Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 114

¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!

PASAJEROS AL TREN !!!!!!!

Que está de fiesta pues en este mes festeja su cumpleaños Nº 12. ¡Los chicos crecen! Y con vuestra colaboración hemos recorrido este camino que, confío, seguirá por mucho tiempo. Pues la literatura y la amistad nos hacen crecer como personas y anudan lazos de afecto perdurables.
Y sin más vamos al recorrido de hoy.

La locomotora largaba su humito y resonó la campana indicando la partida. Rumbeamos entonces para las sierras cordobesas pues quiero comenzar este festejo recordando a un grande de las letras, dilecto amigo cuyo legado perdura y nos acompaña cada día. Me refiero a don OSCAR GUIÑAZÚ ÁLVAREZ. Nacido en Candelaria provincia de San Luis, vivió desde la infancia en VILLA DOLORES, CÓRDOBA. Docente de los de antes, de esos que ya están casi extinguidos, varios pueblos vieron de su tarea prolífica y ejemplar. Y un buen día decidió convocarnos a los poetas, a reunirnos para ejercer el dulce oficio de la poesía y la amistad. Desde entonces y más allá de su muerte el Encuentro Dolorense ha perdurado. Autor de varios libros, creador de la página literaria del diario Democracia de Villa Dolores, infatigable obrero de la cultura. De su producción hoy les traigo poemas de tinte social, una de sus grandes preocupaciones. Más allá de sus logros, quienes lo quisimos lo recordamos por su bondad, su generosidad sin límites, su empuje, su ternura, y la picardía que brillaba en sus ojos claros. Con esa picardía seguramente nos estará mirando desde alguna nube...


EL PAN ESTÁ EN LA CALLE
 
El pan está en la calle. Ve a tomarlo, muchacho.
No distraigas tus horas en el ocio,
sé plenitud de hombría. Ve a ocupar en la fila
el lugar reservado para ti.
 
El pan está en la calle. No te encierres,
que tienes una carga sobre el hombro;
entre tú y tus hermanos dividirán el desgaste
equitativamente, para un triunfo mejor.
 
El pan está en la calle. Es de todos sin duda.
Nadie sobre los demás quiera tener ventaja;
la partición exacta para bien de todos …
¿Hay algo peor que una injusticia?
 
El pan está en la calle.
Sé inflexible en la foja del trabajo;
sé dueño de ti mismo y abre a músculo
la brecha hacia la paz y el amor.
 
El pan está en la calle. Y la calle es de todos;
ni riñas con tu hermano;
toma tu parte porque es tuya
y cuida de que él, la suya tome.
 
¿Entiendes? Este gesto no será otro
que el nacido de tu reflexión.
Realiza tu destino con la experiencia …
El pan está en la calle; pero es de todos.
 
 
CUIDAR LA FUENTE …
 
Rosendo abotonó a sus entusiasmos
la blusa remendada del trabajo;
y seguido fielmente
por su mujer, sus hijos y sus hijas
con el mate cocido
              entre pecho y espalda,
trepó al camión tal como cada día
rumbo al predio rural en donde crecen
las promesas de papas rendidoras.
Rosendo ha levantado
esas cuatro paredes de su rancho
donde duerme sus noches y meditas …
donde come y espera …
Bueno …
              Eso de come
a tomarlo con pinzas.
                        Mientras tanto
eso de espera es la verdad sin grupo.
Espera que concluya su calvario
de levantar sus hijos con el alba;
espera que se acabe el balanceo
de la filosa espada de la duda
que amenaza con golpes sus espaldas
(y le cumple)
Espera una alborada sin urgencias
con la mirada puesta en las distancias …
Este Rosendo, lerdo
de entendederas y de pasos.
                        Lerdo
como tantos Rosendos de la vida.
Las paralelas de los largos surcos
están allí no más al alba
y en la punta del viaje.
El camión zarandea tu cintura
la tuya y la de ellos,
de tu mujer, tus hijos y los otros
que a músculo despachan
los yuyos virulentos del sembrado.
Un creador de fuentes de trabajo
propietario de tierras y tractores
acude promediando la mañana
con su ojo paternal y vigilante.
Rosendo sabe … Larga es su experiencia
encareciendo mas esmero siempre
y voluntad sin pausas.
                        Es la norma
para tener trabajo otra quincena.
Con las últimas luces de la tarde
luego de tanto esfuerzo derramado
arrancando maleza …
                        (Necesita
un espacio mayor de crecimiento
para rendir tamaño y cantidades
y como siempre dice
para cuidar la fuente de trabajo)
Una cercano oscuridad los trae
de regreso hasta el rancho y hasta el mate
Rosendo y su mujer y su familia
rendidos por el sol y los esfuerzos
procuran un descanso, sueño adentro,
para mañana con el alba a mano
renovar su destino jornalero.
 
