Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 71

QUERIDOS PASAJEROS:

Que un nuevo viaje nos reclama en este mes de Julio que lleva los colores de la Patria argentina junto a las voces de la libertad. Y es nuestra vocación proseguir este camino de letras, que nos enlaza con los hermanos y hermanas distantes, siempre en el testimonio literario de vivencias, sentimientos y anhelos.
Y partimos ... con el humito de la locomotora diseñando un rastro en el cielo ...

El trencito quería paladear la nieve y por eso, resoplando y resoplando ascendió la cordillera de los Andes. Pues en el hermano país de CHILE nos esperaba nuestra primera pasajera: PAULINA BUSTOS ROJAS. Nacida en el puerto de Talcahuano (Región del Bío-Bío), reside  actualmente en la ciudad de VILLA ALEMANA (Región de Valparaíso). Poetisa, narradora, ha incursionado también el ensayo. Coautora del poemario “Dos Voces para un Mismo Canto”, editado en Lima, Perú, 1997. Sus creaciones han sido publicadas en diarios, revistas literarias y alrededor de 50 antologías, tanto del país como del extranjero. Tiene a su haber más de 25 premios (en los géneros de poesía y cuento) en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y España. En 1988 ingresa al Centro de Arte y Cultura ALTERNATIVA, donde da a conocer sus creaciones y se integra como activa promotora al movimiento cultural regional. Actualmente es Presidenta del Círculo Literario EQUILIBRIO, Vicepresidenta del Centro de Arte y Cultura ALTERNATIVA (entidades de Villa Alemana), Directora de la Agrupación Literaria Regional ALIRE (Región de Valparaíso) e integrante de la Sociedad de Escritores de Valparaíso. Su poesía es libre e intimista, en donde brotan sus sentimientos con un lirismo generalmente dado a la tristeza. Sus cuentos tienen una temática de fantasía, ya que huye del realismo extremo. Es por ello que gusta del realismo mágico que combina lo fantástico y fabuloso con el mundo real. Su autor favorito de este género es Gabriel García Márquez. Desde su adolescencia es lectora constante. En esa etapa de su vida, entre sus lecturas, estuvo de preferencia toda la obra del novelista chileno, Alberto Blest Gana. Luego bebió en las aguas de los clásicos españoles, siendo Fray Luis de León su escritor preferido. Otros autores que admira son Gustavo Adolfo Bécquer, Federico García Lorca, Balzac, Henry James, Tagore, Dostoievski y, entre los chilenos, Vicente Huidobro y Oscar Castro. Sus libros predilectos son “Werther” de Goethe y “Confesiones” de San Agustín. Aquí nos deja sus poemas que espero disfruten


RETORNO

Retorno del valle huracanado
donde giré obsesionada
en su retina.

Sibilinos pájaros
sobrevolaron mi mente.

Buscaba una luz
a todas las preguntas
quemando mi cerebro.
No fue posible.
No hubo signos luminosos,
no encontré
ni una perdida huella.
Fue evasión de mariposas nocturnales.

Cansada, temblorosa,
retorno ahora
con un manto de harapos.

Sólo quiero un cántaro de agua
que asfixie esta sed de interrogantes.
Sólo quiero dormirme
en un jardín vestido de amapolas.

                    
                                       INSOMNIO

La raíz de la oscuridad
ha extendido su espeso cortinaje.
Estás cerca,  ya siento tu presencia,
huésped no deseado.
Puntualmente llegas
para imponer la tortura:
llevarme a las profundidades,
a los ciegos abismos del miedo.
Caravanas de sombras
se descuelgan por las paredes,
despliegan sus extrañas cabelleras
y dan inicio a la fatídica danza,
al compás de las agujas del reloj
que cual espinas punzan
mi agitado cerebro.

Fantasma inexorable,
yo soy tu prisionera
encadenada noche a noche
en una cárcel de hierros invisibles.
¿Por qué me torturas?
No tienes piedad de mi ser,
de este triste pajarillo
que herido gira y gira
como las aspas de un viejo molino,
en medio de bandadas de aves negras
que ovillan la madeja de mi angustia.

