Ya estamos en los umbrales del fin de año. Año que,
para los argentinos, ha sido movidito y movilizador. Creo que es saludable, a
esta altura, dar un pantallazo retrospectivo a nuestras vidas: contabilizar los
proyectos realizados, los sueños que aún están pendientes, los errores y los
aciertos, las ilusiones y desilusiones, las alegrías y las penas. Y con ese
bagaje de experiencia despedir el 2.015.
El trencito se tomará unas merecidas vacaciones y nos
encontraremos al regreso.
La locomotora está dispuesta y humeando. El jefe hace
sonar la campana y ¡partimos! Primer destino Ezeiza, pues viajaremos al gran
país del norte a recibir a una nueva pasajera: MARÍA TERESA ARRAZOLA. Nació en
Bogotá, Colombia (Dic.8/1938). Actualmente vive en HARRIS, MINNESOTA (U.S.A.) Novelista, poeta, pintora, escritora de
cuentos y jardinera. Está dedicada a la traducción de sus libros inéditos. Estudios de Arte y Psicología en
Anoka Ramsey C. College. Maestría en Estudios Liberales (MLS) en Metropolitan
University Minnesota. Durante el tiempo que vivió en la Florida,
fue instructora en talleres de poesía en Atlantic University. Allí fue también
fundadora y directora del movimiento cultural Voces del Sur, un grupo de poetas
y escritores, apoyado por el Consulado de Colombia en Miami. Su trabajo artístico ha sido exhibido en: East
Central Art Council, Image 2000, Oglive, MN, Kanabec Historical Center, 2001
2002/ East Central Art Council, Image 2005/ Anoka Ramsey Community College,2006;
Plymouth Art Gallery, MN, 2006. Obtuvo el Segundo lugar en Image 2007,
Mora MN Art Gallery, con Intiluna y primer lugar en La Feria del Estado
de Minnesota 2007, con Roster in a Bottle. CO-AUTORA DE: Cinco Puntos Cardinales (1995). Comarca sin Fronteras I y II Editorial Gente Nueva (1997 y
2003), Triángulo Equilátero y Granos
de Arena (Antología por la paz),
fueron publicados por Épsilon
Editores, (1999). La antología de cuentos de mujeres, Reflejos, A
Paso de Tango, poesía y su primera
novela, Los Eucaliptos eran Azules, fueron publicados por Beaumont
Editores en 2007. Igualmente
fueron publicados por esta editorial su
antología Vuelos de libertad, (2009), Forbidden Territory,
(2010); Children’s Voices, (2010), Los Secretos del Viento (2011)
y Arturo and Pintado’s Journey
(2015). PUBLICACIONES
EN ANTOLOGÍAS: Diosas en Bronce, Teresa Rozo
Moorhouse, Editorial Latidos, California, U.S.A (1995); Poesía
Latinoamericana (1998) y Nuevas Voces de Fin de Siglo, Epsilon
Editores (1999). Boundelss Journey, (1999); Sharing the all o life, U.S.A (2000); Mujeres
Poetas en el País de las Nubes, Centro de Estudios de la Cultura Mixteca,
México D.F. (2001 y 2002). Segundo lugar en el
Concurso de Narrativa Nuevo Milenio, de Li’Art, Miami USA. Más Allá
de las Fronteras, Ediciones Nuevo Espacio, Editorial Ene. Muestra Siglo
XXI de la Poesía en Española de Prometeo Digital, Madrid España. Invitación
especial al IX y X XI y XII Encuentro
de Mujeres Poetas México 2001-2002-2003. PUBLICACIONES EN REVISTAS LITERARIAS: La Pajara Pinta 30,
La Hojarazca. LIBROS INÉDITOS:
Pequeñas huellas, Vórtice, Change of Moon, Líneas
Paralelas, Al llamado del Inti, El Muro de cristal y otros
cuentos, La conspiración de Tritón, El jardín de las Hortensias. De su libro “Tiempo de caminos” seleccioné hoy algunos poemas (por cuestión de
espacio). Vibrantes, plenos de emoción, románticos…
E-MAIL: northeen03@yahoo.com
E-MAIL: northeen03@yahoo.com
EL TREN
El tren grita
y se estremece
en su intento
por aferrarse a la tierra
como el árbol dorado
de la estación.
Su voz abraza a la luna
mientras sus ruedas
tratan en vano
de construir una quimera
de raíces y sombras milenarias.
VÓRTICE
Una pasión olvidada
captura el tiempo.
¿Dónde estabas
antes de recorrer
el sendero de mis sueños?
¿De qué región escondida
del milagro
escapaste un día
para ungirme con tus besos?