Olvidar las angustias y la espera,
para cuidar la fuente de trabajo.
 
 
CAMINERO
 
La palada de arena
en un arco hasta el medio de la ruta
informa tu presencia atormentada.
Te detienes, digamos, y te cuadras
al paso acelerado del vehículo.
(Te sientes el conscripto
y pasa el superior)
¡Y qué! ¿Qué piensan mal de ti?
¿Que dicen que tu espalda
tan solo al paso del viajero encorvas
sobre el metal pesado de la pala?
¡Y qué!
¿Qué no bien se pierde de vista
regresas al ocio? ¿Y que hay?
¿Quién te paga las noches sin boliche,
timbre postal del suelo guadaloso?
¿Quién te paga las meriendas de polvo,
consumición obligada a tu garganta?
¿Quién apaga la llama
de tus siestas sin árboles?
¿Quién te venga el insulto de la helada?
¿Quién detiene los vientos arenosos
que te miden la cara a latigazos?
Hortelano sin prisa de las huellas,
paréntesis caído, tus espaldas
van carpiendo los lomos de la ruta.
Quelonio …
Cansancio …
Picardía …
Apenas si cobras por tu tramo
jornal menos que magro; y si tienes
un domingo con vino,
seguro que se viene una quincena
sin pan allá en el rancho donde angustian
la mujer, unos niños y esa espera.
 
Caminero:
La maña sospechada
y la otra … el único desquite.
 
 
AMANEZCO
 
Amanezco poblado de esperanzas
con cada aurora de esta tierra adentro,
porque pese a las lenta exigencias;
porque pese a la calma provinciana;
porque pese al trajín que apenas quiebra
la gris monotonía de mi calle;
porque pese a que somos unos cuantos
y nos vemos en mangas de camisa;
porque pese a que todos nos sabemos
el nacimiento … (el día, el mes, el año);
porque pese a que siempre nos hallamos
uno al lado del otro en el paseo,
en el café, en el cine, en los negocios;
porque pese … (quien sabe cuantos pese)
Nos resulta difícil la armonía
en tan sencilla vida cotidiana.
 
          de su libro “DESDE LA VOZ AL GRITO”
 
Nos despedimos de los amigos de Traslasierra (que son muchos) y el trencito enfiló para Buenos Aires. Allí ascendió un amigo que ya nos ha acompañado: OSVALDO HUESO. Así se presenta: "Nacido en Liniers hace, vivo en MORÓN (Prov. de Bs. As.).

Trabajé en la empresa Guereño S.A (artículos de limpieza y tocador) , luego fui martillero por 20 años en Cautelar. Representé a la Argentina en Atletismo. Al jubilarme me dediqué a escribir cuentos, a pintar y hacer alguna escultura. Comencé a escribir y entre regulares, malos y peores, escribí 95 cuentos. Actualmente integro el Consejo de Adultos Mayores en la municipalidad de Morón”  Entre los premios que ha recibido (se ve que tan malo no es el hombre escribiendo) se cuentan: Mención “El Desierto” (narrativa), S.A.D.E. San Fernando, Pcia. Bs. As.; 2do. Premio (narrativa), en Berisso, Pcia. Bs. As.; 3er. Premio (narrativa) en Editorial “Raíz Alternativa” Quilmes - Pcia. Bs. As.; Mención de honor (Poesía) en “CATHEDRA” Capital Federal, Concurso Nacional “Sol de Invierno”; 2do. Premio (narrativa) Remedios de Escalada, Pcia. Bs. As., Certamen Raúl González Tuñon; ler. Premio en revista literaria “Noticias de la Musa” –Morón- Pcia. Bs. As.; lra. Mención en Certamen Literario Nacional “Atilio S. Giraudo” -Arrecifes- Pcia. Bs. As..... y algunos más. Nos trae un cuento con un tema inusual.
E Mail: osvaldohueso@yahoo.com.ar