Vete ya. Déjame descansar.
Libérame del pavor de esta vigilia.
Mi súplica es en vano…
Siempre ganas la batalla,
cruel tirano,
         nocturno flagelo,
                    ladrón de mi sueño.


TRISTEZA

La tristeza es mi sombra.
va adherida a mi piel.
Cautiva en la caverna
de la mente,
me persigue como viento huracanado,
me asfixia
en su manto nebuloso.
Quisiera gritar,
pero sólo un susurro de hielo
se escapa de mis labios.
El dolor
sumergido
en el letargo de las horas
ha talado las rosas.
Mis ojos ya no ríen,
mi canto se marchita.
Y nace este poema
al amparo de mis lágrimas.

                         
 ECOS MARCHITOS

Agonizan los párpados
del tiempo.
Despiertan fantasmas
rastrojos del pasado.
Ha llegado el axioma
                   mutilando sueños,
la utopía
de creernos inmortales.

Por la pendiente
                   de los pensamientos,
caen al vacío
ecos marchitos de una voz…
Esa Voz que derramó verdades
y que oídos necios
se negaron a escuchar.

Y la Fe
que siempre
fue nuestra vestidura
hoy nos deja desnudos,
                   perdidos
en los ciegos paisajes
de la indiferencia.


CAMINA  EL  CORAZON

Solloza el corazón.
Escancia
               gota a gota su amargura.
Avanza entre las sombras
como si fuera un ciego
por fríos laberintos
donde reina la niebla
danzando en su mansión.
Camina el corazón.
Con sus plantas heridas
va plasmando sus huellas
en los crueles senderos
               del ayer
y en las arenas movedizas
               del mañana.

Ansía el corazón
vivir sólo el presente,
el día a día.
Surcar espacios nuevos,
liberar las espinas
que atormentan su latir.
Embriagarse de luz en cada aurora,
escuchar el rumor de las estrellas,
reverdecer al agua de la vida
y ceñir el cendal de la esperanza.
Que de su sangre brote
un cántico divino
         - el vocablo de plata -
que ascienda hasta los Cielos
               para su sanación.


      HAIKUS

Lloro en silencio.
La luna me contempla
desde su alcázar.
                                         *
   Tremolar de hojas.
                         El corazón del bosque
                         está cantando.
                                          *
    Pasan las horas,
    el tiempo corre raudo.
    Cronos vigila.
                                          *
    Verde pradera,
                            el zagal y su flauta:
    visión bucólica.
                                       *
                            Noche estelar,
    mis ojos extasiados
    beben tu luz.         
                                           *
   Mar misterioso
   ¿qué ocultas en tu seno?
                           Llanto de Dios.
                                            *
                          Nacen los versos,
  estallan en el viento.
  Las musas danzan.



Aprovechando la cercanía la maquinista pasó a tomarse unos matecitos con su princesa y luego la locomotora pitó ... resopló ... y hubo que partir. Pues cruzando la cordillera hacia Mendoza y luego "subiendo" por la vía llegaríamos a la provincia de SAN JUAN, donde nos esperaba nuestro siguiente pasajero: NARCISO MARTÍN MOLINA. Nacido y residente en la provincia de San Juan, esposo y abuelo,  trabaja en el Municipio de Chimbas en la Dirección de Cultura. Tiene a cargo la asociación  “América Madre”  filial Villa Unión, Chimbas, San Juan. Libros: "Manantial de Amor" Faja de Honor de SADE San Juan 2005; "Ventanas al Mundo" 2007 en Málaga (España); “Horizonte de Esperanza” 2008; y el 8/05/2010, presentó "Alas para el alma". Tiene planeado presentar asimismo este año: "Allí en mi tierra negra" y “Otoños y primaveras” Nos trae un emotivo poema dedicado a su padre.