PROGRAMA
No estabas anotado en mi libreto
pero la vida supo
del insoportable vacío de tu ausencia
y me cambió el programa.
Tu nombre
campana y vuelo
inicia el retorno
al ritual de la luz.
HUELLA
Qué falta me hacen
la promesa dulce de tus labios
y la magia de tu abrazo
en esta tarde de lluvia.
En alas del viento atravesarás el mar
con tu piel abrumada de distancia.
para encontrar la huella perdida.
-Tu otro corazón-
que arde en mi pecho.
ESTADO DE
GRACIA
En mis hombros
se posan las palomas.
Amarte
es simplemente un estado de gracia…
La tarde sabe a frutas.
Los recuerdos tienen color de trigo
y los pasos
se vuelven tan livianos
como algodón de azúcar.
Amarte
es simplemente un estado de gracia.
FORMULA
Enséñame la fórmula
para sobrevivir sin ti.
Hazlo mirándome a los ojos.
No lograrás engañar
a tu corazón ni al mío.
Luego
cuando mi voz no te alcance
y busques la dulzura de mi sombra
¿cómo podrás llenar el vacío
de mi cabeza en tu pecho?
DULCE
COSTUMBRE
Se despertó tu imagen
a las seis de la mañana
este domingo gris.
El café ya no supo igual.
Las palomas
Arrullando los bugambiles
me recordaron el remanso
de las horas compartidas.
Luego
desde la esquina del silencio
llegó el vacío de tu ausencia.
Extrañarte
se ha vuelto una dulce costumbre.
UMBRAL
Tallado en el recuerdo
te escribiré con letras
que olvidaron el llanto.
A través del tiempo
tu presencia serena
permanecerá por siempre
en el umbral de la luz.
de su libro “TIEMPO DE CAMINOS”
Nos despedimos de los
nuevos amigos y regresamos a la patria. El trencito se dirigió a la localidad
de Lanús, para recibir a un pasajero que ya nos ha acompañado: EDUARDO PÉRSICO. Nació
en Banfield y vive en LANÚS (prov. Buenos Aires). Publicó en 1978, Crónicas del
Abandonado (Cuentos. Editor Mensaje). (Faja de Honor SADE) 1982. Gardel Supo
Retirarse a Tiempo (Corregidor, Novela). 1983, Resistencia Lunfarda (Poemas. Edit.Rueda). 1986, El Olvido está en Libertad (Novela,
Edit..Futuro). l989, De nuevo lejos de
Uppsala (Novela, Edit.Bell). 1993,
Un Mundo Casi Feliz (Cuentos y Poemas). 1993, *Nadie
Muere de Amor en Disneylandia (Novela) (Premio Fondo Nacional de las
Artes). 1995.
Cuentos con Mujeres (Beas Edit.) 1998,
*Madame Bovary era una Buena Chica (Novela,
Edit. AINI). 2001, * El Infierno de Rosell (Novela. Edit. del
Leopardo). 2004. *Lunfardo en el tango y la poética popular. (Ensayo. Edit. Proyecto). (Los títulos marcados con * se hallan en
Internet). Participó en: Fútbol a Puro Cuento, Escritores
argentinos según ellos mismos, Univ. INCCA de Colombia y compilado por
Joseph Vélez, de Baylor University USA. Cien
sonetos Lunfardescos, de Academia
Porteña del Lunfardo y Los que conocieron
a Borges nos cuentan, Edit. Tres
Haches. Dictó cursos en USA, España, Canadá, Cuba y otros de América
Latina. En USA
expuso en el Hunter College of the City University of New York; Borough Manhattan Community College of New
York; Baylor University de Waco, Texas;
Greeley University, Fort Collins University, Colorado, y en la York University
of Toronto, Canadá. Participó en la Bienal de Poesía en Madrid.
Invitado por el Instituto Hispánico de
California dictó en la Univ.Pedagógica de Santiago de Chile y en Asunción,
Paraguay. Fue invitado a la UNEAC de la Habana, Cuba, Domínguez Hill
University, Los Angeles y a la Bienal del Libro en Río Centro, Brasil, en el
2001 y 2002, y desde el año 2011 coordina sobre Cultura Popular en Sociales de
la Univ. Lomas de Zamora. Les traigo hoy dos cuentos de su autoría.
E Mail: eduapersico@gmail.com
UNA FUNCIÓN DIA DE DAMAS.
… y las pulgas del Royalty eran famosas no solo en Avellaneda.
Al
principio de los setenta y en el Royalty,
un Día de Damas se vería esa de la Princesa con el fotógrafo, cuando un Comando Revolucionario ocupó las
instalaciones. Un combatiente entró a la cabina con una película en su mano
izquierda y un revólver en la derecha, y
por supuesto, Germán el operador creyó
una joda de los vagos del café.