 
VIVIA EN UNA CAJA DE ZAPATOS, porque tenía la particularidad de achicarse. Su estatura era como la de nosotros. No le conocíamos familia, llegaba a la cancha y se prendía en los picados, con un gorro amarillo a rayas negras y amplia visera que, en un rápido movimiento la corría para atrás cuando  cabeceaba. Buscaba los alimentos con fecha vencida que dejaban los repositores en los súper mercados. A veces lo seguíamos para ver como se achicaba cuando se acercaba a la caja de zapatos y era increíble que a medida que llegaba, a tres o cuatro metros de la caja empezaba a achicarse. Observábamos en un silencio impenetrable, los ojos agrandados para no perder ningún detalle. Destapaba la caja y ya bien chiquito se metía adentro, y con la mano bien chiquita que casi no la veíamos la tapaba. Nos dijo una tarde descansando a un costado de la cancha, que tenía otros poderes aparte del de achicarse. A veces veíamos que la pelota iba hacia él cuando se acercaba al arco, el defensor no entendía cómo si no avanzaba con la pelota, ésta iba hacía él. Pateaba y la pelota se dirigía siempre hacia el ángulo alto imposible de alcanzar por el arquero. Nosotros por esas cosas raras como de achicarse y que la pelota fuera hacia él, no lo invitábamos a nuestra casa. Le teníamos algo así como miedo o desconfianza a pesar de que era bueno y no parecía tener ninguna maldad. Otra vez, algo que nos llamó la atención, fue cuando un perro empezó a cruzar la avenida que estaba antes de llegar a las canchas y se acercaba un enorme camión, mágicamente ante nuestros ojos, todo se transformó en cámara lenta; y el perro pasó sin que ninguna rueda lo aplastara, y enseguida todo el tráfico se hizo tan rápido como venía. A fin de año en el colegio, teníamos el desempate con los del lado norte de la estación y le preguntamos si quería jugar. Lo vimos tan alegre que nos dimos cuenta que solo lo veíamos en los picados. No nos importaba si necesitaba algo con esa cosa de chicos que, con cierto egoísmo pensábamos en nuestras necesidades solamente. Nos dijo sí enseguida y que íbamos a ganar. Nos llamó la atención tanta seguridad, pero pensamos que se debía a su alegría por haberlo invitado al equipo. Lo que sucedió después es difícil de contar porque es casi seguro va a costar creerlo. En el primer tiempo perdíamos uno a cero de pura suerte porque, habían pegado dos pelotas en el travesaño cuando nuestro arquero estaba totalmente vencido. Logramos empatar con un penal. Pero el segundo tiempo terminaba y perdíamos el viaje a Bariloche, el premio para el campeón. Ahí fue cuando sucedió lo increíble. Faltando dos minutos la pelota fue hacía él; los contrarios armaron una muralla de piernas por donde era imposible pasar pero, él, y acá viene lo que nosotros sudorosos veíamos como si fuera una película; se fue achicando; como lo hacía cuando se metía en la caja de zapatos. Se escurrió entre todas esas piernas, y lo aun más increíble; también se achicó la pelota. Y a medida que se acercaba al arco, después de dejar atrás al último defensor, fue creciendo; y con un tiro, bien de  zurda ¡clavó la pelota en el ángulo alto del arco! En los dos minutos restantes no nos pudieron empatar. Abrazamos a nuestro salvador y nos fuimos pensando cómo llevarlo a Bariloche, si no era del colegio. Le explicamos al director que era un chico del barrio muy pobre y que gracias a él, ganamos el campeonato. No hubo caso, no fue posible convencerlo. Estamos ahora viajando hacia Bariloche, en la mochila que tengo en el rincón del asiento, va una cajita de zapatos, y muy despacito; se siente la risita de nuestro extraño amigo, que viaja contento, a disfrutar del anhelado paseo.              

 

Como andábamos cerca, decidimos llegarnos hasta Villa Martelli y recibir a otro amigo que ya también ha viajado con nosotros: MARIO CAPASSO. Nació el 9 de marzo de 1953, en VILLA MARTELLI, Gran Buenos Aires, en la que continúa residiendo. Literariamente, se ha formado con Beatriz Isoldi, Nilda Adaro y Federico Jeanmaire. Ha publicado cuatro libros: EL FUTURO ES UN TROPEL ABSURDO (cuentos, 1999); EL EDIFICIO, Una novela en escombros (novela, Ediciones AQL, 2002); PIEDRAS HERIDAS (cuentos, Ediciones Corregidor, 2005); LA CIUDAD DESPUÉS DEL HUMO (novela, Martelli y López Editores, 2011). La novela EL EDIFICIO ha sido traducida al francés y publicada por la editorial La Dèrniere Goutte. El volumen de cuentos PIEDRAS HERIDAS, premiado en 2003 por el Fondo Nacional de las Artes, también será traducido y publicado en Francia. En calidad de inéditos permanecen una novela, un libro de cuentos breves y tres obras de teatro. Les entrego un cuento de su autoría.
E Mail: mcapasso340@hotmail.com


EL PLAN NO PUEDE FALLAR

Y bueno, che, que se le va a hacer, cada uno tiene una cruz que cargar y nosotros tenemos la nuestra. No seas gil, deja de llorar como un marica. Escuchame bien, te voy a decir algo, es muy importante y te tiene que quedar todo adentro de esa cabecita, no puede haber errores, si fallamos se puede ir todo al infierno. Que es lo que decis. No entiendo nada. Calmate y habla claro porque si no se pudre el asunto.