DON PANCHO

                                                    A mi querido padre


Primeras luces de un día, de algún febrero cualquiera
en el corredor del rancho, que el mismo lo construyera
allí sentado don Pancho, en su silla de madera
amagando a las tristezas, con una TONADA vieja

Va resistiendo en si mismo, tantos malones de penas
recordando a la distancia, las perdidas primaveras
la frescura de su rostro, ahora son surcos y huellas
y teñido de cenizas, cabellera que aun conserva

Endurecidas sus piernas, están casi siempre quietas
se mueven si le acompañan, dos bastones de madera
que le marcan el camino, a oscuras por la ceguera
conoce bien los senderos, como si en verdad lo viera
Claridad de su memoria, que en palabras manifiesta
de la historia de su vida, que ya paso los ochenta
ocho décadas y media, en su tierra medanera
tierra que lo vio nacer, en tiempos de flores nuevas

Conoció cada familia, ascendencia y descendencia
aun están en su memoria, con emoción las recuerda
toda su vida es un libro, aunque no conoce letras
una fortuna en palabras, que quisiera como herencia

Solo el Pablo lo acompaña, entre las paredes viejas
bajo el cobijo del rancho, que se resiste a las grietas
ya lo han vencido las luchas, añora su compañera
que se marcho una mañana, al llegar la primavera

Cuando me cuenta sus sueños, unas lagrimas traviesas
van mojando sus mejillas, como dos pequeñas perlas
allí aferrado a su tierra, extraña a mi mama vieja
esperando la partida, para juntarse con ella


Nos tomamos unos ricos vinitos ... y partió nuevamente el trencito. Y como el paisaje estaba lindísimo enmarcado con los picos cordilleranos, decidimos seguir ascendiendo en el mapa, hasta llegar a la "tacita de plata": JUJUY. Y allí subió MERCEDES GIRÓN. Nació en Palos Blancos, provincia de Jujuy. Reside actualmente junto a sus hijos en la ciudad de SAN PEDRO de Jujuy, principal motivo de inspiración. Se inicia en la escritura en el año 1994, en el 2004 publicó su primer libro de poesías "Rosas de Otoño" merced a las generosidad de Adolfo Sabando, productor de un programa radial. Una intensa actividad cultural enmarca sus días y sus horas. Les traigo hoy sus poemas, de raigambre telúrica y con fuerte emocionalidad. Y también está incluido un poema para niños (tema no muy habitual en estas letras). ¡A leer y apreciar!


                                    VOLVER EN AGOSTO

                                                                        Volver en agosto
A mi pago de origen…

Volver a mi barrio, a sus cosas, su gente, Empaparme de verde, de sol y recuerdos,

Volver con el viento de agosto
En el tiempo preciso de la Pachamama.

Encontrar los amigos, mis hijos, mis nietos
Los viejos quereres, sahumarnos con abrazos y besos.

Despedir el invierno que quiso enfriarme los huesos, abrir las ventanas y desempolvar mis versos.

Volver en agosto a mi pueblo de origen.
Salir a sus calles, caminar sin rumbo reconociendo todo.

Celebrar que de nuevo, estoy en mi casa
Y sentada a la vera, feliz de estar viva
Esperar que para mí florezca
Una nueva primavera…


EL ENCARGO

María Cruz, cuando vuelvas
de Humahuaca
te encargo que me traigas
un costal de papa lisa
tres cuartos de chalona
y un quintal de carnavales.

Tráeme también
duraznos jugosos de tu huertita
un virki con mote de habas
más queso de oveja y cabra
sazonados con tus palabras.

Al pasar carga unos choclos
sabrosos de tu Quebrada
y un poco del rojo de los airampales
para que contrasten con el verde
de mis carnavales.

Has un yurito con tus habilidosas manos
y tráeme agüita clara

del Guasamayo
la he de beber de a poquito
así me refresco todo el veranos.

y de yapa me has de traer
una ristra de copleras
de gladiolos una cuantas varas
y el rumor del viento
que juega en los pucaras.

María Cruz, cuentista
Humahuaqueña
no olvides que en el Ramal
esta esperando su encargo.
tu amiga sampedreña…

                                
CUANDO YA NO ESTÉ...