- Gallego, hay que pasar esto – le falsearon la voz y el hombre ni se sobresaltó. Germán era en verdad un catalán que envolvía sílabas en la boca al pronunciar y quien al fin de la guerra civil española, anclaría en Buenos Aires donde por esa argentinada de llamar turco a un armenio o ruso a cualquier judío, él sería el gallego Germán y operador del Royalty Cine. Un fulano que al enterarse ‘los lunes no hay función y ese día tenemos franco’, diría ‘Franco no; día libre’. Perfil que si el joven guerrillero que asaltara su cabina con gorra hasta las orejas y revolver ’38 largo supiera, en vez de ‘revolucionarlo’ estaría en casa mirando televisión.
- - Quieto, pasa este rollo y viva la lucha popular – o algo así apuró el atacante. Germán sorprendido esperó alguna otra orden, y como el otro no agrego más se repasó un pañuelo por los anteojos y entró a dictarle.
- Tranquilo pichón, guarda tu matagato y calza eso en el carretel - y el Combatiente de gorra y bufanda, obedeció.
- … y al ver en la ventanita dos manchas blancas tira la otra palanca y prende la máquina – así que el aspirante a bajar del Aconcagua a tomar Buenos Aires, frente al viejo Germán que olfateara pólvora verdadera, de nuevo obedeció.
- … y antes de ahorcarte tira esa chalina, que verás dos manchas y si mueves esa palanca habrá proyección.
- Sí señor – ya gimoteó el pibe.
- … y ahora pichón deja eso. Ordena mis cosas del mate y esperemos que tu cinta sirva de algo – y el viejo también disfrutaba el entrevero.
En verdad el gallego Germán nacido y crecido en Cataluña, en el Royalty disfrutaba hasta las barriales bromas resabidas: ‘a Germán de nuevo lo hirieron en el tiroteo de Arizona’, o ‘cuando llueve el operador se calza los zapatos de Frankestein y camina tranquilo’. Pero mientras en la cabina trajinaban Germán y el revolucionario, las Damas del Miércoles que aguardaban el beso del fotógrafo y la princesita, avistaron a unos que sacudían un trapo colorado en la sala y una viejita les gritó ‘siéntense jóvenes o llamo al acomodador’. En tanto arriba Germán instruyendo al atacante se divertía cuando en la cinta ya rodando, la voz de Fidel Castro sonaba a mascarita y el Che Guevara reculaba yéndose al llegar. Todo proyectado de revés y a contrapierna, en tanto abajo los combatientes del Royalty se sentían malheridos por agitar su pabellón sin conmover a nadie. Acaso sin analizar por un rato que ese cine de Avellaneda ‘no guardaba las condiciones objetivas para lanzar desde allí la lucha armada’. Y que al arrolle de insignia se sumaría el efectivo rajando escalera abajo y dejando sus pertrechos; menos la gorra.
- … así no jodes a nadie, chiquilín – le gritaría Germán que acaso, quién lo sabe, en esa crítica mordiera algún fracaso propio. ..
- Gallego, hay que pasar esto – le falsearon la voz y el hombre ni se sobresaltó. Germán era en verdad un catalán que envolvía sílabas en la boca al pronunciar y quien al fin de la guerra civil española, anclaría en Buenos Aires donde por esa argentinada de llamar turco a un armenio o ruso a cualquier judío, él sería el gallego Germán y operador del Royalty Cine. Un fulano que al enterarse ‘los lunes no hay función y ese día tenemos franco’, diría ‘Franco no; día libre’. Perfil que si el joven guerrillero que asaltara su cabina con gorra hasta las orejas y revolver ’38 largo supiera, en vez de ‘revolucionarlo’ estaría en casa mirando televisión.
- - Quieto, pasa este rollo y viva la lucha popular – o algo así apuró el atacante. Germán sorprendido esperó alguna otra orden, y como el otro no agrego más se repasó un pañuelo por los anteojos y entró a dictarle.
- Tranquilo pichón, guarda tu matagato y calza eso en el carretel - y el Combatiente de gorra y bufanda, obedeció.
- … y al ver en la ventanita dos manchas blancas tira la otra palanca y prende la máquina – así que el aspirante a bajar del Aconcagua a tomar Buenos Aires, frente al viejo Germán que olfateara pólvora verdadera, de nuevo obedeció.
- … y antes de ahorcarte tira esa chalina, que verás dos manchas y si mueves esa palanca habrá proyección.
- Sí señor – ya gimoteó el pibe.
- … y ahora pichón deja eso. Ordena mis cosas del mate y esperemos que tu cinta sirva de algo – y el viejo también disfrutaba el entrevero.