No, no. Vos quedate tranquilo. No te voy a dejar solo en la estacada. Vos de esta zafas, y yo también. Pero por favor, como se te ocurre, no vengas a hablarme justo a mi de milagros. Oíme bien, no vas a ser el primero y te aseguro que tampoco serás el último. Hay muchos que hoy andan sueltos, caminando por ahí, mirando pasar la vida, vivitos y coleando, que me deben favores y delos grandes, pero muchos eh, montones de gauchadas que anduve repartiendo a manos llenas.

Que por que estoy acá mientras ellos están libres. Ahí si que me jodiste. Que se yo, es un misterio.

Será el destino de cada uno, la mala suerte tal vez, o alguna otra cosa que ando sospechando. Ya te voy a contar apenas te tranquilices un poco y puedas entender. Teneme confianza, no te voy a defraudar. Ando en esto desde hace años y jamás, fijate lo que te digo, jamás le falle a ninguno de los que confiaron en mi. Por eso me siguen todos. Bah, todos no, pero me sigue bastante gente. Con el tiempo serán muchos mas, ya lo vas a ver.

Así que no me conoces. Eso si que es raro. Hace tiempo que ando por acá, alborotando un poco a propios y extraños. Esta zona es para mi, entendelo, la quiero manejar yo, con mi gente. Pero no me conformo y quiero mas, mucho mas, la tierra y el cielo. Ah, te fijaste en la barba, que se yo, siempre la use. Y siempre fui flaco, mira las costillas como se notan. Si, un poco lastimado estoy, me dieron una linda biaba y si, también me pusieron no se que cosa en la cabeza. Pero yo a vos tampoco te conozco, donde estabas metido. Igual se te ve en la cara que sos del ambiente, de los nuestros. Por algo estas acá, como yo. Pero nos van a largar, perde cuidado, una palabra del Jefe bastara para sacarnos. El problema es que yo estoy muy junado y por eso te necesito. Vas a ayudar con el plan y una parte de la torta va a ser para vos. Conmigo te vas salvar, vas a pasar al frente, vos y unos cuantos mas. Te lo puedo garantir.

Y como queres que te lo firme, pedazo de animal. No ves como estoy. Además, nunca tuve necesidad de firmar nada, los papeles no se hicieron para mi. Yo soy de los de antes, de los que creen que la palabra de un hombre basta y sobra. Y yo soy mas que hombre. Tengo algunos en la banda que andan en eso, cada uno a su manera, ellos llevan todo anotadito. Yo los dejo hacer, no me importa, pero a mi que no me vengan con esos pasatiempos inútiles. La palabra vale, entendelo, la de cualquier hijo de mujer, y con mas razón la mía. Y ahora escuchame, cuando salgas de acá te encargas de buscar a mi gente, yo te doy los datos.

Cuando los encuentres tenes que decirles, metetelo bien en la cabeza, por favor, que el asunto ya esta en marcha y no lo van a parar aunque nos arrojen los leones encima; el de arriba lo sabe y esta de acuerdo, que no me vayan a aflojar ahora que los necesito mas que nunca. Aunque yo parezca pasar a cuarteles de invierno, los voy a supervisar. El plan no puede fallar.

No pongas esa cara. Si te digo que el de arriba nos apoya no es para verte esa jeta de estúpido desconfiado. Los nombres te los doy después, así no te me olvidas.

Vamos a formar la organización mas perfecta que jamás haya existido. De rodillas van a venir a pedirnos favores. Hasta aquellos que hoy por hoy son la contra van a venir a pedirnos ayuda. Nos van a pedir guita, laburo, de todo nos van a pedir. Pero no se la van a llevar de arriba, van a tener que transpirar bastante para conseguirlo, nada de lavarse las manos como el otro atorrante. Pero la ganancia esta asegurada. No, ma que banco ni banco. Yo te hablo de algo verdaderamente grande, gil.

