Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 85

QUERIDOS PASAJEROS:

¡Que suenen los aplausos para festejar el 9º cumpleaños del trencito! ¿La verdad? Esta maquinista está emocionada... Pienso en la gran cantidad de amigos que he conocido a lo largo de estos años... cuantos han subido al tren y han traído su trabajo... esos poemas o esos cuentos que nos han hecho reír...o llorar... que nos han tocado el alma y el corazón... que nos han mostrado que el amor y la esperanza y la alegría siguen vigentes... ¡¡¡Gracias a todos por estar compartiendo esta celebración!!!
Y vayamos a nuestros pasajeros pues la locomotora resopla y el jefe ya ha hecho sonar la campana...

Y partimos hacia la capital de esta provincia pues en la ciudad de SANTA ROSA nos esperaba la primera pasajera: NORA ASTUDILLO. Ya nos ha acompañado en otros viajes. Nacida en la ciudad de Bahía Blanca, actualmente reside en SANTA ROSA (La Pampa) Comenzó a escribir a partir de su concurrencia a los talleres para Adultos Mayores de la Universidad Nacional de la Pampa, en el año 2007. Escribe cuentos de ficción y algunas obras de teatro. Ha comenzado a presentar sus trabajos en diferentes certámenes. La actividad que se suma al rol de escritora, es que participa desde el 2005 en obras de teatro. Ha sido distinguida con Mención especial (género cuento) en el Certamen Internacional LAR GALLEGO de Sevilla- 2010 y Mención de honor (género teatro - monólogo) en el Certamen Internacional - Cátedra Iberoamérica CIINOE- España- 2010. Incursiona asimismo en dramaturgia y guiones cortos para cine. Les dejo un cuento para reflexionar.

LA EDAD DE CRISTO
La madera de la puerta se  resecó, de resistir día tras día, el  ataque constante del sol.
Para colmo, el descanso en la ciudad era  escaso en los últimos tiempos. El picaporte quiso jubilarse, pero no le dieron tiempo para tramitar su merecido descanso.
Una miserable llovizna bastaba para que creciera en  tamaño .Había que empujarla, para que ingresaran los  residentes de los departamentos de planta baja. 
Una madrugada, la vecindad que dormía con un ojo abierto, escuchó extraños  movimientos. Llegaban con pasos firmes, los que dejarían sin música, ni risas   a los jóvenes.
Fueron  tan rápidos los desconocidos, que la puerta  temblorosa se abrió  sin el menor quejido.
Si bien, el miedo en el ambiente rondaba como un aguilucho sobre la  futura presa, jamás se pensó que llegarían sin previo aviso.
Esa noche, inundada de estrellas, pero ausente de luna, facilitó que arribaran  resueltos a acabar con lo encomendado.
Una brusca frenada bastó, para que el otro ojo se abriera.
Los que descendieron del rodado, sabían que una mujer de treinta y tres años estaba sola. Tan indefensa como un bocado en las fauces de un león hambriento.
Las palabras  fueron silenciadas, para que en  los alrededores vomitara el silencio.
El tiempo tironeaba  para llevarse a medio vestir a la joven de  los  pies desnudos.
Lágrimas de impotencia, brotaba de la puerta.
No pasaron muchas horas, hasta que las palabras discontinuas de las vecinas,  llegaron a desgarrar los  pocos listones de madera  que aún se mantenían firmes.
Los medios  radiales pidieron  ayuda  profesional,  para reconocer la identidad del cuerpo mutilado, que yacía en  la inmensidad de la campiña.
Nadie  imaginó que la puerta no tardaría en ser llevada al  desarmadero, en dónde no  pudiesen  encontrarla, para evitar que declarara como testigo, en el juicio a los represores
Sólo se supo, que la desaparecida tenía la edad de Cristo.

Nos despedimos de Nora y partimos hacia la limítrofe provincia de Buenos Aires. Un nuevo pasajero quería incorporarse al trencito: EDGARDO LUIS HOLGADO. Periodista, escritor, dramaturgo y director teatral. Nacido en La Plata y residente en GÓMEZ – BRANDSEN (prov. de Buenos Aires). Recibió a lo largo de su carrera, 55 premios en poesía y narrativa. Sus obras han sido publicadas en 21 antologías de Argentina, Chile, España y México. También fue elegido para publicar en El abuelo en Jaen, España, y para participar del libro 33 poetas argentinos de hoy, tirada de la Universidad de Nuevo León (México 2009). Tiene 10 obras estrenadas como dramaturgo y ha editado Cara de lunes y otras aberraciones (teatro 2007); Intriga en Brandsen y otros cuentos (narrativa 2008); Postales de mi pueblo (poesía 2010) y la presente edición como ganador del primer premio del XXIII Concurso Nacional de Poesía y Narrativa 2011. Desde hace 8 años coordina Talleres literarios. Los invito a disfrutar de sus poemas.