                                                   Hija:
Cuando ya no esté
No me busques en la tumba, ni en la cruz,
No me busques entre las sombras, búscame en la luz.

Búscame en una tarde de abril
Entre las amancayas y el floripón,
En la música que escuchaba
En la mariposa multicolor,
No me busques en llanto y el dolor.

Búscame en tu risa, en los versos que escribía
En agosto con los lapachos en flor
Y no te enojes con la muerte, ni con Dios.

Búscame en tus hermanos, en un pájaro
En un libro, en un rayo de sol.

 Búscame en tu amor y en el perdón
Y en una noche despejada
Cuando eleves la mirada.

Búscame entre las estrellas
Que seguro, ahí estaré yo.

                                                    Hija:
Cuando ya no esté
No me busques en la tumba, por favor,
Búscame en tu corazón, por que aunque ausente
Siempre estaré con vos…
                          Tu mamá
  

DUENDE

 El duende esta jugando
bajo la planta de higuera
el changuito lo esta mirando
recostado en la catrera.

El sol quema los sesos
de la siesta ramaleña
y el duende sigue jugando
bajo la planta de higuera.

Una ronda de payana
otra de rayuela
el duende sombrerudo
mano de fierro, mano de lana.

las viejas rezan que rezan
 de la noche a la mañana,
-que no aparezca el duende
Que no se acerque a las casas-

La siesta esta cabeceando
Con el sopor de la tarde
El aire se recalienta
La tierra esta que arde.

  El changuito sigue durmiendo
tranquilito en la catrera
 el duende lo esta esperando
sentadito al pie de la higuera.

Cantan los pajaritos
en la cima del limonero
y un coro de chicharras
esta despidiendo enero.

Duendecito de aludo sombrero
no despertés al changuito
que duerme corajudo
bajo el alero…


  LA REINA DE LA MOVIDA

  A la  movida de una amiga
fue contenta doña hormiga,
se vistió de punta en blanco
y calzó tacones altos, la boquita re pintada
las antenas bien lustradas.

A la hora de bailar,
nadie la pudo igualar:
bailo cumbias, pasodobles,
tango, fox-trot, rock y hasta hip.hop.

¡ Que hormiga presumida!
criticaban las langostas
y asentían los escarabajos
cuchicheando por lo bajo.

Entre risas y chamuyos
brindaban los coyuyos:
¡por la movida! ¡por la hormiga bailarina!
¡y también por la chicharra
y su solo de guitarra!

Los grillos sin cesar, tocaban el violín,
colgados de un piolín
y las arañas, bailaban pacatas
moviendo todas sus patas.

 Un zancudo barbudo
chupó y chupó
hasta que panza arriba,
dormido se quedó.

Desconfiada una polilla
contaba desde la orilla,
los zapatos de un ciempiés
que bailaba del revés.

Cantaban las pulgas y las abejas
una canción requetevieja
y las miraba un piojo
blanqueándole los ojos.

A un costado de la pista
se limpiaba las pintitas
una joven mariquita
y renegaba una cucaracha
con el elástico de su bombacha.

Una elegante mariposa
posaba como una diosa
y las hitas y las chinches
le decían envidiosas:
¡Que te haces la hermosa!

 Una avispa colorada
Con acento de cubana, le decía a un tucu:
-oye tú- ¡apaga ya esa luz!

-¡Bravo!. Gritaban las vinchucas
Y aplaudían los pilpintos y usapucas
Las morisquetas que hacia
Una gorda garrapata, arriba de una lata.

Un San Jorge y un huancoiro
Fungían de vigilantes
Y no descuidaban a los piques
Que tenían fama de atorrantes.

Las moscas y las juanitas,
No fueron invitadas
Calificadas de cochinas,
Enojadas y ofendidas
Zumbaban ellas por las esquinas.

Como verán,
a esta fiesta singular
fueron casi todos los insectos del lugar
pero sin duda fue la hormiga,
la reina de la movida...