Bueno, vamos a los bifes aunque en estos días este prohibido. Cuando te encuentres con los muchachos les decis, oi bien las instrucciones: el plan esta encaminado y va a funcionar, tenemos todo el apoyo de arriba. Eso es así y no hay vueltas. Pero hay un problema y por eso te necesito.

Ando maliciando algo, en la banda hay un traidor y esa es la razón de que yo me encuentre ahora acá, estoy casi seguro.

Esa noche, cuando nos reunimos por ultima vez, mientras chupabamos de lo lindo (que bueno estaba el vino) y le dabamos sin asco al morfi, observe en la mirada de uno de ellos un brillo extraño y eso lo delato, el buchon se mando solito en cana. Después otro, el mas pendejo, empezó a joder con las miguitas y el pan voló por todos lados, de mano en mano, y todo terminó en un despelote. Justo me engancharon y no tuve oportunidad de avisarle a los muchachos. Con razón dicen que ser trece en una mesa trae mala suerte, hay que creer o reventar.

Tenes que acordarte de todo. Si, ya se, faltan los nombres, para un poco, lo importante es que les lleves el mensaje para que averigüen si es como yo lo sospecho porque ese alcahuete puede tener seguidores que se van a querer infiltrar para embromarnos. Pero conmigo no van a poder, te lo garanto.

Como que no entendiste casi nada. Que esta confuso. No me hagas calentar, cabezón. Ya estoy casi afónico de hablar fuerte, si pudieramos estar mas cerca seria mas fácil. Pero no te voy a repetir todo de nuevo. Hagamosla fácil. Vos no te hagas problemas. Deciles lo principal, ellos comprenderán, los tengo bien entrenados, cualquier palabra que digo la interpretan a su manera, aunque a decir verdad me parece que a veces exageran. Hay que saber entenderlos, son tres años de andar juntos por estos caminos y confían en lo que les digo.

Uy, mira, ahí viene la mina. Uy, para colmo viene con mi vieja tomada del brazo. Que mal momento eligieron, pero es lindo verlas así, las dos juntas a pesar de ser tan distintas. Salio buena la piba; un día la encontré en la calle, estaba perdida y yo la rescaté. Si, vale oro y tuvimos nuestros buenos momentos, pero yo ando en otra cosa. Y la vieja es la vieja, no hay nada que hacerle, siempre está, una santa la vieja. No me gusta verlas llorar, si pudiera bajar y darles un abrazo...

A ver, a ver, callate un poco, me parece oír un llamado. No, que teléfono ni ocho cuartos, un llamado de larga distancia, del de arriba, lo junas. Nada menos que el viejo, por línea directa.

Espera un poco, dejame atender.

Hola, ¿que decis? ¿No podes hablar un poco mas fuerte? No, sordo no, pasa que estoy incomodo.

Ahora si, te escucho mejor. Bueno, si a vos te parece lo hacemos así. Pero, ¿estás realmente seguro?

Bueno, bueno, perdoname, me arrepiento, no quise decir eso. Está bien. Si. Te dije que esta bien, lo que vos digas. Bueno, chau, nos vemos. Esta bien, ya entendí, voy para allá. Hasta pronto. Un abrazo.

Sonaste, hermano. Y yo también. Olvidate de todo lo que te dije, no tenes que buscar a nadie, ninguna misión a cumplir. Y que queres que le haga. El viejo me cambio los planes. El manda, tiene la manija de todo el asunto. Así es desde el principio y siempre será de la misma manera, eso no puede cambiar. Yo soy el segundo, la mano derecha como quien dice. Mas atrás vienen los de la banda y después todos ustedes. Bueno, che, el Jefe es el Jefe y es su voluntad. Existe uno solo que puede oponérsele, pero no soy yo justamente. Hay que bancarsela. Por algo el viejo esta donde esta e hizo todo lo que hizo.

No te cabries, no te pongas así, subiremos juntos a verlo y le voy a pedir por vos, para que te acomode y te ubique bien; no importa lo que hayas hecho, vos decile que te arrepentis y listo. Se le dio por ordenarme que fuera hoy sin falta para allá, y no quiere esperar mucho, será que me extraña, tendrá instrucciones para darme, que se yo. No se, siento como si me hubiera abandonado. Me va a dar tres días de descanso, y después de nuevo a la lucha. Dice que me manda de vuelta acá abajo, para que de las ultimas ordenes, sigo un tiempo mas y después los largo solos por el mundo a los muchachos, como corderos en medio de lobos.

El Jefe asegura que nuestro reino no tendrá fin, aunque muchos morirán por nuestra causa. Y que cuando el tiempo termine, en el último día, los muertos resucitaran para vivir eternamente.