En verdad el gallego Germán nacido y crecido en Cataluña, en el Royalty disfrutaba hasta las barriales bromas resabidas: ‘a Germán de nuevo lo hirieron en el tiroteo de Arizona’, o ‘cuando llueve el operador se calza los zapatos de Frankestein y camina tranquilo’. Pero mientras en la cabina trajinaban Germán y el revolucionario, las Damas del Miércoles que aguardaban el beso del fotógrafo y la princesita, avistaron a unos que sacudían un trapo colorado en la sala y una viejita les gritó ‘siéntense jóvenes o llamo al acomodador’. En tanto arriba Germán instruyendo al atacante se divertía cuando en la cinta ya rodando, la voz de Fidel Castro sonaba a mascarita y el Che Guevara reculaba yéndose al llegar. Todo proyectado de revés y a contrapierna, en tanto abajo los combatientes del Royalty se sentían malheridos por agitar su pabellón sin conmover a nadie. Acaso sin analizar por un rato que ese cine de Avellaneda ‘no guardaba las condiciones objetivas para lanzar desde allí la lucha armada’. Y que al arrolle de insignia se sumaría el efectivo rajando escalera abajo y dejando sus pertrechos; menos la gorra.
- … así no jodes a nadie, chiquilín – le gritaría Germán que acaso, quién lo sabe, en esa crítica mordiera algún fracaso propio. ..
Así que al repartir el botín incautado al
enemigo, el acomodador se guardó el '38
niquelado y Germán eligió la chalina de vicuña.
- … muy elegante contra la bruma de cintas inglesas - se le anticipó Germán a los vagos del café de abajo.
- … muy elegante contra la bruma de cintas inglesas - se le anticipó Germán a los vagos del café de abajo.
Y quien sabe si bandera y gorra no ‘andarán’ todavía por algún rincón de Avellaneda.
DESVARIOS CON BORGES Y GARDEL
…y cantada por Gardel, cuanto mejor
luciría
una
imperfecta milonga mía…
Y fue por
ahí cuando el Jorge Luis Borges, que tanto descollara como payador en el
almacén de doña Rosa en Turdera, entró a desovillar sobre Gardel y su extraña
muerte. Es sabido que los poetas se lucen cuando les parece, pero no era fácil
la trémula voz de alguien con la vista opaca y casi respirando en la frase
venidera, con sus manos en el mástil de
la guitarra charlando ‘de esas utopías que adoran los pueblos, como Carlos
Gardel’.
- Cada
historia exige sugerir tanto como su texto-
se oyó en aquel bodegón oloroso
de aceitunas y vino moscato. Más al
reiterar el escriba Jorge Luis 'Gardel habita esa neblina de la imaginación y
el mito', hamacando su bastón como una guitarra agregaría ‘sin creer en don
Quijote y Sancho Panza la historia de España no tendría pies ni cabeza’. Así
que tras su modesto ‘yo creo’ se silenció el entorno y el Jorge Luis reiteró lo
antes dicho como contando un cuento; sin recordarlo pero repitiendo las voces
para decirlo. .. En tanto los demás querían conocer la muerte de Gardel ‘y
gustar la sal nutricia de la certeza’, Borges les acentuaría que la muerte
gardeliana en junio del '35 ‘tenía sombras de verdad y cada tanto,
ni siquiera eso’...
- Mucho se
dijo que Carlos Gardel muriera en un
accidente de aviación en Colombia,
aunque aquello sería incompleto’, tartamudeó el Jorge Luis Borges. El
mismo que mucho anhelara ser un payador en el Camino de las Tropas y en el
espacio sin renglones de su realidad,
decidiera morirse en Suiza por negarle al gentío los ritos de su
velorio, el llanto televisivo y el fúnebre jadeo de su instante sin
retorno.
Y es así que como les digo,
señores, en los momentos previos al vuelo desde Medellín hubo olvidables
desvaríos de sobremesa, que hasta culparían del accidente a ese mozo Alfredo
Lepera, - tan adicto al cantor como abrevador de Amado Nervo- que por un enredo
de polleras arremetiera a balazos con toda la concurrencia. Como también hubieron
rumores que para demostrar el buen humor
argentino al piloto o ahorcaron con un lengue blanco al carretear el avión.
Esos más demás decires de entrecasa en propiciar a un Gardel sin magia
gardelera hundido en los turbios callejones del olvido – redondeó el dicente
Jorge Luis y se contuvo a juntar aire.