CARICIAS 

alucinada la noche
de los amantes perdidos
en la penumbra de la pampa

cruz del sur
luna llena
lechuzas clavadas en los palos
teros gritones de las mañanas húmedas

el florecimiento del viento
se estanca en la sangre
del lamento de un chimango

trasplantados a otras épocas
miran como pasa la vida
los que nunca
han cabalgado al calor de una caricia.


CENIZAS

Una mujer fuma su cansancio
a la salida de un prostíbulo
bien entrada la noche
lejos de la calle y de si misma
una mano cercana
le sostiene una ginebra
el tedio
ligado en sus ojos
se esfuma
se arrepiente de su almohada indiferente
sabanas vacías
arrugas en las manos
y el silencio
en la humareda bulliciosa
cepilla su pelo
sonríe
con la boca bien grande de los bebedores
la hora feliz
el fondo blanco
y la ansiada borrachera
se consumen las ganas
sus brazos caen muertos
en la lejanía
el choque de otras copas
una cita
un horario indebido
una estola de piel sintética
cenizas caen de su cuerpo
para ellas
                   no hay  cenicero vacío.



BELDADES DE UNA NOCHE COTIDIANA

un indigente encuentra un pedazo
de pollo rancio
mientras revisa las bolsas de basura
de un restaurante
lo acompaña con los residuos avinagrados
de un Navarro Correas merlot
una luz de mercurio titila hasta apagarse
dos jóvenes
medio chispos de marihuana
ríen en medio de la calle
un micro pasa a extrema velocidad
obviado el semáforo
un auto lujoso hace lo propio
por un charco
un vendedor ambulante queda hecho sopa
y en un banco de la plaza
dos mujeres
se besan apasionadamente
un despistado se para a prender un cigarrillo
se da vuelta para tapar el viento
y vuelve sobre sus pasos
en una vidriera un televisor
da las últimas pálidas del día
un señor aprieta en su pecho
un portafolio
dos desconocidos lo siguen
para robarlo
una vidriera sin luz
en la que apenas se puede leer un cartel
¡Liquidación!
dos patovicas echan a patadas
a un joven de un boliche
que aterriza en el pavimento
de cubito dorsal
un perro que cruza la calzada
encoje el culo
un grupete de estudiantes
que han salido a tomar un café
habla de las impresionantes tetas
de la profesora de matemáticas
los perros callejeros se reúnen
en una esquina del centro
los punks y los skinhead en otra
un gordo con delantal blanco
y cara de sueño
baja las cortinas metálicas
de un bodegón
una ramera vieja
y pasada de moda
desfila por la diagonal
intentando cazar viejos sin dientes
¡De golpe! Una patrulla recorre el centro
todos nos miramos
y nos sentimos culpables de algo
que nadie sabe muy bien que es
una prostituta fina y bilingüe
que viene del hotel
sube a su BMW
amarillo
el camión de la basura
se detiene
y un basurero
se caga en la madre que lo parió
los de la patrulla
luego de comerse
un sándwich de mortadela
se aburren
y acosan a los sin techo
que duermen tapados con diarios
en la vereda de la universidad
y a los estudiantes
y a quién se atreva a sostener la mirada
en el televisor encendido
se escucha el himno nacional
Por favor ¡Todos de pie!
el hombre que espera ver el BMW
amarillo
de su mujer
que viene de trabajar
se asoma a la ventana
la vecina de enfrente
hace lo propio para chusmear
está aburrida
en su casa nunca hay acción
en la calle si
y de la buena
y todavía otra chusma más
grita desde el quinto piso
a la chica del sexto
que desenfrenada
hace el amor
con el vecino del tercero
y al indigente de abajo
que da una patada
contra el portón de la cochera
y se aleja gritando como un loco
entre la umbría noche
iracunda y furiosa
pasa a gran velocidad
la patrulla
con la sirena a todo volumen
lleva a los estudiantes
y a los sin techo
a la comisaría
un sujeto se cuelga
del pasamanos del último colectivo
y un coche sospechoso pasa raudamente
otra luz de mercurio
está a punto de quemarse
y el indigente ha vuelto
silenciosamente
para revolver los restos
de las bolsas de basura
que no entraron en el camión…