¿Será así?

Que se yo.

 
Y como lo esperaba el festejo con torta, velitas y amigos, el trencito decidió regresar al pago. Pero previo esta escriba quiere dejar un cuentito de su producción (mi autoregalo de cumple). Inspirado en el pasado reciente, fantasioso y delirado. Para la sonrisa ¿vió? Espero les guste.

 
                                             EXTRAÑO FENÓMENO

 
         La llovizna fría y persistente caía con mansedumbre sobre la Plaza de Octubre, arrastrando la tristeza de algún bandoneón arrabalero, y desdibujaba el caótico tránsito y los apresurados transeúntes. En el centro de la plaza, la Pirámide de la Libertad era apenas una mancha gris. No brillaban sus cuatro caras espejadas, ni bailaban en una locura irisada las aguas de la fuente que contenía en su interior. Ni siquiera la llama votiva de su cúspide entibiaba con su fulgor rojonaranja los corazones de los sufridos ciudadanos de Argentaria.
         Las épocas gloriosas del país habían pasado al olvido, arrasadas por las circunstancias históricas, el progreso ajeno y la desidia, ineficiencia y corrupción de sucesivos gobiernos. ¡Si el mítico General viviera! ... El, que amaba aparecer ante sus leales súbditos en el balcón presidencial, para reavivar el fuego y la alegría de sus "negritos" ... El, que se extasiaba durante horas contemplando, desde ese mismo balcón, la pirámide que evocaba su gesta libertadora ... No vería hoy más que viandantes solitarios y apurados, mascullando palabras sin sentido y con gesto de preocupación. No sorprendería los reflejos del sol sobre las letras de oro que, en cada una de las caras del monumento, proclamaban sus títulos: "Padre de la Libertad", "Paladín de los Pobres", "Vencedor de la Ignorancia", "Guerrero de la Justicia" ...
         En realidad, no vería absolutamente nada de lo que acontecía en la histórica plaza, por cuanto un gigantesco telón ocultaba prolijamente la fachada del Palacio Presidencial mientras se lo repintaba.
         Claro que no era un telón cualquiera. Destacados paisajistas españoles habían sido contratados para reproducir con fidelidad hasta los menores detalles del edificio, por lo que, cualquier peatón desprevenido y desavisado creería que estaba contemplando la versión original. No puede negarse que los funcionarios del Ejecutivo tenían una visión universalista del asunto, y no querían privar a los turistas nacionales y extranjeros del placer de tomarse una foto con el fondo de la Casa Verde. Esto del color venía del tiempo del General, quien luego de asumir la Presidencia, decidió pintar su sede gubernativa con la tonalidad que reflejaba sus esperanzas de perdurabilidad y eternidad en el cargo. 
         El actual ocupante del afamado sillón tampoco miraba la llovizna grisácea que enturbiaba el pulso de la ciudad. Sus ojos cansinos estaban posados sobre los integrantes de su gabinete, que cual escolares obedientes exponían, por turno, las desdichas de sus respectivos ministerios. La lista era larga, interminable, y los pensamientos del jefe habían decidido tomar otros rumbos más placenteros. El rumbo de su pago chico, para ser más precisos. Como tantas otras veces se preguntó que estaba haciendo allí; por qué, después de tantos años dedicados al negocio público, no se retiraba y se entretenía en observar el crecimiento de las vides y los nogales de su finca cordillerana.
         Un ligero codazo del Jefe de Gabinete lo despertó de sus ensueños. La reunión había concluido. En su mente feraz un plan había germinado y haciendo un gesto a su ministro confidente, su "eminencia gris" según rumores de pasillo, despidió al resto de los funcionarios.
         Cuando los dos hombres quedaron a solas, arrimaron sus cabezas y en un cuchicheo (ya que no había que desdeñar el posible espionaje electrónico) el Presidente expuso a su acólito la idea recién acuñada
         - Quiero que me consigas un doble, igualito a mí hasta en la voz ....
         Iván lo contempló asombrado, sopesando en su fuero interno las probabilidades latentes de un ataque de demencia temporal, producto de las graves tensiones a las que estaba sometido el pobre hombre.
         - Georgie querido ¿para que diablos querés un doble? ¿pensás desaparecer de los actos públicos?
         -No sólo de los actos públicos hermanito, quiero borrarme por un tiempo de esta ciudad. Ya no me aguanto tantos problemas y si no me tomo un descanso no llegaré a fin de año.
         El ministro asintió en silencio, comprensivamente, y prometió su inmediata colaboración.