- Señores, Carlos Gardel artista malversado por turbios
imitadores con sonrisa de rocanrol y ajenos a la palabra tango, supo retirarse a tiempo. Y usaba una memoria
tan anticipada que solía temer por su voz luego de incinerarse en Medellín y
acaso hasta temiera ‘ser un muñeco publicitario’; como igualmente temiera que su inflexión arrabalera fuera deformada
por los desafinados que nunca faltan. Que sin demora anunciarían actuaciones de
Carlos Gardel en Quito y Bogotá, desfigurado por el incendio, - o ‘ircerdio’- y
aclamado al entonar su primera estrofa.
- Esa y mucha otra tontería sería glosada por los congeladores del arte al predecir que nadie cantaría como él. Por supuesto, y le confío que yo mismo, Borges y ahora, deduzco cuánto mejorarían en su voz mis imperfectas milongas. Algo que lamento y envidio tanto como no haber escrito el ‘percanta que me amuraste’ de ese mozo Pascual Contursi. Pero así fueron las cosas…
- Esa y mucha otra tontería sería glosada por los congeladores del arte al predecir que nadie cantaría como él. Por supuesto, y le confío que yo mismo, Borges y ahora, deduzco cuánto mejorarían en su voz mis imperfectas milongas. Algo que lamento y envidio tanto como no haber escrito el ‘percanta que me amuraste’ de ese mozo Pascual Contursi. Pero así fueron las cosas…
Y ahí se
sonrió apenas el Jorge Luis al imaginar a un Gardel de lustroso smoking o de
chambergo inclinado aquel audaz atuendo
de gaucho palaciego, según, pero siempre él ajeno a mucha pobre gente
negociadora de un Gardel producto terminado.
- Porque ese modernizador nunca sería cómico del
varieté televisivo - dijo y se tomó resuello-. Y a quien una noche lejos de mi
patria le escuché cantar un deleznable tango que yo nunca apreciaría, pero al
oírlo me hizo revivir mi calle de Palermo y una madreselva adherida a una
tapia, y de pronto sentí que estaba llorando. Acaso con ese llanto de la
hombría acorde a la voz compadre de
Gardel; y ahí presumo que lo popular es un secreto que los pueblos aprenden
desde adentro.
Y ahí se
interrumpió el Jorge Luis Borges - antes o después de morirse en Ginebra, algo que menos importa- luego de redondear
que ‘no habría Gardel posible sin poesía de eternidad; esa magia que persiste en el rincón sensual que uno
prefiera’.
La locomotora reemprendió la marcha y decidió darse
una vueltita por el Litoral, para recibir a un nuevo pasajero: ADRIÁN
NÉSTOR ESCUDERO.
Nació y reside en la ciudad de SANTA FE
(Prov. SANTA FE). Es casado y tiene
cuatro hijos y cinco nietos. Es Doctor Contador Público Nacional (1975) y
Magíster en Dirección de Empresas (CT–1998). Desempeñó su profesión en Gestión
Privada desde 1975 a 1980. Sin embargo y concomitantemente, actuó desde 1971 al
2011 como profesional de la Gestión Pública de la Provincia de Santa Fe
(actualmente retirado, sus dos últimos cargos en el servicio civil al Estado
Santafesino fueron los de Director Ejecutivo del “Programa de Expansión y
Mejoramiento de la Enseñanza Agropecuaria en el Nivel Secundario (Convenio
Provincia Santa Fe-Banco Interamericano de Desarrollo) (1988-1990) y el de Contador
Fiscal afectado como Secretario General del Cuerpo Colegiado del H. Tribunal de
Cuentas de Santa Fe. Miembro del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas
(CPCE-Ia. Circunscripción Provincia de Santa Fe) y ex Miembro del Colegio de
Funcionarios Públicos Jerarquizados de la Provincia de Santa Fe (H. enero 2011
– Cese por jubilación sector estatal y actividad privada). Ejerció la docencia en el campo de la Administración de Empresas en la
Facultad de Ciencias Económicas (UNL) desde 1972 a 1980; y en su similar de la
Universidad Católica de Santa Fe desde 1980 a 1999. En esta última ocupó por
dos períodos el cargo de Secretario Académico (con funciones de Vicedecano)
entre 1980-1985 y 1995-1999, proveyendo a su reingeniería integral. Es Escritor,
Ensayista y comentarista literario, artístico y religioso. Como Narrador cultiva los géneros del realismo