  LA COPA VACÍA
 
  En la copa rebosante de la vida
Con avidez bebía
Rodeada de hijos
Felicidad y cariño

Lejos estaban la soledad y el silencio,
El cansancio no existía
Impávido y tranquilo
El tiempo transcurría.

Mas hoy,
Ya no hay nada de eso,
los años de golpe se vinieron encima
Y uno a uno se fueron yendo los hijos.

La casa fértil
Que resultaba pequeña
Para tantos amores,
Es ahora un páramo enorme
donde solo habitan recuerdos.

Y yo que antes
plena reía,
Ahora lloro ausencias y olvidos.

Tal parece,
Apure de un solo trago la vida
y quedé de repente,
Con la copa vacía.
                  
                        
  EMPECINAMIENTO

                                                               Esta empecinada memoria mía
se encarga, invariablemente,
de traerme cada día
la figura hacendosa de mi madre
chancleteando por el patio,
en animado soliloquio
con el loro y con las plantas.

Mate en mano,
sus pasos van y vienen por la casa,
pequeño reino donde ejerce
su doméstico mandato.

En verdad, hace largo rato
que se ha ido,
a habitar otro universo
y a pesar que peino canas
y pretendo escribir versos,
aún necesito la luminosa
presencia de  mi vieja,
necesito sus palabras acertadas
su mano convidando pan y caricias
su aroma a canela y yerbabuena.

A veces, la presiento, espiritualmente cerca
mientras riego las temblorosas matas
de jazmines y a amancayas
y ahí, en ese inefable instante
junto el rezo que por ella elevo
saludo alegremente,
a esta empecinada memoria que tengo...


FURIA
Pachamama está enojada
su paciencia se ha acabado,
los inconscientes humanos, en su afán de-diz-que bienestar
han provocado en ella, furia y malestar,
el hombre con su desmedida ambición
es el principal causante de la polución.

Sin discreción tala y quema, selvas, montes, bosques,
horada montañas, hurga sus entrañas
persigue, mata, extermina la fauna natural,
contamina la sangre de sus venas: ríos, arroyos,
incluso el mar, todo quiere avasallar.

Pachamama está que trina y su voz deja oír:
_ ¡Huahuanaca, basta ya!_
¿No comprenden mis señales,
¿No les dicen nada, terremotos, volcanes, ni sunamis?

¿Mis mensajes no les llegan
cuando envío inundaciones, tifones y huracanes?
han profanado mis secretos, han invadido los misterios sagrados
no hay lugar en mi cuerpo devastado
que no hayan mancillado
noccan kani, su única huasi
para ustedes en el cosmos, no existe otro lugar
cuando llegue el cataclismo final,
no tendrán donde escapar…

Hombres diminutos, depongan su actitud,
sus ciclópeas ciudades, sus grandes inventos
no me detendrán, cuando llegue el momento
contra mí, no sirven sus sofisticadas armas de guerra
no es que sea soberbia, pero mi fuerza es invencible.

Todo les doy a cambio de nada,
pero su sed de poder, quiere más y más.
-¡Huahuanaca de todo el planeta
De toda raza, laya y religión!
¡Pachamama, la Madre Tierra,
Geo, noccan kani!
estoy enferma de pena y dolor
pero ante tanto desparpajo y descontrol
mis entrañas rugen de furor…
Escuchen la voz de los Amauttas
busquen sus consejos, reviertan el error,
puede que no sea tarde aún,
yo les doy todo con amor
y no me saben corresponder.

Noccan Kani, Pachamama,
Kay Pacha, su única huasi
noccan kani…
mas recuerden,
cuando mis fuerzas colapsen
no había donde escapar…