         -Georgie: esto tiene que quedar entre vos y yo. Al tipo que te reemplace lo elegiré personalmente y te garantizo que jamás hablará sobre el asunto.
         Quince días después, una noche sin luna, un pequeño avión carreteaba sobre la solitaria pista construida en el faldeo de la montaña. El único pasajero que descendió fue recogido por un vehículo todo-terreno que se perdió veloz entre las sombras de la cordillera mientras el avión decolaba nuevamente. El pueblo que atravesaron estaba sumido en la quietud del sueño, y nadie se enteró de la presencia del visitante.
         En la capital de Argentaria la vida proseguía su curso. Mientras los políticos, sumidos en el trajín de la campaña electoral, gastaban municiones de grueso calibre contra sus opositores respectivos, el presidente se dedicaba frenéticamente a inaugurar escuelas, hospitales, rutas, casinos y cuanta obra pública pudiera uno imaginar. Casi podría decirse que vivía con una tijera en la mano y un discurso colgando de su boca. La sustitución realizada por Iván era tan perfecta que nadie, ni los ministros más allegados, se habían percatado del cambio. Los ciudadanos, que soportaban día tras día la misma cháchara vacía y pomposa, simplemente hacían oídos sordos y se preocupaban, con todas sus energías, por sobrevivir.
         La primera sorpresa fue el veto presidencial a la nueva Ley de Autopistas y Peajes. El asunto había sido cocinado por el poderoso "lobby" empresarial, y garantizaba a los concesionarios del peaje nuevas y fabulosas ganancias por tiempo indeterminado. El "no" del ejecutivo escocía a muchos bolsillos poderosos, incluídos los de algunos funcionarios gubernamentales, por lo que la subsiguiente reunión de gabinete se desarrolló en medio de un clima bélico.
         -¡Perderemos los votos del empresariado!- tronó el rubicundo Ministro de Transportes
         -¿Quién contribuirá ahora a que tengamos un retiro digno?- se encrespó el Secretario de Obras Públicas
         - Señor Presidente, ¿no cree que debería revisar su decisión?- adujo el Jefe de Gabinete con su tono más moderado  
         El aludido, con una semisonrisa flotando entre sus labios, descerrajó un vehemente "¡Jamás!" que conmocionó a los presentes y acabó con el debate. Los participantes del cónclave recogieron sus carpetas y en un mustio silencio abandonaron el salón. Tan sólo Iván permaneció en su asiento.
         - Debo suponer que te volviste loco o que alguien te paga más que yo- la voz del ministro iba in crescendo y la furia dilataba su carótida
         -Te recuerdo que podés ser boleta en cuanto a mí se me ocurra- la amenaza quedó colgada como el humo en el aire
         El seudo Georgie tornó a sonreír burlonamente mientras decía:
         - Y vos no te acordás que, de un plumazo, yo puedo destituirte. Además el asesinato del presidente no sería bien visto por el Gran Jefe del Norte, que tanto me quiere...
         A todas luces era evidente que el golem había cobrado vida propia y escapaba de las manos de su hacedor.
         El compacto grupo de turistas japoneses, en un ordenado rebaño, escuchaba con atención al guía. Estaban fascinados con esa red de túneles que en un intrincado laberinto corrían bajo la Casa de Gobierno y con la historia de los conquistadores y virreyes españoles que habían ordenado su construcción. El ligero temblor que recorrió las paredes haciendo vibrar el cuadro de Liniers, pasó desapercibido entre los flashes y las risitas de los nipones.
         Iván meditaba sobre los posibles cursos de acción ante la rebelión del sustituto cuando el chirriante sonido del celular cortó sus disquisiciones internas.
         - ¿Y vos eras quien se iba a hacer responsable por mi reemplazante? - las esdrújulas resonaban con más fuerza que nunca en el oído del ministro
         - ¿Acaso lo elegiste entre los locos del Borda? - era evidente la preocupación y la furia en la voz del legítimo ocupante del sillón presidencial. - Ya mismito viajo para Buenos Aires y al tipo ese me lo desaparecés o el desaparecido serás vos...
         Cuando el pequeño y poderoso avión aterrizó en plena madrugada, en el Aeroparque reinaba el silencio y la soledad. De allí, en helicóptero hasta la quinta presidencial. Mañana sería otro día y Georgie reasumiría en plenitud sus funciones. Aún restaba tiempo antes de la entrega del poder al vencedor de las elecciones. Lo utilizaría para deshacer las locuras de su doble. Acariciando sueños de gloria se quedó dormido.