mágico, lo maravilloso, lo fantástico, el terror, la ficción científica y la
ficción conjetural metafísica. Entre otros, se menciona: Autor de 3 Libros
de cuentos editados: Los Últimos Días
(1977), Breve Sinfonía (1990) y Doctor de Mundos I (El Sillón de los Sueños) (2000); Libros inéditos: Nostalgias del Futuro; Desde
el Umbral…; El Reino de los Sueños-Tomo I; Mundos Paralelos, El Emperador ha
muerto; Apocalipsis Bang; Piedras (una Fábula Mitológica); Doctor de Mundos III
(Mystagogia Narrativa – El Legado de Juan); y 7 libros de cuentos en
desarrollo: Doctor de Mundos II
(Visiones Extrañas); Perdido en el Templo (En los umbrales de mi Getsemaní);
Punciones Mentales; Mixturas Cotidianas; Los Espaciales; Atila y Otros Cuentos
de ABC; El Reino de los Sueños II. Premiado
en más de 50 certámenes literarios (locales, regionales, nacionales e
internacionales). Su obra y biografía forma parte de más de 30 Antologías locales,
regionales, nacionales e internacionales (Argentina, España, Colombia, USA,
etc.). Usuario colaborador de 38 Magazines virtuales locales (Ceres,
Rafaela, Santa Fe), nacionales (Bahía Blanca, Buenos Aires, Mar
del Plata, Mendoza) e
internacionales (Canadá,
Colombia, USA, México, Venezuela, Italia, Marruecos, España y Bosnia) y 21
Suplementos Culturales: Diarios “Época” y “El
Litoral” (Corrientes); “La Opinión” (Rafaela - Provincia de Santa
Fe-Argentina), y “El Litoral”, “La
Provincia” y “Diario Uno” (Santa Fe-Argentina); así como en las Revistas
Literarias Gráficas: TIERRAS PLANAS de
Ceres (Provincia de Santa Fe-Argentina); “CLARABOYA” (Coronda); “LA SABIA LUCIÉRNAGA” -
Área de Cultura, Comuna de María Juana (Provincia de Santa Fe), BANCO
CLUB, ROTARY CLUB SANTA FE, PLEAMAR, LA GACETA LITERARIA DE SANTA FE, VOCES y
TRAZAS (UNIVERSIDAD CATOLICA DE SANTA FE) y SUELO SANTAFESINO (Subsecretaría de
Cultura de la Provincia), de Santa Fe (Argentina); MILENIUM y NUEVOMUNDO (Ia. y
IIa. Etapa), de Buenos Aires (Argentina); ACALAN - UNIVERSIDAD DEL CARMEN (Estado de Campeche-México); DECIRES
(Cosquín-Córdoba-Argentina) y TERCER MILENIO EN LA CULTURA (Rosario-Argentina).
Ha sido Jurado de eventos literarios y presentador de libros y condujo durante
8 años (1979-1987) junto al escritor santafesino, Edgardo A. Pesante
(1932-1988) el Programa “Acontecer
Literario” (Radio Nacional Santa Fe). Es miembro de numerosas entidades
culturales, nacionales e internacionales. Nos trae hoy un cuento diferente y original.
E Mail: adrianes@hotmail.com
PÁJAROS
A los que
nunca dejarán de intentarlo...
En especial, a los nobles colegas
Jorge Alberto Hernández, y Edgardo A. Pesante (in memoriam). Y a todos
distinguidos miembros de la ASOCIACIÓN SANTAFESINA DE ESCRITORES (ASDE), en el
año del 60vo. Aniversario de su
creación, con sincero afecto…
“En los brazos de la Poesía, el alma se
eleva sin que las realidades la puedan encarcelar” (Isabel Verdecia, Hialeah,
FL, Estados Unidos, 2014).
Plano por plano. Pieza por pieza. Piso por
piso. Cueva por cueva. Nicho por nicho. Nido por nido. Y he ahí un nuevo,
flamante rompecabezas urbano recortando el tiempo y el espacio. Oficio por
oficio. Herramienta por herramienta. Eran como pájaros aquellos seres de alas
invisibles trepados solazmente a los andamios celestiales...
Y preparaban, en las extremas nubes de
argamasa, la torre de agua de otra delgada y cristalina esfinge o templo pagano
floreciendo en el vientre ciudadano de esta oxidada Babel contemporánea: hablo
de ella, de mi santafesina (argentina) ciudad de la Vera Cruz, a la sazón ya
sin fe y ya sin cruz...
Templo donde ellos no sabían –ni querrían saber- sobre su suerte de tórtolas y
pichones para el holocausto que, ocultos sacerdotes obispales de escritorio,
mitra, báculo, casulla, manípulo, dalmática, tunicela, estola, alba, cíngulo y
sandalias de astutos comerciantes letrados, urdían a diario con su vidas a modo
de impiadosa ofrenda, desalmado sacrificio y rendido tributo -a cualquier costo- en honor al más “poderoso caballero” de este mundo: don (su
dios) dinero.