Con la promesa de regresar por esos pagos nos despedimos... y al tranquito corto nos encaminamos hacia la Reina del Plata para recibir otra nueva pasajera: MARÍA CRISTINA BRIANTE. Nació en General Belgrano (Pcia. de Buenos Aires). A los ocho años se trasladó a Capital Federal. Realizó estudios de Maestra Normal Nacional, Historia en la UBA y U.N. del Comahue; Bibliotecología, Psicología Social-Pichón Riviere. Academia Nacional del Tango (Tecnicatura.). Diplomatura en Gestión Cultural en La Universidad de San Martín. Docente en las áreas primaria, secundaria y terciaria. Publicaciones: "Escuela, Método de Proyectos". "Acerca de Borges". "La poesía en la escuela". Participó en Congresos y Jornadas, Nacionales e Internacionales de Literatura. Grupo Pretextos- Encuentro de Poetas en Goya, Corrientes. Obtuvo premios y menciones. Buenos Aires, Córdoba. Pcia. de Buenos Aires, San Juan, México, Venezuela. Integra antologías colectivas de poesía y cuento, argentino y Euroamericano. 2010. Antologías Editorial Baobab. Cuento y poesía. Publicó: “Paisito” poesía, Editorial “La carta de Oliver”, 2010. Integra la Antología: “Sin fronteras” editada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México, 2011. Expositora en el Encuentro de Poesía Latinoamericana, Hidalgo, México 2011. Semifinalista del Concurso “Reunión de Voces”, Bs. As. 2011. En la Feria del Libro, participó como representante de la Cuenca del Salado, Bs. As. 2011. Integra la Antología Digital Entretejiendo Imagen y Palabras: “Año del Bicentenario de Domingo Faustino Sarmiento”, octubre del 2011, Pcia. de San Juan. En gestación un libro de poesía para niños. Nos trae hoy sus poemas claros y plenos de emoción.


           RUBITA

en la esquina
sola junto a la casilla

sólo cartón y basura
sola, parada
              y basura

belleza en fuga

sólo basura de compañía,
                   restos de otros

sola, descosida

el líquido de la tristeza
                          formó la máscara


PAISITO

siesta, tierra inestable,
                              río
lugar,
             paisito

río en desmadre
río testigo
río tajo
río tumba
río, río

paisito en pólvora
el odio arrastra
                 rencores
historias paralelas
personajes, linyeras,
lloran en velorios,
                     ajenos
cuándo llegará paisito
                  en semilla
en trigo, en pasto
río ofrenda
pai sito
r í o
pai si to
p a i s i t o
               r í o



“Todas las palomas del mundo le hicieron
compañía.” Arnoldo Liberman

MADRE

                           Qué pasó con la fuerza que
                     cruzaba durmientes
dónde quedó la bronca que
                     movía el motor
dónde el orgullo que
                  la arrancó del pueblo
cuál el día y la hora que
                  decidió parar


ROJOS

gota a gota
el vino colmará la copa
habrá ocurrido
               la celebración
el rojo del cristal y el vino
fragilidad, a veces,


CABECITA PELADA

cabecita pelada, redonda,
                       rechazada
Pino cabecita pelada
su mamá lo quiere
                            regalar
no lo parió lindo para ver
a Pino su mamá le busca una
                                  mamá
cabecita pelada, redonda,
                           rechazada
Pino duerme su no ser
                                  lindo
mientras su mamá le busca una
                                mamá


PESCADORES DE MONEDAS

ellos alimentan el agua,
                         pez de níquel
pescadores de pobreza,
                         pez de cobre
niños magros,
                        pez de aluminio
niños revienta pulmones
pescadores en equilibrio
                          peligroso
el mar azul se tiñe de
                         niños negros


Dimos una vuelta por la 9 de Julio, saludamos al Obelisco y nos dirigimos hacia SAN ANTONIO DE PADUA (prov. de Buenos Aires) donde nos esperaba nuestro amigo ALBERTO FERNÁNDEZ. Ya nos ha acompañado en otros números pero les recuerdo, en sus propias palabras, sus datos biográficos: “No es pariente de ningún otro conocido. Nació en Buenos Aires el siglo pasado. Irigoyen era gobierno pero no se siente culpable de lo que pasó cuando tenía dos años. Actualmente vive en San Antonio de Padua donde ejerció su profesión de Farmacéutico. Cuando se retiró escribió en cuentos todo lo que vio y vivió. Es autor de un libro titulado "El cuento de nunca acabar" del que se vendieron 11 ejemplares, los demás los regaló, igual insistió en editar una segunda tirada. Un segundo libro "Bésame otra vez, Ingrid" también de cuentos cortos. Varias revistas virtuales publican sus textos entre ellas Artesanías Literarias de Israel y Remolinos del Perú. Es socio de la SADE y donde lo dejan lee sus trabajos. Fue acreedor de un Primer Premio en Torneos Bonaerenses y en un concurso referido a Tangos en la localidad de Merlo (Bs. As.)” Por supuesto nos trae uno de sus cuentos ... imperdibles ...