  Glosario: idioma Quechua y Aimara:
Huahuanaca: hijos míos.
Noccan kani: yo soy.
Huasi: casa.
Kay Pacha: su lugar.
Nos despidió el atardecer fúlgido y rosado y seguimos viaje ya, casi, de regreso. Pero hubo otra parada en la tierra del mistol, pues en SANTIAGO DEL ESTERO aguardaba un viejo amigo (por afectos, claro, no por edad) CARLOS EDUARDO FIGUEROA. Ya ha estado en otros viajes pero, para los olvidadizos, les "refresco" algunos datitos. Vive  en Santiago del Estero,  donde reside luego de regresar de un largo viaje por Europa en 1968. Es Contador Público Nacional. Desde el 68' se incorpora a un movimiento de escritores jóvenes reunidos alrededor de la Sociedad Argentina de Escritores, Filial Santiago del Estero, de la cual es miembro desde hace mas de 36 años. Ha  recibido numerosos reconocimientos de   distintas entidades públicas y privadas de su provincia y de provincias vecinas. Publica en diarios y revistas locales y nacionales, y participa de numerosos encuentros de poetas. Lleva publicados seis libros de poesía: "Los juguetes del sueño", "Diálogo secreto", "Señales de dos mundos", "Soles de la memoria", "Días sin regreso" y  "La palabra encendida", editados entre los años  1978 y 2008.  Integra la Antología “ Poesía Argentina  Contemporánea”, Tomo I, Sección Décimo Séptima.- Traigo aquí sus poemas escritos desde el corazón.
E Mail: cfigueroa75@hotmail.com     



               CARTA POEMA DE UN INMIGRANTE

Padre: la ausencia es este dolor
que se levanta como el mar
entre tu costa y la mía..
Qué lejos quedó la casa de la infancia
y el perfume de mi madre en la cocina.

Yo anhelaba volver a rescatar lo perdido
pero me ató la distancia:
esa herida azul de los caminos.

Sabes, fue duro para mí dejar los amores primeros:
perfiles de piedra que el viento de los días
vuelve arena, olvido.

Mas, hoy en el ocaso he comprendido
que la casa y los jardines de otrora
son refugios de luz en mi memoria,
donde veo una sombra que se aleja
juntando un largo adiós de jazmines.


               
                     DESTELLOS
Este es el inventario elemental
de los momentos que repiten mi vida:
Un amanecer en primavera
cuando el chivato suelta sus gallitos
en la fiesta florida  de otro día que se va.
Un mediodía de verano
donde reina el impiadoso sol
que me obliga,  a buscar la sombra
de la morera cordial.
Un atardecer de otoño frente al mar
cuando las horas cansadas,  como sombras
se pierden  entre las olas que vienen y van.
Una noche de invierno,
frío que deviene azul lo que toca
cuando  llama insistente a la presta soledad.
Pienso que  nuestras vidas son sólo destellos
 que cruzan los infinitos días,
 esos  que pasan sin pasar.


                           D E S T I N O

Al final …..
Te conformas con  las simples cosas:
Una taza de café, los diarios,
Un rincón amable donde mitigar las penas
Y recibir noticias de alguien lejano
Que llega  a tus orillas, como una mansa ola de lago.
A tan poco se reduce la felicidad,
Y tú  que la habías esperado tanto.
Nada pudo vencer al tiempo inexorable
Que vino y se llevó tus sueños
Aquellos de la edad feliz
Cuando el horizonte era claro
Y el futuro tan  cierto
Como una moneda en la mano.
Ya  sé,  dirás, es el destino
Pero quien nos salva mañana
Del horror de no ser nadie.


                              A M A N E C E R

Amanece en Oriente.
La brillante esfera  se repite
en el escenario de la vida.
 Un  día ya no habrá quien  cuente
ni recuerde la trama del suceso.
Sin embargo, la tierra fiel a su grandeza
seguirá girando en  soledad  de piedra
para no romper el equilibrio de los astros.


Y mientras saboreábamos unas "colaciones" buenísimas la locomotora emprendió, al tranquito corto, el retorno al pago. Que siempre es bueno el regreso ... con la ilusión de volver al camino al tiempito nomás ... Para los amigos/as que me han enviado trabajos sepan que están atesorados a la espera de su publicación. A quienes deseen enviar los suyos (sea cuento o poema) les recuerdo que agreguen una minibiografía y los remitan a: millaco@ciudad.com.ar
¡Y llegamos! A todo un fuerte abrazo desde el afecto

                                        CRIS