A unos
cincuenta metros de mi oficina, por sobre el tráfico y la indiferencia absoluta
de mis pares, aquellos pájaros humanos construían nidos de cemento, acero y
plástico reforzado, como nidos de lujo para otros pájaros humanos... Ah, si
éstos supieran el precio al que ellos
debía sujetarse para...
Yo los miraba,
absorto y demudado, admirándolos en sus vuelos de correas endebles y gastadas,
en su pura valentía de equilibristas del aire con urgido ánimo de supervivencia
–“porque de algo hay que vivir, y no le
tengo asco a las alturas”-, y me preguntaba, cuánto alpiste comerían por su
trabajo de navegantes aéreos. De controladores aéreos. De cosmonautas
vernáculos sin escafandra... Cuánto alpiste alcanzarían sus dueños -aquellos
avaros y engordados (para el Apocalipsis) patrones de las bellas arquitecturas
que sólo “ellos” moldeaban y modelaban con la sencilla sabiduría del oficio
idóneo- a esas bocas hambrientas y chillonas... Cuánto alpiste darían -aquellos
avaros propietarios de la empresa inmobiliaria que administraría las rentas del
futuro edificio en torre “Campanario 100”-, a esas bocas cantoras y
desdentadas por el viento y el sol, como efímero premio a la audacia y pericia
de su cabalgadura a destajo por sobre las riesgosas rutinas de intemperie en
las que moraban como horneros
deportados, pero siempre llenos de orgullo, sin embargo, como pájaros, porque
lo importante era ser “eso”, pájaro, y volar, saber volar y volar...
De pronto, el
chirrido de los frenos de un automóvil justo en la esquina donde emergía el
gigante constructivo, me desvió la mirada. Pero no más para volver a levantarla
y presenciar, yo también, lo que sería el último vuelo, absurdo y desaforado,
de uno de aquellos precoces –casi un niño
por lo joven que parecía- pájaros sin módulo espacial, obnubilados por la
falta de oxígeno, o el exceso de confianza en su pericia, o el fallo de un
material de seguridad, o el pensamiento extraviado en las paredes a medio
levantar de su casulla del Barrio La Lona -porque
hoy es día de cobro de quincena-, y el descuido fatal o el golpe artero y
sin aviso de una polea tonta y torpe en la cabeza vanamente enroscada ahora en
un cuello roto, giratorio y mortalmente desgajado de aquel cuerpecito
histriónico aunque inanimado...
Entonces,
sucedió. Y niego que todo fuera producto de la imaginación; de mi imaginación, o, mejor, de la
indignación que había venido acumulando mientras comparaba la responsabilidad y
destreza que ameritaba semejante oficio con el de otras profesiones quizás -como la mía- más cómodas,
burocráticas, aclimatizadas y un tanto vanas
–por la corrupción institucionalizada-, y la miserable ración de alpiste
con la que esos pobres pájaros eran motivados a jugarse la vida en cada asiento
de ladrillo que plantaban sobre aquel muro voraz que crecía y crecía, veloz,
sin detenerse jamás...
Niego eso y
afirmo con certeza que, por un lado, una lustrosa bandada de golondrinas turistas –abanicando
el verano que ya se despedía de la ciudad-, y, por otro, una bandada de
chijíes de pechos fundidos como en oro y plata, antes de que el plumaje pálido
de su congénere fuera parte del sangriento guiñapo de un títere aplastado
contra el insensible pavimento de concreto asfáltico -como una granada de carne y huesos-, lo alzó en precipitado
auxilio, elevándolo hacia el más allá de los allá, sin relieves ni repliegues,
sin molduras ni arabescos, sin pórticos ni galerías, sin impostas ni rosetones,
sin pilares ni contrafuertes, sin columnas ni parapetos, sin escaleras ni
ascensores, sin bóvedas ni subsuelos, sin puertas ni candados, sin ventanas ni
antepechos, sin cañerías ni conductos, sin puentes ni cables, sin techos ni
alfombras, sin tejas ni chimeneas, sin terrazas ni baldosas, sin aleros ni
cobertizos, sin rejas ni barrotes, sin celosías ni listones, sin claraboyas ni
buhardillas, en un abierto, rasante y plano y recto cortejo de ángeles
luminosos que se fundieron en el crepúsculo de aquel atardecer inolvidable...
Plano
por plano. Pieza por pieza. Piso por piso. Cueva por cueva. Nicho por nicho.
Nido por nido. Oficio por oficio. Herramientas por herramienta. Fue así,
créame. Ninguno de los otros encontró sus plumas derrapadas, ni en la vereda ni
en la calle contigua donde yo lo viera flotar y volar, como un pájaro con otros
pájaros en un vuelo de especie que se perdió, como pájaro, hacia el reino de
los pájaros... Justo el día en que debía recibir su apretada ración de alpiste.