DESAYUNO PARA DOS

No sé quién me lo dijo. Tenía diez años cuando desperté sobresaltado. Una voz me repetía un año, un día, una hora determinada en la que moriría. No quise contarlo. Me revelaba despreocupado. Sin embargo era mi sueño recurrente.
Mi vida transcurrió normal. Hice mis estudios. Trabajé en mi profesión. Tuve hijos. Desparramé mi amor entre los que me rodeaban. Entraron en mi calle desolada. Viví una vida plena. Dejé ingresar la luz a mi ventana. Gocé del encanto de las rosas, del viento, de las olas del mar. Me sentí pequeño frente a la montaña. Feliz de pertenecer a este universo. Dichoso de convivir con los frutos recién paridos.
El amor de Adela me sonrió desde muy joven.

Hay cavilaciones que nos habitan por dentro. Están en la memoria. Mejor dicho por debajo. Olvidarlos no es posible. Sólo dos caminos: convivir con ellos o pensarlos con obstinación hasta que el fango las recubra con una costra inaccesible. Sentir que ya están en la eternidad. Mi espíritu eligió el primero. El más doloroso.
Las respuestas eran tan torturantes como las preguntas.

Pasó el tiempo. Llegaba  el año treinta y tres de mi vida desde que dejé de navegar en las aguas de mi origen. La fecha clave era el veintiocho de julio. La hora nueve.
El otoño nos dejaba un césped de hojas muertas. Flores descoloridas. Relámpagos castigando elevaciones que pretendían conocer los secretos de los dioses. Cataratas de agua inclemente desde el gris del cielo. La lluvia era caliente y fría. Los suelos parecían llenos de libélulas. Las gentes blasfemaban contra el dios implacable. ¿Es que estás sordo? Por fin cesó de llover. Hubiera querido que siguiera el mal tiempo o mejor que continuara el otoño. De pronto temía al fantasma del invierno.

Camino por largos túneles. Oscuros. Nichos estrechos en el camino. Deshabitados. La luz que aparenta estar al final, cada vez se aleja más. Raíz cuadrada de menos uno. Luz inútil. Multitud. Esperan en largas colas. ¿Qué esperan? Una boleta que dice “Oscuridad”. Algunos me saludan como si los conociera. El señor que cuida pide a cada uno su boleta. Me saluda como si alguna vez nos hubiéramos visto. La cara es de un antiguo amigo. Despierto acongojado. Adela se asusta y acaricia mi frente sudorosa. Pregunto “¿Qué día es hoy?” –Veintisiete, me responde. –Hoy no es el día, ella ignora mi secreto.

Veintiocho de julio. Treinta y tres años desde mi primera aspiración de este oxígeno lleno de pestilencia. Continué mi sueño de los túneles. El final había desaparecido. Sólo el angosto camino y el techo. Fuera de todo alcance. Inaccesible. Un frío que congelaba los pies. Estalactitas.
De pronto, como viniendo del terminal, la voz. Esa pretérita y registrada voz. La minuciosa. La que daba los detalles. Año, día, hora. Acostada a mi lado. Fría. Interpuesta entre ella y yo. “Ya es el turno” Pero no, no era el turno. Faltaban aún dos horas para las nueve. “Ya es el turno” Con resonancia imperativa y enérgica. Absurdo negarse. Aún así lo hice. El reloj se rehusaría a contradecir lo estipulado.

Temblando, desperté. A mi lado Adela muerta. Cuando dieron las nueve, me levanté, besé su frente otrora cálida y preparé el desayuno para dos.


Compartimos unos mates y una tortas fritas… y era hora de regresar al pago para apagar las velitas y cortar la torta… Y aquí los espero con sus cuentos, sus poemas y su minibiografía.  Les recuerdo:  millaco@ciudad.com.ar
Para consultar todas las revistas anteriores:  www.letrasenelanden.blogspot.com
Un abrazo y ¡¡¡hasta la próxima!!!

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