         La Casa Verde hervía de actividad y bullicio. Por fuera los obreros encargados de su remodelación parecían gnomos ocultos tras el gigantesco telón. Por dentro el runrun de voces que ordenaban tareas, teléfonos que sonaban sin descanso, periodistas que, micrófono en mano, corrían a algún funcionario por los pasillos. En suma: el manicomio habitual de un día normal.
         El Ministro de Trabajo explicaba a sus pares del gabinete los escollos con los que tropezaba la aprobación de la nueva reforma laboral. En rigor de verdad hasta los propios legisladores oficialistas hacían sentir su disidencia. Ni que decir de la oposición que enarbolaba la cuestión como uno de sus caballitos de batalla.
         El Presidente contemplaba a esos hombres, sus hombres, elegidos por él en la certeza de que ejecutarían con presteza y sin comentarios sus deseos. Cada momento transcurrido desde que jurara por segunda vez para el cargo se preguntaba si realmente sus ministros tenían alguna capacidad destacada, más allá de la férrea obsecuencia y la común ambición de un enriquecimiento personal rapidísimo. A juzgar por lo que escuchaba la respuesta parecía ser negativa. Menos mal que las semanas de descanso en sus amados pagos lo había fortificado para soportar el último tramo de su gobierno. La marea de denuncias, de amenazas, de conflictos en todos los campos de la actividad privada y pública parecía ser inagotable.
         El Ministro de Justicia exponía las nuevas medidas de seguridad cuando un ligero temblor hizo tintinear las copas de agua. La mayoría pensó que era necesaria alguna medida para impedir que las vibraciones del subte, tan cercano, molestaran a los habitués de la residencia gubernamental. Un segundo temblor, ya más fuerte, hizo oscilar los cuadros y los bustos de los próceres, que ornamentaban la sala. Georgie, acostumbrado a los remezones telúricos, simplemente se preguntó en que provincia se estaría produciendo un sismo y que magnitud tendría el mismo para ser percibido en la Capital.
         Para la tercera sacudida el gabinete en su totalidad saltó de sus sillones y se atropelló sin consideraciones en busca de la salida. No hubo tiempo.
         El piso comenzó a hundirse arrastrando el mobiliario y a quienes se aferraban a él. Iván se abrazó al Presidente, como queriendo protegerlo, pero el dúo con sillón presidencial incluido fue absorbido por el pozo que, lentamente, ganaba en profundidad. El edificio entero comenzó a desmoronarse, hasta que sólo fue visible la fachada sostenida por la estructura de caños.
         Los desprevenidos transeúntes de la plaza contemplaban atónitos como la magnífica pirámide del general oscilaba sobre su base. Despavoridos, buscaron refugio en la relativa seguridad de la calle. Y desde allí pudieron sentir el estrépito producido por el magnífico telón cuando al derrumbarse la estructura que lo sostenía cayó también dentro del pozo que se había deglutido la Casa Verde.
         Equipos internacionales de sismólogos, geólogos, físicos, y científicos de varias raras disciplinas estudian aún hoy el extraño fenómeno. Nadie comprende como pudo ser afectada solamente la manzana de la sede gubernativa sin que los restantes edificios que rodeaban la plaza sufriesen algún daño.
         Los estudiosos de fenómenos paranormales, los espiritistas, brujos, tarotistas, los adeptos de las ciencias ocultas hablan de predestinación y de venganza divina.
         La ciudadanía en general elabora las hipótesis más descabelladas y delirantes para explicar lo inexplicable.
         Por las dudas y curándose en salud, el nuevo gobierno de la oposición decidió despejar las ruinas y construir un enorme parque que proporcione un pulmón verde a la ciudad.
         ... Y mudar la sede del ejecutivo a otros barrios menos susceptibles de algún maleficio ...     
 

Ahora sí estacionamos en el andén. Los espero con sus poemas, cuentos y su minibiografía en: letrasenelanden@gmail.com.

Recuerden que estas Letras … las hacemos entre todos ¡¡no sean vagos!! Como siempre agradezco las invitaciones a diferentes redes sociales pero, reitero, no participo de ninguna.

¡¡Hasta la próxima!!!!!!!!!!!!!!!!!! Un abrazo

 CRIS FERNÁNDEZ

1 comentario:

  1. Felicitaciones querida CRIS !!! agradecido siempre por tus envíos y desear larga vida a este tren maravilloso que con tanta dedicación y calidad conduces!!
    Me emocionó volver a recordar a Don Oscar Guinazú Alvarez un viejito de luz y generosidad.
    Te abrazo grande, bendición y abundancia.
    Alfredo Lemon

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