La maquinista se dio el gusto con unos ricos
alfajores santafecinos y ya repuesta el trencito partió. Había que cruzar todo
el país pues la cita era cerca de los Andes. Que allí aguardaba otra nueva
pasajera: MARIA CRISTINA PEREYRA: Nació
en Bs. As y reside en la ciudad de LA
RIOJA. Licenciada en Lengua francesa recibida en la Univ. Nac. de Catamarca;
docente de Educación especial especializada en sordos e hipoacúsicos;
Supervisora de educación especial; Profesora de la cátedra Dicción y fonética
del francés en la licenciatura de Música; Mención “Canta” en la UNLa Rioja. Publicó
en “Ganadores 2008” de Junin Provincia de Bs. As., “Los del fondo”, antología de la Biblioteca Mariano Moreno La Rioja
(2010) y en Huellas 2015. Nos trae hoy sus poemas.
E Mail: cristiluz353@yahoo.com.ar
IDENTIDAD
Buscame en mí
porque no soy
más que otra
próxima y
distinta.
Buscame en mí
porque soy
extranjera,
con la misma
piel confusa.
Buscame en mí
porque soy vos
en tu mirada
mismidad indisoluble,
que te implica
burlonamente,
te vulnera y
reconstruye.
Buscame en mí
porque soy vos
en tu mirada
soy yo en tu
discurso,
voz sin melodía,
porque no somos
dos en este mundo,
somos capricho
de lo mismo
fusión de la
locura.
Buscame en mí
desde tus ojos,
Buscate en vos
por mi mirada.
DIVIDIDA
Grana y desgrana
tu vida, tu
nada,
grana y desgrana
torrentes de
sueños
cascadas de
olvido.
Grana y desgrana
perdida,
temblando,
desgrana
fracciona
secciona
sombras,
fantasmas
desgrana tu
mundo
tu nada….
HUELLAS
En las huellas la vida se detiene
difusas, tenues, desafían la muerte
vencen el olvido, imponen, hablan
te nombran en silencio, dulcemente.
huellas…, el camafeo de la abuela
el chaleco tejido, la tetera
la caja de fotos, sonrisa dormida
huellas que te nombran, huellas de vida
que no muestran tus miedos ni tu ira,
que denuncian tus pasos por la vida,
huellas que no aman, inertes, sin vida
huellas que te traen aunque estés
dormida.
Madre…
SIN TIEMPO
Como caminante sediento
atravesando el desierto
o flor marchita
bajo el sol candente
así te espero.
Como pájaro lastimado
que cae del nido
o color perdido
de un arco iris
así te sueño.
Como luna perdida
en día radiante
o papel arrastrado por el viento
así te espero
y
no me encuentro.
RAÍCES
Empedrado, olor húmedo
casonas con ventanas cerradas
silencio y
estas ganas de caminar lento.
Calles angostas, grises
patios internos, perfumes de glicinas
acordes de tangos y
estas ganas de detener el tiempo.
Cielo plomizo, recuerdos confusos
sombras, ligustrinas,
viento fresco del río y
estas ganas de decir te quiero….
EN MEMORIA
Cuando ya no estés
se acabarán los silencios
cargados de reproches y esa rabia
que no pudiste camuflar.
Cuando ya no estés
aprenderé a transitar
la verdadera orfandad
en mi soledad no sentiré frío.
Jugaré a las escondidas
buscaré a la que no soy
para regalarte su imagen.
Cuando ya no estés
recorreré el camino
buscaré tus deseos en algún cartel,
inventaré un nombre
para la que no soy
y en tu memoria
lo guardaré.
FEDERAL
Ese hombre tiene
olor a tierra
mojada
a jarilla fresca
a azahares.
Ese hombre tiene
hilos del
Famatina
en la frente
rayos de sol
en la mirada
cristales de las
salinas
en su piel
cobriza.
Ese hombre tiene
un grito ahogado
en su lanza
un sueño federal
en el pecho
una tierra
oprimida
por parir
y una Victoria
acariciándole el
alma.
Dijimos adiós al Velazco y a tantos excelentes amigos
que tengo en esa provincia. Pero la locomotora estaba muy cansada y quería
regresar al pago. Y aquí los espero entonces con sus cuentos y poemas (más una
minibiografía) para reemprender el viaje en el 2.016. Les recuerdo la
dirección: letrasenelanden@gmail.com
Para todos mis deseos de ¡¡FELICES FIESTAS!! Que
sean un tiempo de amor y felicidad y que sean colmados de bendiciones.
¡Hasta la próxima!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
CRIS FERNÁNDEZ
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