste se ha acabado siendo brindado a alguien que jamás lo apreció. Por más que no quiera debo decir que mi vida prácticamente terminó …


STEFANI SARRAT – IVO SÁNCHEZ
GARÚA …

    Era una noche especial de julio, rara por cierto. Pero mi corazón latía porque vendría mi amor.
    Como siempre mágica, con una sonrisa que irradia, que hace estremecer el alma …
    Impaciente … feliz … que se yo, muchas emociones se entremezclan esperándola.
    El camino por donde ella llegaría estaba brillante; una curva acariciaba aquel camino rodeado de árboles elegantes; miraba mi reloj una y otra vez, el tiempo era eterno, quería verla, besarla, decirle cuanto la amaba …
    A lo lejos con pasos firmes de botas blancas ella venía hacia mí. No era la misma. Sus ojos confundidos me hablaban, me decían que algo sucedía, que ya no éramos lo mismo.
    Habló su corazón …
    Me dijo que se marcharía, que el tiempo compartido había sido intenso, que fue hermoso. Y que había amado, pero ya no …
    Mis sueños rodaron por un instante …
    Quería gritar, llorar, quería preguntarle ¿por qué?
    Ya no tenía sentido, quería adelantar mi reloj, quería salir corriendo.
    Ella solo me miraba y lágrimas confundidas me decían adiós. Yo callaba, no sabía que decirle, si yo la amaba, si quería vivir todo con ella. Buscaba en mi ser algo que me dijera ¿Qué había pasado? ¿Alguien más? … Si yo me dedicaba a hacer que su dicha fuera constante todo el tiempo.
    Ella me dijo: “Te amé y te amé todo el tiempo. Pero hoy te quiero y porque te quiero te digo adiós.
    No te juzgues, no busques culpables; y te agradezco que hayas sembrado en mí ese bonito amor. Hoy elijo estar sola … Eres un ser especial y los seres especiales viven aquí, pero no son de aquí. Tu vida se colmará de dicha porque te la mereces … “


¡Se acabó! El viaje llegó a su fin. Pero como siempre los espero con nuevos trabajos (y minibiografía) en: millaco@ciudad.com.ar
Un abrazo y nos estamos reencontrando pronto !!!!!!!!!!!!!!

                                                           CRIS